El DIH y los principios humanitarios no son negociables – Siria no es una excepción

15-02-2014 Editorial, por Peter Maurer, presidente del CICR

Si no se respetan el derecho internacional humanitario y los principios humanitario en Siria, es imposible prestar una asistencia y una protección significativas

Peter Maurer, presidente del CICR 

Peter Maurer, presidente del CICR
© CICR

He seguido con interés y preocupación los esfuerzos desplegados en el casco antiguo de Homs para socorrer y evacuar a personas civiles. Que el destino de una persona cambie de forma positiva y que pueda alejarse de una realidad tan difícil como la de Homs me causa, sin duda alguna, mucha alegría; al mismo tiempo, considero preocupantes las condiciones en que se procedió a las evacuaciones y el hecho de que en todo Siria siga habiendo tantas personas atrapadas en las líneas del frente sin recibir ayuda. Durante un año, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Árabe Siria han tratado muchas veces de obtener acceso a Homs y a otras zonas sitiadas para llevar los socorros que tanto necesitan los residentes; sin embargo, las negociaciones entabladas con las autoridades sirias y los grupos de oposición no han tenido como resultado un acceso significativo ni un firme compromiso de respetar los principios básicos del derecho internacional humanitario. Esto es lo que ocurrió también en Homs durante la última semana.

Si bien el casco antiguo de Homs es hoy emblemático del sufrimiento de los civiles sirios, actualmente hay más zonas "sitiadas" en Siria, donde las condiciones de vida de más de un millón de personas son sumamente difíciles. Dado que aumenta la intensidad de la violencia y que empeoran las condiciones de seguridad para los civiles, es imprescindible que se autorice a nuestros equipos trabajar de forma neutral, imparcial e independiente y según los principios del derecho internacional humanitario, el cual se aplica en Siria.

La situación en Homs y en otras zonas sitiadas es sumamente compleja, pero los principios básicos del derecho son, sencillos.

La situación en Homs y en otras zonas sitiadas es sumamente compleja; los principios básicos del derecho son, por el contrario, sencillos. Las partes tienen la responsabilidad primordial de satisfacer las necesidades básicas de la población que esté bajo su control, sea cual fuera la edad o el sexo de las personas. Y en el caso de que no puedan atender esas necesidades, deben autorizar la realización de acciones humanitarias imparciales. Asimismo, si la situación humanitaria lo requiere, ha de permitirse la evacuación de las personas que quieran marcharse de un lugar a otro para ponerse a salvo. Una labor humanitaria sólo puede ser significativa y eficaz si cuenta con el apoyo de las partes. Éstas deben autorizar y facilitar el paso rápido y sin trabas de toda asistencia humanitaria imparcial destinada a las personas civiles necesitadas, y velar por que todos los heridos y los enfermos reciban de forma oportuna la atención médica que requieren. Esto significa que las distribuciones y operaciones no son actividades aisladas: para efectuarlas se necesita poder llegar en repetidas ocasiones a las zonas afectadas por los enfrentamientos.

Los humanitarios que trabajaron en Homs durante la última semana operaban en un entorno de seguridad sumamente difícil. El CICR, la Media Luna Roja Árabe Siria y otros actores humanitarios sólo pueden efectuar esas tales actividades de socorro esenciales, si todas las partes están de acuerdo en que estemos presentes y dan garantías de que respetarán y protegerán a los trabajadores humanitarios, al personal médico y a todos los que se identifican con el emblema de la cruz roja y de la media luna roja, como se dispone en el derecho internacional humanitario.

El CICR, la Media Luna Roja Árabe Siria y otros actores humanitarios sólo pueden efectuar esas tales actividades de socorro esenciales, si todas las partes están de acuerdo en que estemos presentes y dan garantías de que respetarán y protegerán a los trabajadores humanitarios, al personal médico y a todos los que se identifican con el emblema de la cruz roja y de la media luna roja, como se dispone en el derecho internacional humanitario.

Es esencial comprender el entorno y poder llegar a las víctimas si se quiere llevar a cabo una acción humanitaria significativa. En Homs, Muadamiya, Yarmuk y Barze, nosotros, no las partes, debemos evaluar la situación de seguridad y decidir si podemos o no realizar nuestras actividades de socorro. Los equipos del CICR y de la Media Luna Roja Árabe Siria deben tener la posibilidad de entrar en esas zonas y tener un contacto directo con las personas afectadas por los enfrentamientos, a fin de evaluar sus necesidades. Hacer una evaluación completa toma tiempo. Es necesario que se nos autorice a visitar varias veces las zonas sitiadas –como ocurre en los lugares de detención, cuando se nos permite visitarlos– para que podamos atender realmente  las necesidades y hacer un seguimiento de la situación. En pocas palabras, se nos ha de dar la libertad de movimiento necesaria para desempeñar nuestro trabajo de forma adecuada, incluso si esta libertad de movimiento puede ser restringida temporalmente en las situaciones de imperiosa necesidad militar.

Es una costumbre que nuestros equipos trabajen sin recurrir a escoltas armadas. Esto significa que durante el tiempo que se aplique un acuerdo deberá haber una tregua en los enfrentamientos. Como en otras situaciones, se nos ha de permitir ponernos en contacto directamente con los representantes de cada parte para evitar malentendidos sobre las condiciones que exigimos para operar de forma segura y eficaz. Por lo tanto, las negociaciones directas con los mandos militares locales son esenciales para llevar a cabo las operaciones de socorro con respecto a las cuales se ha llegado previamente a un acuerdo.

Proporcionar una ayuda basada estrictamente en las necesidades sigue siendo una piedra angular de la doctrina operacional del CICR y es esencial que nuestros equipos en Damasco, Tartus y Alepo puedan distribuir ayuda de forma imparcial. En lugares como Homs es también fundamental que los heridos y los enfermos, así como las personas civiles y los combatientes, reciban sin distinción y en el momento oportuno la atención médica que su estado requiere.

En lugares como Homs es también fundamental que los heridos y los enfermos, así como las personas civiles y los combatientes, reciban sin distinción y en el momento oportuno la atención médica que su estado requiere.

Si bien las evacuaciones no resuelven todos los problemas humanitarios, las autoridades sirias y los grupos de oposición deben dejar que las personas civiles se marchen a lugares más seguros. Las personas que, por una u otra razón, prefieran permanecer en su lugar de residencia siguen estando protegidas por el derecho internacional humanitario y no deben ser objeto de ataques. Si las personas civiles son desplazadas, debe hacerse todo lo posible por proporcionarles alojamiento,  higiene, salud, seguridad y nutrición, así como por no separar a los miembros de una misma familia.

Todas las personas que sean detenidas después de una evacuación deben ser tratadas con humanidad en todo momento y deben ser autorizadas a ponerse en contacto con sus familias. Además, debe permitirse que nuestros delegados registren los datos de los detenidos para poder hacer un seguimiento de su situación y de su paradero, así como para ayudarlos, llegado el caso, a restablecer el contacto con sus respectivos familiares. Seguimos negociando con las autoridades sirias y otras partes para tener acceso a los lugares de detención en todo el país.

Durante la visita que hice recientemente en Damasco, acogí con satisfacción las declaraciones hechas por el Gobierno sirio en las que reconocía la necesidad de brindar más asistencia humanitaria a todas las víctimas del conflicto. También tuve entonces la oportunidad de reafirmar nuestro empeño en ampliar nuestra presencia operacional y en hacer mucho más ante el empeoramiento de la situación humanitaria, también en favor de las personas detenidas en relación con el conflicto. Estamos dispuestos a participar en otras evacuaciones de civiles sirios, pero nuestras condiciones siguen siendo las mismas de siempre: las partes deben estar de acuerdo en permitir un paso seguro al CICR y a la Media Luna Roja Árabe Siria en todo momento; y no ofreceremos nuestros servicios si la evacuación no es voluntaria.

Peter Maurer es el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja