• Wangarang, Casamance, Senegal. Un jefe de familia de Wangarang firma la lista de beneficiarios de la asistencia alimentaria que le presenta una voluntaria de la Cruz Roja de Bignona.
    • Wangarang, Casamance, Senegal. Un jefe de familia de Wangarang firma la lista de beneficiarios de la asistencia alimentaria que le presenta una voluntaria de la Cruz Roja de Bignona.
      © CICR / v-p-sn-e-00225
  • Wangarang, Casamance, Senegal. Un equipo del CICR y de la Cruz Roja explica a los pobladores el cometido y las actividades de ambas organizaciones. Además, les indican cómo se realizará la distribución de socorros.
    • Wangarang, Casamance, Senegal. Un equipo del CICR y de la Cruz Roja explica a los pobladores el cometido y las actividades de ambas organizaciones. Además, les indican cómo se realizará la distribución de socorros.
      © CICR / v-p-sn-e-00227
  • Wangarang, Casamance, Senegal. Las mujeres participan en las sesiones de difusión. Son responsables de la correcta administración de los socorros recibidos. Se les dirigen mensajes específicos acerca de cómo evitar el derroche de alimentos en este período de crisis alimentaria.
  • Wangarang, Casamance, Senegal. Antes de proceder a la distribución de víveres y de semillas, un voluntario de la Cruz Roja de Bignona y un responsable de Essom Silathiaye controlan las listas de beneficiarios junto con un poblador.
  • Wangarang, Casamance, Senegal. La distribución continúa: en total, 2.000 toneladas de víveres y 250 toneladas de semillas fueron distribuidas entre más de 34.000 personas.
  • Kamomghone, Casamance, Senegal. Beneficiarios de la aldea de Kamomghone expresan la alegría de haber recibido los alimentos que tanto esperaban: arroz, arvejas, aceite y sal, así como semillas de arroz, cacahuetes y
  • Casamance, Senegal. Renace la esperanza para estas mujeres que han recibido semillas de arroz y cacahuetes. Ahora están desmalezando el campo para que las plantas de arroz crezcan mejor.
  • Casamance, Senegal. Operación terminada. Ahora, rumbo hacia otros destinos. El CICR, presente en Casamance desde 2004, está atento en forma permanente a las necesidades de la población afectada por el conflicto armado y por catástrofes naturales recurrentes.

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