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Israel y los territorios palestinos – Conferencia de prensa

18-04-2006 Conferencia de prensa

Pierre Krähenbühl, director de Actividades Operacionales del CICR, finalizó recientemente una visita de una semana a Israel, los territorios palestinos autónomos y ocupados. El objetivo era conocer más de cerca la situación y revisar las actividades que el CICR está efectuando en esa zona. A continuación, se transcribe la conferencia de prensa que ofreció el 10 de abril de 2006.

 

Véase también el comunicado de prensa    
©ICRC / A Meier / il-e-00316 
Pierre Krähenbühl (izquierda) visita Abu Dis, donde a construcción de la barrera de Cisjordania ha significado, en muchos casos, la requisición de tierras. 

©ICRC / A Meier / il-e-00316 

Pierre Krähenbühl (izquierda) visita Abu Dis, donde l  

Viajé a Qalqiliya, Naplusa, el valle del Jordán, Hebrón, Gaza, Jerusalén, Ramala y Tel Aviv. Me reuní con altos funcionarios del Ministerio israelí de Relaciones Exteriores y con autoridades palestinas, incluido el presidente Mahmoud Abbas y el recientemente designado ministro de Relaciones Exteriores. Además, me entrevisté con el director del Magen David Adom y el presidente de la Media Luna Roja de Palestina.

Antes de referirme a las principales impresiones y preocupaciones que surgieron en el transcurso de la visita, permítanme darles un panorama de las actividades que el CICR ha efectuado en ese contexto.

El CICR ha estado activo desde 1948 y ha mantenido una presencia constante desde 1967. En la actualidad, cuenta con una plantilla de 260 empleados, 60 de ellos son expatriados, y con un presupuesto de 42 millones de francos suizos para 2006. Estas cifras la convierten en la tercera operación del CICR más importante en el mundo por su magnitud y subrayan el compromiso que desde hace muchos años la Institución mantiene de estar presente en ese contexto.

Una característica fundamental de las actividades del CICR es su esfuerzo por garantizar que el Estado de Israel respete cabalmente las disposiciones del derecho internacional humanitario (DIH), incluido el derecho de la ocupación.

 

   
"...conforme al derecho internacional humanitario, es responsabilidad de la potencia ocupante garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población de los territorios ocupados." 

 

Una actividad importante del CICR son las visitas a las personas detenidas. Actualmente, hay unas 10.000 personas detenidas por Israel, que son visitadas por delegados del CICR con regularidad. El CICR también organiza visitas de los familiares a los detenidos en Israel, a través del programa de visitas de familiares. En 2005, unas 210.000 personas se beneficiaron de este programa. El CICR también visita a detenidos en cárceles palestinas (actualmente, no más de un centenar de reclusos). Además, el CICR subraya la importancia de respetar las normas y los principios del DIH ante las autoridades y las fuerzas de seguridad palestinas, en particular la necesidad de distinguir entre civiles y objetivos militares.

El CICR también conduce proyectos de abastecimiento de agua y saneamiento, así como proyectos para garantizar la subsistencia de miles de palestinos afectados por las restricciones de circulación, la barrera de Cisjordania y los asentamientos. Proporciona artículos de primera necesidad a las personas cuyo hogar ha sido destruido. En ocasiones, entrega esos artículos directamente a las familias afectadas, como en Hebrón.

El CICR colabora estrechamente con la Media Luna Roja de Palestina y el Magen David Adom, principalmente en el ámbito de los servicios médicos de urgencia, a los que el CICR presta importante apoyo. Cabe destacar la calidad de los contactos y el diálogo con las autoridades tanto israelíes como palestinas, que fue confirmada durante las reuniones que he tenido con ellas en los últimos días.

Refiriéndome ahora más específicamente a la situación actual, quisiera destacar lo siguiente.

En primer lugar, deseo subrayar la difícil situación que tienen que afrontar la mayoría de los palestinos, la cual se ha agravado en los últimos años. Su situación económica general ha ido deteriorándose cada vez más en los últimos años, debido, sobre todo, a una serie de medidas que impone n severas restricciones a la circulación dentro de Cisjordania, así como a los movimientos desde y hacia la franja de Gaza. Esas restricciones impiden, en gran medida, que la población palestina lleve una vida normal.

Cuando hablo de restricciones, me refiero a una serie de métodos que incluyen los puestos de observación, los bloqueos de carreteras, los puntos de control, la barrera de Cisjordania y otros obstáculos físicos. Para la mayoría de la población, el viaje más corto, o incluso tan sólo intentar irse de la propia aldea, es un desafío enorme y, con frecuencia, una experiencia dolorosa.

Esto significa que la población ya no tiene acceso a los servicios básicos, como los hospitales y las escuelas. Además, esas restricciones han tenido un impacto negativo en la economía, en la circulación de mercancías en los mercados locales, y en el empleo.

La actual construcción de la barrera de Cisjordania ha significado, en muchos casos, la requisición de tierras de palestinos, quienes han perdido, por lo tanto, otra fuente de ingresos.

Otro ejemplo, en la franja de Gaza, es el impacto del cierre repetido y prolongado del punto de cruce de Karni. Esto ha agravado la situación y afectado los medios de subsistencia de los productores de toda la franja, que no pueden transportar y vender sus mercaderías en los mercados de Cisjordania. Además, ha provocado el aumento del precio de varios artículos, como la harina de trigo y la sal, por ejemplo, que sufrieron un aumento del 50% en un período de tres semanas, en febrero pasado.

En otras palabras, la población afronta múltiples restricciones de orden económico y de circulación, que crean una situación general sumamente difícil.

 
"...de ningún modo debe pensarse que las organizaciones humanitarias pueden reemplazar a la Autoridad Palestina en su función de proveedor de servicios públicos." 
   
  • El CICR reconoce el derecho del Estado de Israel a tomar las medidas necesarias para garantizar el bienestar y la seguridad de su población. Sin embargo, Israel, como potencia ocupante, también tiene la obligación de garantizar el bienestar de la población de los territorios palestinos ocupados.
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  • En las reuniones que mantuve con las autoridades israelíes y palestinas, expresé la preocupación del CICR al respecto. La incapacidad de la Autoridad Palestina de prestar ciertos servicios y de garantizar la ley y el orden, tras la decisión de retener los fondos y la asistencia destinados a la Autoridad Palestina recientemente elegida, podría deteriorar aún más la situación de la población y dar lugar a una mayor necesidad de ayuda humanitaria.
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  • El CICR está muy preocupado por las posibles consecuencias de esa decisión, en particular el deterioro de la situación humanitaria y las condiciones de seguridad.
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  • El CICR sigue de cerca la evolución de los acontecimientos a través de sus varias oficinas. Estamos preparados para intensificar las actividades si surgen nuevas o mayores necesidades.
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  • A partir de las reuniones que mantuve y de las declaraciones del Estado de Israel y de miembros de la comunidad internacional, no queda duda de que hay un compromiso para evitar que se produzca una crisis humanitaria.
 

Ese compromiso es bienvenido, pero permítanme señalar lo siguiente:

 
  • En primer lugar, como he dicho antes, la población palestina afronta desde hace tiempo una situación muy difícil y carece de servicios públicos, lo que implica bastante más que una crisis humanitaria. Un estudio recientemente efectuado por el Banco Mundial señala que se prevé un aumento del desempleo del 23% actual al 39%, así como una disminución del producto interior bruto real per cápita del 49%, en comparación con 1999.
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  • El CICR está preparado para intensificar sus actividades destinadas a responder, llegado el caso, a mayores necesidades, sin embargo quisiera señalar que de ningún modo debe pensarse que las organizaciones humanitarias pueden reemplazar a la Autoridad Palestina en su función de proveedor de servicios públicos.
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  • La acción humanitaria no puede ser una fórmula mágica para responder al tipo y a la magnitud de problemas que pueden surgir.
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  • Además, los acontecimientos que están produciéndose también pueden empeorar las condiciones de seguridad, lo que podría obstaculizar la prestación efectiva de la asistencia humanitaria.
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  • Ante este preocupante panorama, deseo subrayar, para terminar, que, conforme al derecho internacional humanitario, es responsabilidad de la potencia ocupante garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población de los territorios ocupados: alimentos, suministros médicos, albergue, etc. Conforme al DIH, todos los Estados deben permitir el paso sin restricciones de asistencia humanitaria esencial. El CICR seguirá de cerca esta delicada situación.
 

Por último, en mis conversaciones con las autoridades palestinas e israelíes, también he reiterado la importancia crucial de lograr avances en la aplicación del acuerdo concertado en noviembre de 2005 entre el Magen David Adom y la Media Luna Roj a de Palestina, con miras a la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que se realizará en junio próximo.