Malí: las ciudades del norte siguen careciendo de agua y energía eléctrica

14-05-2013 Resumen de actividades

Pronto se cumplirán 16 meses del inicio del conflicto armado que estalló en el norte de Malí. Son muchas las necesidades en las comunidades que han sufrido los mayores daños y, en particular, la precariedad para abastecerse de agua potable.

El CICR suministra carburante para el funcionamiento de las centrales eléctricas de las ciudades de Gao, Tombuctú y Kidal, desde abril de 2012, con lo cual éstas han podido abastecer parcialmente de agua potable a la población de estos importantes centros urbanos.

Hasta la fecha, el CICR ha suministrado más de 1.500.000 litros de carburante a estas centrales. Asimismo, ha participado en las tareas de mantenimiento de estas instalaciones, y Énergie du Mali se ha encargado de suministrar casi todos los productos de limpieza y las piezas sueltas.

"El abastecimiento de agua y de energía eléctrica sigue siendo crítico en el norte de Malí. En Kidal, sólo funciona uno de los siete generadores existentes; en Gao, sólo tres de siete y, en Tombuctú, dos de cuatro", según explica Abdoule-Karim Diomande, delegado del CICR y encargado del programa agua y hábitat en Malí. "Por consiguiente, es imposible garantizar un abastecimiento continuo de agua y de energía eléctrica en estas ciudades. Así pues, urge restablecer la operatividad de las empresas públicas que proveen estos servicios."

Tras irrumpir la crisis en el norte de Malí, el año 2012, con la consiguiente huida de los gestores administrativos, parte del personal encargado de la buena marcha de las instalaciones eléctricas e hidráulicas se vio en la imposibilidad de seguir realizando su labor. La población permaneció varias semanas sin agua potable y sin electricidad.

En estas circunstancias, el CICR intervino para abastecer de carburante a las centrales eléctricas. Esto permitió restablecer el suministro de agua potable a la población y, evitar posibles problemas de salud pública. Los habitantes tienen también suministro eléctrico durante algunas horas al día y las pequeñas empresas han podido proseguir con su quehacer, contribuyendo así a la supervivencia de la ya frágil economía local.

Gracias al apoyo del CICR, las organizaciones de la sociedad civil de Tombuctú y de Gao implantaron un sistema de cobro parcial de los costos de funcionamiento de los generadores. Los aportes, más bien simbólicos, han puesto de manifiesto el empeño de la población de no contentarse únicamente con recibir asistencia. Con los fondos recolectados se compra carburante, cuando, por falta de seguridad o debido a dificultades de acceso, no llegan a tiempo las remesas del CICR.

Por lo demás, se tomaron medidas especiales para velar por el suministro eléctrico del hospital regional de Gao, donde el CICR instaló recientemente un generador. Asimismo, le entrega diariamente 100 litros de carburante para que pueda funcionar las 24 horas del día y dispensar los cuidados que requiere la población.    

"De averiarse los últimos generadores que aún funcionan en estas ciudades, la población carecerá por completo de agua potable y de electricidad, y es fácil imaginar cuáles serían las repercusiones que esto podría tener ", precisa el señor Diomande." En las tres ciudades, la situación ha llegado a tal punto, que es de rigor emprender obras de refacción o renovación del parque de generadores."

Habida cuenta del retorno paulatino de los gestores administrativos al norte de Malí, el CICR entabló conversaciones con las autoridades concernidas sobre los medios necesarios para que las empresas públicas recuperen la plena capacidad para prestar servicios de abastecimiento. Para que la transferencia de responsabilidades se lleve a cabo lo mejor posible, los especialistas del CICR se reúnen con las autoridades competentes para entregarles toda la información necesaria.

Para más información:
Valery Mbaoh Nana, CICR, Bamako y Niamey, tel.: +223 76 99 63 75 ó +227 97 45 43 82
Wolde-Gabriel Saugeron, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 31 49 ó +41 79 244 64 05

Fotos

Régis Savioz, Director adjunto de Actividades Operacionales, yJean-Nicolas Marti, jefe de la delegación regional del CICR para Malí y Níger, visitan la estación de bombeo, donde les explican cómo funciona.  

Estación de bombeo de Gao, Malí.
Régis Savioz, Director adjunto de Actividades Operacionales, yJean-Nicolas Marti, jefe de la delegación regional del CICR para Malí y Níger, visitan la estación de bombeo, donde les explican cómo funciona.Este tipo de estaciones de bombeo funcionan con electricidad y, sin ésta, no hay agua. El CICR proveyó carburante para alimentar generadores eléctricos en el norte de Malí para que pueda haber un abastecimiento continuo de agua, aunque sea con poca presión.
© CICR / V. Mbaoh Nana

Un médico se prepara para sacarle a un lactante la cánula que le habían puesto en la muñeca. Para esto, no se necesita corriente eléctrica, pero para otros procedimientos sí. Por esta razón, el CICR instaló un generador en el hospital y diariamente lo provee de 100 litros de carburante. Así, el hospital presta servicios las 24 horas del día.  

Hospital regional de Gao, Malí.
Un médico se prepara para sacarle a un lactante la cánula que le habían puesto en la muñeca. Para esto, no se necesita corriente eléctrica, pero para otros procedimientos sí. Por esta razón, el CICR instaló un generador en el hospital y diariamente lo provee de 100 litros de carburante. Así, el hospital presta servicios las 24 horas del día.
© CICR