Desde 1945

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, el CICR inició un proceso de revisión y ampliación de los Convenios de Ginebra para evitar que se repitieran los horrores de aquel conflicto. Ante los nuevos retos y crecientes necesidades, se convirtió en una "gran" organización humanitaria con presencia permanente en todos los continentes. Ha tenido que aprender a lidiar con graves riesgos de seguridad y el peligro de que las actividades humanitarias sean utilizadas cada vez más con fines políticos.