Yemen: responder a las crecientes necesidades de la población en un entorno cada vez más inseguro

09-04-2014 Resumen de actividades

A medida que las condiciones de seguridad en Yemen se deterioran, resulta cada vez más difícil acceder a las comunidades que huyen del conflicto armado y que necesitan ayuda humanitaria. En esta compleja situación, el CICR se esfuerza por encontrar un equilibrio entre el mantenimiento de la seguridad y la respuesta a las necesidades de las personas afectadas.


Delegados del CICR distribuyen ropa de cama, como parte de las actividades destinadas a mejorar las condiciones de vida en un centro de deportación en Saná. En ese centro se alojan cientos de migrantes que esperan regresar a su lugar de origen. ©CICR/Basheer Al Selwi, Yemen. 

"Sigue siendo muy problemático obtener acceso incondicional y en condiciones seguras a las poblaciones atrapadas en los enfrentamientos que tienen lugar en distintas zonas del país, sobre todo en Al Jawf y Maarib, Abyan, Shabwa y partes de Hadramaut", dijo Cedric Schweizer, jefe de la delegación del CICR en Saná. "Durante los últimos meses, hemos tenido que reformular varias veces nuestra modalidad de trabajo para poder trabajar en condiciones seguras, en un entorno cada vez más inseguro", añadió.

Como consecuencia de la situación, el CICR en Yemen recientemente se vio obligado a cerrar su oficina en Amran.

"El CICR seguirá respondiendo a las necesidades humanitarias en la gobernación de Amran en tanto y en cuanto la situación en materia de seguridad le permita hacerlo", explicó Schweizer, "pero es importante que todos los actores en la gobernación y en todo Yemen comprendan y acepten el papel que desempeña el CICR, en su calidad de organización puramente humanitaria, en la tarea de aliviar el sufrimiento de las personas atrapadas en los enfrentamientos esporádicos y en la violencia, independientemente de sus creencias religiosas, afiliación política, raza o género". Añadió que "también es importante que todos en Yemen comprendan que el emblema del CICR se utiliza para proteger e identificar a nuestros colaboradores y que no tiene ninguna connotación religiosa".

Ayuda para las personas afectadas

En enero de 2014, el CICR evacuó al último grupo de víctimas de Dammaj y ayudó a recuperar los cuerpos de 37 personas de ambos bandos. 

Dammaj, norte de Yemen.
En enero de 2014, el CICR evacuó al último grupo de víctimas de Dammaj y ayudó a recuperar los cuerpos de 37 personas de ambos bandos.
© CICR

Entre enero y marzo de 2014, el CICR logró prestar ayuda a comunidades que habían perdido sus ingresos debido al desplazamiento, por ejemplo distribuyendo artículos esenciales como mantas, utensilios de cocina, colchonetas y paquetes con productos para la higiene para unos 150 hogares en Ghail Bawazir, gobernación de Hadramaut.

Además, para ayudar a las familias a mantener sus medios de vida y satisfacer sus necesidades, el CICR también ofreció trabajos temporales a más de 500 personas a través de su programa de "dinero por trabajo", en Abyan. Mediante esta iniciativa, se rehabilitó un canal de riego en la zona. Otras 300 personas se beneficiaron del mismo programa en Hajrat Fallah, Sadá, donde se limpió un pozo excavado a mano.

También en Abyan, casi 340 agricultores que habían perdido su producción apícola debido al desplazamiento recibieron 17 extractores de miel que les ayudaron a iniciar proyectos de generación de ingresos para mantener a sus familias. En Taiz, ocho familias recibieron donativos para apoyar proyectos de medios de subsistencia.

Asistencia a hospitales y centros de rehabilitación física

En algunas zonas rurales y otras regiones afectadas por el conflicto, los servicios de asistencia de salud tienen dificultades para responder a las necesidades de la población civil. El apoyo que reciben del CICR les ayuda a renovar las instalaciones y a brindar formación a su personal.

Un equipo médico del CICR imparte formación en primeros auxilios a militantes. 

Al Dhalea, sur de Yemen.
Un equipo médico del CICR imparte formación en primeros auxilios a militantes.
© CICR

Entre enero y marzo de 2014, los equipos de salud del CICR proporcionaron insumos médicos, entre ellos paquetes de apósitos y medicamentos, a diez centros de salud en las gobernaciones de Sadá, Amran, Saná y Abyan, ayudando así a mejorar el acceso a la asistencia de salud para más de 215.000 pacientes.  

Para ayudar a los hospitales y centros de salud a mejorar su respuesta a situaciones de emergencia, el CICR también organizó sesiones de formación en primeros auxilios y otros temas relacionados con la salud para más de 150 especialistas, entre ellos parteras y enfermeras, personal del Ministerio de Salud y miembros de grupos armados y de las fuerzas de seguridad, en las gobernaciones meridionales de Abyan y Al Dhalea, la gobernación de Amran y el distrito de Arhab, en Saná.

Durante este período, el CICR ayudó a evacuar a 59 personas heridas durante los enfrentamientos, de Dammaj, en la gobernación de Sadá, a Saná, la capital del país. Además, facilitó la entrega de los restos de 37 personas a sus familiares y a representantes de la comunidad.

El CICR sigue prestando apoyo a cuatro centros de rehabilitación física administrados por el gobierno en Mukalla, Adén, Saná y Taiz. Entre enero y principios de marzo de 2014, más de 13.000 personas se beneficiaron de los servicios de rehabilitación física, mientras que otras 6.000 recibieron tratamiento de fisioterapia. El CICR también distribuyó a los pacientes más de 60 sillas de ruedas y casi 300 muletas.

Agua potable y saneamiento

El acceso al agua potable sigue siendo un grave problema en Yemen, y el rápido agotamiento de las aguas subterráneas empeora la situación. Mediante sus proyectos de abastecimiento de agua, el CICR procura rehabilitar los sistemas de suministro de agua potable y de agua de riego en las zonas rurales y mejorar la infraestructura de abastecimiento de agua y de saneamiento en entornos urbanos.

Entre enero y marzo de 2014, en colaboración con las autoridades locales, el CICR finalizó dos proyectos en Abyan y Lahj, mejorando el abastecimiento de agua en zonas urbanas y rurales en beneficio de unas 38.430 personas.

También han finalizado las obras de ampliación del centro de rehabilitación física en el distrito de Mansura, Adén, garantizando de este modo el tratamiento de hasta 30 personas por día. Otras 40 personas por día se beneficiarán de la finalización de la segunda etapa de las obras que se realizan en el centro de rehabilitación física de Taiz. Asimismo, se completó el diseño preliminar de un nuevo centro en Sadá.

Visitas a detenidos y restablecimiento del contacto entre familiares

Durante los primeros tres meses de 2014, el CICR realizó siete visitas a distintos lugares de detención en Saná, Taiz y Adén, durante las cuales evaluó el trato y las condiciones de vida de 1.900 detenidos. El objetivo de estas visitas es velar por que los detenidos, cualquiera sea el motivo de su arresto y detención, reciban un trato digno y humano.

Los dirigentes tribales firman un certificado de transferencia durante una operación facilitada por el CICR en la que algunas personas retenidas por el Movimiento Al Hirak del Sur fueron intercambiadas por personas retenidas por las fuerzas armadas yemeníes. 

Al Dhalea, sur de Yemen.
Los dirigentes tribales firman un certificado de transferencia durante una operación facilitada por el CICR en la que algunas personas retenidas por el Movimiento Al Hirak del Sur fueron intercambiadas por personas retenidas por las fuerzas armadas yemeníes.
© CICR

El CICR también concluyó la construcción de una nueva lavandería y un parque de juegos infantiles en el Centro de Deportación. Estas instalaciones beneficiarán a más de 500 migrantes.

Asimismo, el CICR ayudó a las autoridades penitenciarias a establecer cuatro clínicas en las cárceles de detención preventiva en Saná, lo que proporcionará a unos 1.000 detenidos acceso a la atención primaria de salud, mejorando así sus condiciones de detención

En su carácter de organización humanitaria neutral, el CICR facilitó la transferencia de unas 30 personas privadas de libertad entre el movimiento de Hirak del Sur y las Fuerzas Especiales de Seguridad de Yemen, en Al Dhalea, en el sur del país.

Para ayudar a las familias separadas a mantener el contacto, el CICR distribuyó más de 900 mensajes de Cruz Roja entre migrantes y refugiados de Somalia, Etiopía y Eritrea que viven en Yemen, y sus seres queridos. La Institución también ayudó a mantener el contacto entre las personas detenidas en Guantánamo y sus allegados en Yemen mediante el intercambio de unos 75 mensajes de Cruz Roja, 40 llamadas telefónicas y 50 videoconferencias. Se celebraron otras 13 videoconferencias, en este caso entre familias yemeníes y sus parientes detenidos en Bagram, Afganistán.

Promover el respeto del derecho internacional humanitario

Recordar a las partes beligerantes su obligación de respetar a los civiles es parte esencial del cometido del CICR. Entre enero y marzo de 2014, el CICR organizó un taller de dos días con la participación de 57 entidades benéficas islámicas en Yemen, en el cual se dialogó sobre el código de conducta para las organizaciones humanitarias que realizan actividades en Yemen.

A fin de facilitar el acceso más seguro de los servicios de atención médica, el paso rápido de las ambulancias y la protección del personal de salud, de los enfermos y heridos, así como de todos los centros de salud, el CICR también dialogó sobre la seguridad en el terreno con actores estatales y no estatales, entre los que se contaban más de 70 oficiales de las fuerzas de seguridad en Saná y zonas aledañas.   

Para más información:

Marie Claire Feghali, CICR Saná (en árabe, inglés y francés), tel.: + 967 73 607 19 67
Sitara Jabeen, CICR Ginebra, tel.: + 41 79 536 92 31

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