INFORME: Crisis en Lago Chad - Mayo 2015
A raíz del conflicto en el norte de Nigeria, miles de personas han muerto y más de un millón han tenido que abandonar sus hogares. Numerosas personas han sido secuestradas, incluidas más de doscientas jóvenes estudiantes de Chibok, en abril de 2014. Las personas desplazadas han buscado refugio en otras partes de Nigeria y en los países vecinos de Camerún, Chad y Níger. Por ello, la situación se ha convertido en una crisis regional.
"La violencia que tiene lugar en Nigeria está causando enorme sufrimiento y obligando a numerosas familias a separarse", dice el presidente del CICR, Peter Maurer. "Es una de las crisis humanitarias actuales de mayor magnitud a nivel mundial, que ha cobrado una dimensión regional. Es crucial que las autoridades nacionales y la comunidad internacional tomen las medidas necesarias para alimentar a las personas hambrientas, dar refugio a quienes se han quedado sin techo y prestar asistencia de salud a quienes la necesiten."
El CICR es una de las pocas organizaciones internacionales presentes sobre el terreno. Presta apoyo en numerosos ámbitos, entre los que se destacan los cuatro siguientes: agua y alimentos, asistencia de salud, desplazamiento de población y efectos de la crisis a nivel regional.
Lea nuestro informe: Crisis en Lago Chad: familias separadas, niños con hambre, futuro incierto (en inglés)
Ayuda que presta el CICR
Arroz, guisantes, aceite comestible. Platos y cacerolas. Estos son los artículos que necesitan los pobladores. El CICR ha distribuido alimentos y artículos domésticos de primera necesidad para unas 260.000 personas en el nordeste de Nigeria y para 65.000 personas en Níger. Tenemos previsto seguir prestando más ayuda.
Además, el CICR ha realizado las siguientes actividades:
- más de treinta intervenciones quirúrgicas de pacientes que presentaban heridas de arma en Maiduguri;
- construcción de 10 refugios grandes que pueden alojar hasta 50 personas cada uno en Yola, Nigeria. Estamos instalando más de 300 carpas, 300 refugios más pequeños y 150 letrinas en Maiduguri;
- construcción de tres pozos en Yola y renovación de otros dos; distribución de agua en camiones cisterna en favor de unas 8.000 personas en Maiduguri;
- donación de artículos médicos para 11 hospitales y 14 filiales de la Cruz Roja de Nigeria;
- capacitación de unos 1.400 socorristas y voluntarios y de otras 164 personas en la gestión adecuada de restos humanos;
- distribución de alimentos para 21.300 personas en Níger;
- envío de un anestesista y de un enfermero de quirófano al hospital principal de Diffa (Níger);
- registro de los datos de 59 niños en Chad que han perdido el contacto con sus padres, con la esperanza de reunirlos;
- facilitación de unas 3.000 llamadas telefónicas para que familiares separados restablecieran el contacto;
- registro de los datos de 14 niños nigerianos que estaban en Camerún separados de sus familiares;
- capacitación de personal de la Cruz Roja de Camerún en primeros auxilios y en gestiones para ayudar a localizar a familiares separados;
- esfuerzos por encontrar a centenares de personas separadas de sus familias en Nigeria.
El CICR proporciona insumos médicos y brinda capacitación en cirugía el Hospital Especializado Estatal de Maiduguri, a fin de ayudar al personal a tratar las enfermedades y las heridas causadas por estallidos de bombas y balas. CC BY-NC-ND / ICRC / Jesus Serrano Redondo
Un empleado del CICR registra los datos de niños no acompañados en Baga Sola, Chad. CC BY-NC-ND / ICRC / Jesus Serrano Redondo
Qué prevemos hacer ahora
Dada la gravedad de la situación humanitaria y debido a que, en algunos lugares, somos una de las pocas organizaciones humanitarias presentes sobre el terreno, solicitamos fondos adicionales para seguir prestando asistencia a las personas afectadas.
Solicitamos 60 millones de francos suizos (65 millones de dólares estadounidenses) para realizar más actividades:
- Otras 500.000 personas, aproximadamente, recibirán alimentos.
- Los equipos de cirugía en Maiduguri (Nigeria) y Diffa (Níger) apoyarán la labor de los hospitales regionales.
- Ayudaremos a 12 centros de atención primaria de la salud en el norte de Nigeria.
- Ayudaremos a más personas a encontrar a sus familiares.
La crisis en Lago Chad ha causado enorme sufrimiento. El CICR desea asegurarse de que las víctimas de la violencia reciban todo el apoyo posible y de que no se olvide su trágica situación.
Personal de la Cruz Roja de Nigeria distribuye alimentos suministrados por el CICR entre las personas desplazadas en Maiduguri. El CICR tiene previsto distribuir alimentos entre otras 500.000 personas. CC BY-NC-ND / ICRC / Jesus Serrano Redondo
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Impacto regional
El nordeste de Nigeria está afectado por un conflicto armado desde hace años. Desde el último semestre de 2014, la violencia ha cobrado una dimensión regional, ya que se ha extendido a Camerún, Níger y Chad. Este conflicto se caracteriza por la violencia extrema contra la población civil. No se respetan las normas básicas del derecho internacional humanitario.
La familia Sanusi tuvo que recorrer 400 kilómetros a pie por las montañas, con pocos alimentos y agua, para encontrar un lugar seguro en Camerún. CC BY-NC-ND / CICR / Jesus Serrano Redondo
En Camerún, Awa y Salamatou Ousmane están tratando de ingeniárselas para criar a sus 13 hijos combinados sin un padre. Su numerosa familia vivía pacíficamente en Madagali, Nigeria, cuando el padre resultó muerto en el frente durante un ataque. Rápidamente, cubrieron los ojos de los niños y decidieron volver a casa.
Una grave preocupación que tenían al huir con sus nueve hijos y cuatro hijas era no tropezar con la violencia en el viaje hasta casa de su familia política en Camerún. Cuando se les pregunta qué necesita su familia, Awa responde como en un susurro: "No sé por dónde empezar. Hemos perdido todo".
Swyiman Sanusi estaba trabajando como maestro en Gulak cuando, el 5 de septiembre tuvo que huir para salvar su vida. Su esposa, Maria logró escapar con tres de los niños CC BY-NC-ND / CICR / Jesus Serrano Redondo
Los niños ya no van a la escuela, y la posibilidad de que alguna vez vuelvan a hacerlo parece remota. Es difícil establecer prioridades. La ropa de los niños está hecha harapos. Algunos de ellos se han enfermado. La familia ya no tiene dinero para ropa ni para medicamentos.
"Por ahora, tratamos de darles al menos una comida por día", dice Awa. "Ellos saben, incluso el más pequeño, que a veces pueden ayudar pidiendo algo en el mercado. Pero también saben que no es mucho lo que pueden hacer."
Una de las principales secuelas físicas que padecen es el trauma psicológico de haber visto a su marido y padre muerto. La más pequeña gatea por el piso. "Mírela, tenía tres meses cuando su padre murió", dice Awa. "¿Qué le vamos a decir cuando crezca?"
Una mujer nigeriana que huyó cruzando la frontera hacia Chad utiliza un teléfono del CICR para ponerse en contacto con su familia. CC BY-NC-ND / ICRC / Jesus Serrano Redondo
"Huí con mis hijos porque el sufrimiento era insoportable. Ya no podíamos más", dice Hafeesa Adamu. "Íbamos de aldea en aldea. Caminamos hasta llegar a Mubi. De Mubi nos fuimos a una aldea llamada Maiha. Y de allí a Camerún, al poblado más cercano a la frontera."
Entrevista del CICR, Yola, Nigeria, marzo de 2015