República Centroafricana: herramientas que facilitan la subsistencia

03-10-2013 Reportaje

Las comunidades en el sudeste de la República Centroafricana quedaron en gran medida a salvo del conflicto que estalló en el país en diciembre de 2012; sin embargo, desde hace cinco años viven abrumadas por la inestabilidad y la violencia causada por la presencia del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en la zona. Por temor a los ataques, muchas personas huyeron de sus hogares en las zonas rurales y buscaron refugio en las aldeas de Zémio, Obo, Mboki y Rafaï.

Desde el cambio de gobierno que tuvo lugar a fines de marzo de 2013, las organizaciones humanitarias enfrentan nuevas restricciones en materia de logística y de seguridad, que dificultan más aún el acceso a esta parte del país. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está presente en la región desde 2010, pero se vio obligado a reducir sus actividades cuando su base en Rafaï fue saqueada en marzo. Pese a todo, el CICR mantiene su apoyo a las comunidades locales y a las personas desplazadas residentes en la zona, y les provee herramientas para fortalecer sus medios de subsistencia y, por lo tanto, la economía local.

Los molinos para mandioca alivian la carga

“Cuando digo a los niños que me ayuden a moler la mandioca, me preguntan por qué no usamos el molino”, dijo Isabelle con una carcajada. Los habitantes de Obo, una aldea en el sudeste del país, estaban acostumbrados a moler manualmente este alimento básico, pero pronto se habituaron a los molinos proporcionados por el CICR. Los comités locales los alquilan y cobran unos 15 centavos de euro por cada balde de 10 litros de mandioca. Con el dinero obtenido, se paga el mantenimiento de las máquinas. “La molienda de mandioca, que  demandaba más de una hora, ahora es una tarea de cinco minutos”, dijo Blaise, un voluntario de la Cruz Roja Centroafricana que supervisa el programa en Obo. “Esto se traduce en que las mujeres tienen más tiempo para cuidar de sus hijos y preparar la cena cuando regresan de los campos”.

Bicicletas y carros impulsan la economía local

El criterio de la gestión local se aplicó también al alquiler de bicicletas y carros para el transporte de ladrillos y otros objetos pesados o incómodos. Después de un proceso bastante arduo para ponerlo en marcha –ya que hubo que transportar todo el equipamiento por camión y descargarlo y volver a cargarlo en cada lugar donde la ruta cruzaba un río– el programa finalmente comenzó a implementarse a fines de octubre de 2012. “Todavía quedan aspectos por mejorar”, dijo Hyppolite, presidente de uno de los comités de gestión en Zémio. “Lleva tiempo preparar y poner todo en marcha; ya hubo que reparar algunos carros, pero los comentarios iniciales son positivos”. En Zémio, los carros se utilizan principalmente para transportar la cosecha de mandioca más rápida y fácilmente hacia la aldea y así se reducen los robos de este alimento tan preciado que se cometen directamente en los campos.

Los emprendimientos locales consiguen los materiales que precisan

Esta nueva ayuda consiste no sólo en el préstamo de bicicletas, carros y molinos para mandioca a través de los comités de gestión locales, sino también en la distribución de materiales para los herreros, los leñadores, los mecánicos y los carpinteros y para otros oficios locales. Los hermanos Wissa, en Mboki, están entre quienes recibieron herramientas. Trabajan juntos desde hace varios años y finalmente pudieron obtener un cepillo de carpintería, una herramienta a la que no habían podido acceder hasta ahora.  

 

“Antes, teníamos que hacer todas las terminaciones con un cuchillo”, explicaron, “pero ahora, con esta herramienta, obtenemos un acabado más liso. Esto ha atraído a nuevos clientes”. Construyen sillas, mesas y marcos de puertas y ventanas y esperan invertir el dinero que ganan en otras herramientas que simplifiquen y mejoren la calidad de su trabajo.

Fotos

Los residentes de Mboki usan un molino para mandioca provisto por el CICR y gestionado por la comunidad. Los molinos facilitan la elaboración de este alimento básico. 

Los residentes de Mboki usan un molino para mandioca provisto por el CICR y gestionado por la comunidad. Los molinos facilitan la elaboración de este alimento básico.
© CICR / O. Chassot

Los hermanos Wissa, carpinteros de Mboki, un pueblo del sudeste del país, trabajan con herramientas brindadas por el CICR como parte de su proyecto de asistencia a los emprendimientos locales. 

Los hermanos Wissa, carpinteros de Mboki, un pueblo del sudeste del país, trabajan con herramientas brindadas por el CICR como parte de su proyecto de asistencia a los emprendimientos locales.
© CICR / O. Chassot

Un hombre de Zémio empuja un carro proporcionado por el CICR como parte de su proyecto comunitario para impulsar la economía en el sudeste de la República Centroafricana. 

Un hombre de Zémio empuja un carro proporcionado por el CICR como parte de su proyecto comunitario para impulsar la economía en el sudeste de la República Centroafricana.
© CICR / O. Chassot