Madagascar: pierna nueva, vida nueva

24-11-2014 Reportaje

El 25 de enero de 2014, Madagascar celebró la asunción de su nuevo presidente en el estadio municipal Mahamasina, en Antananarivo. A las siete de la tarde de ese día, Elisabeth abandonó su pequeña tienda en el distrito vecino de Anosy para ir a comprar productos frescos con su hermana. De repente, la cegó una luz brillante y una fuerte explosión le arrancó la pierna izquierda, proyectándola a varios metros de ella.

Narindra Rakotonanahary, responsable del departamento de comunicación de la delegación del CICR en Antananarivo, nos cuenta cómo esta joven malgache ha recibido ayuda del CICR.

Cuando todavía estaba consciente, Elisabeth oyó gritar a alguien: “¡Ayúdennos! ¡Está muerta!”. Pero ahora no recuerda quién la llevó al hospital. Cuando se despertó al día siguiente, se dio cuenta de que había perdido la pierna izquierda. Además de un dolor físico que ya era insoportable, tuvo que padecer una angustia aún mayor cuando su madre murió solo unos días después de recibir la noticia.

Después de dos meses en el hospital, Elisabeth recibió una primera prótesis, pero realmente no podía usarla. Por eso, el CICR se ofreció a hacerle otra, pero ella tenía que ir al Akanin'ny Marary (“Hogar para enfermos”), un centro que recibe apoyo del Fondo Especial del CICR para los Discapacitados. Su hermana menor, que no se ha separado de su lado desde el accidente, fue con ella al centro, que se encuentra al sur de la capital, a cinco horas en coche. “Mi hermana siempre tiene que estar cerca para ayudarme. Espero poder ser más independiente con la nueva prótesis”, señaló la joven. Ahora ya habla de volver a trabajar antes de Navidad.

Trabajo en equipo en el centro

Fisioterapeutas y técnicos se ocupan de Elisabeth en el centro Akanin'ny Marary, en Madagascar, que recibe apoyo del Fondo Especial del CICR para los Discapacitados. CICR CC BY-NC-ND/CICR/N.Rakotonanahary

En el centro Akanin'ny Marary, Christian y Thierry, dos técnicos en prótesis/órtesis, empezaron a fabricar una nueva prótesis para Elisabeth. El trabajo debía hacerse con la mayor precisión posible, y la prótesis tenía que quedar perfecta. Sin embargo, cuando Elisabeth se probó la pierna nueva, seguía resultándole incómoda a la altura del muslo. Solenne, una fisioterapeuta del mencionado Fondo que estaba de visita en el centro, y Theo, su colega local, enseñaron a Elisabeth algunos ejercicios que la iban a ayudar a distribuir mejor su peso en la pierna y la prótesis. Mientras tanto, fisioterapeutas y técnicos identificaron los distintos puntos que necesitaban corregir al volver a armar y ajustar la prótesis. Solenne explicó que el Fondo Especial del CICR para los Discapacitados promueve este enfoque multidisciplinario: “El éxito de un paciente a la hora de aprender a caminar depende sobre todo de dos cosas: la calidad del dispositivo y los ejercicios que lo acompañan”.

Elisabeth no habla mucho, pero la energía con la que afrontó los ejercicios decía muchísimo sobre su voluntad de adaptarse a su nueva situación y seguir con su vida. Cuando Solenne le preguntó qué tipo de zapatos pensaba usar a diario, para establecer qué talón utilizar y cuánta flexibilidad dar a la prótesis, Elisabeth eligió zapatos planos. “Quiero ponerme unas bailarinas negras bonitas para ir a la iglesia. Para uso diario, las chanclas son perfectas”, dijo con decisión. Las mujeres que estaban ayudándola lo entendieron perfectamente, y Solenne se ofreció para ir a comprarle un par de bailarinas.

Al final de la primera jornada de ejercicios, el equipo concluyó que seguían siendo necesarias algunas modificaciones. Bajo la atenta mirada de Solenne, tomó forma una nueva prótesis. “¡Mañana podrá caminar!”, exclamó la fisioterapeuta con confianza.

 


Thierry y Christian, dos técnicos en prótesis/órtesis, preparan la prótesis bajo la atenta mirada de Solenne,  fisioterapeuta del Fondo Especial del CICR para los Discapacitados. CC BY-NC-ND/CICR/N.Rakotonanahary
 

¡Puede caminar!

Al día siguiente, Elisabeth no paraba de sonreír: estaba aprendiendo a caminar con la prótesis nueva, que era ya parte de su cuerpo. “Ya no siento incomodidad ni dolor”, afirmó. Solenne le pidió entonces que repitiera los ejercicios del día anterior: “Clavo el talón, pongo mi peso sobre él y empujo hacia atrás. ¡Cántalo como si fuera un estribillo!”. Elisabeth sabía que tenía ante sí un gran desafío. Tenía que dominar la distribución de su peso y aprender a caminar de nuevo, pero confiaba en el equipo que la estaba orientando y ya había encontrado la fuerza interior para superar el reto. Los ejercicios se hicieron en un ambiente distendido, y poco a poco perdió el miedo a caerse. Al final de la jornada, Elisabeth ya podía dar algunos pasos sola, con la pierna nueva. El equipo compartía su alegría. “Esperamos que en dos semanas pueda estar caminando sola, con las dos piernas”, señaló Solenne.

 


“¿Te empujo?”, le dice en broma Solenne durante un ejercicio con barras, y Elisabeth suelta una carcajada. CC BY-NC-ND/CICR/N.Rakotonanahary

 

El centro Akanin’ny Marary y el Fondo Especial del CICR para los Discapacitados

El centro Akanin'ny Marary fue fundado por misioneros católicos en 1964. Atiende cuatro tipos de pacientes: personas con lepra, tuberculosis, problemas de salud mental y discapacidades físicas y psicomotoras (amputados, personas con pie zambo, etc.). Entre enero y octubre de 2014, el servicio de rehabilitación y ortopedia del centro atendió más de 200 pacientes. La mayoría de ellos eran niños con parálisis cerebral (40%), pie zambo (40%) o paraplejia, pero también acudieron al centro adultos para consultar a especialistas y que les colocaran las prótesis. El servicio cuenta con un equipo multidisciplinario que se compone de seis técnicos, un fisioterapeuta y tres asistentes, y dos zapateros. El centro recibe capacitación, visitas, supervisión técnica y apoyo material del Fondo Especial del CICR para los Discapacitados. 
 


El servicio de rehabilitación y ortopedia del Centro es conocido y respetado en Madagascar. CC BY-NC-ND/CICR/N.Rakotonanahary

El Fondo Especial del CICR para los Discapacitados fue establecido por el CICR en 1983, para garantizar la continuidad de los proyectos del CICR para personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia y dar apoyo a centros de rehabilitación física en países de bajos ingresos. En 2001, el mencionado Fondo se convirtió en un fondo independiente según la legislación suiza. El Fondo tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades. Se propone también reforzar la capacidad de las estructuras de rehabilitación física y garantizar que sus servicios sean sostenibles.