República Centroafricana: “Estamos decididos a prestar asistencia pese a las dificultades”

16-10-2014 Entrevista

Desde el 7 de octubre, la capital centroafricana es el escenario de enfrentamientos y fuertes tensiones. Jean-François Sangsue, jefe de la delegación del CICR en Bangui, describe la situación humanitaria en el país y las dificultades que el CICR y los equipos de la Cruz Roja deben enfrentar en materia de seguridad.

¿Cuál es la situación actual en Bangui?

Al cabo de varios días de violencia, la seguridad es muy precaria en las calles de Bangui. La capital es presa de una espiral de violencia en un contexto de protesta política y anarquía oportunista. La tensión es palpable, y se difunden rumores de todo tipo. Desde hace una semana, los residentes de Bangui se ven en gran medida obligados a trasladarse a pie a sus ocupaciones habituales. Algunos caminos se encuentran bloqueados por hombres armados o bandas de delincuentes, o inclusive por barricadas. Si bien no disponemos de cifras precisas, miles de personas habrían dejado sus hogares para acudir a un sitio para desplazados en el sur de la ciudad, considerado más seguro. También se produjeron enfrentamientos en Dekoa, en el este del país, así como en Bouar, en el oeste.

¿Cuáles son las dificultades que enfrentan desde hace unos días?

Desde el inicio de esta nueva ola de violencia, los equipos de la Cruz Roja Centroafricana se han visto afectados. Ya no pueden circular, ni recoger los cuerpos de las víctimas, ni evacuar a los heridos. Por otra parte, tampoco son los únicos afectados por esta restricción de movimiento que padecemos todos los que trabajamos para ayudar a las víctimas del conflicto, como los equipos médicos y humanitarios. Sin embargo, estas dificultades y la inseguridad en algunos distritos no ha hecho mella en nuestra determinación de acudir en ayuda de quienes la necesitan, como los heridos en espera de un tratamiento quirúrgico o las personas desplazadas que necesitan agua. Desde el lunes, nuestro equipo de cirugía logró ocuparse nuevamente de los heridos en el hospital comunitario de Bangui. No obstante, es preciso fortalecer la confianza en la Cruz Roja que los centroafricanos han demostrado durante muchos años. Ya sea mediante reuniones bilaterales, mensajes enviados a la población o transmisiones de radio, instamos al conjunto de la población y a todos aquellos que porten un arma a dejar pasar y trabajar a los equipos de la Cruz Roja. Nuestro papel es fundamental: proteger la vida y la dignidad de cada persona, independientemente de su nacionalidad o de su filiación religiosa o política. Nuestro único propósito es actuar en los lugares donde las dificultades son más acuciantes.

CC BY-NC-ND/ICRC

¿Qué han podido hacer pese a estos obstáculos?

Desde que estalló la nueva ola de violencia el 7 de octubre pasado, más de 37 heridos fueron atendidos por los equipos centroafricanos del hospital comunitario de Bangui y otros 28 pacientes recibieron asistencia. Asimismo, los ingenieros hidráulicos del CICR supervisaron a distancia la construcción de un tanque de 70.000 litros que fue conectado a la red de la ciudad para asegurar el abastecimiento de agua potable del centro de desplazados de Mpoko. También brindaron apoyo a las tareas de mantenimiento de la red de agua a fin de evitar la interrupción del suministro en esta situación de crisis. Del mismo modo, la acción humanitaria prosigue en el resto del país. En Kaga Bandoro, alrededor de treinta heridos ingresaron al hospital de la ciudad desde el viernes. El domingo 12 de octubre, el CICR derivó a dieciséis de ellos de Dekoa al hospital de Kaga Bandoro, donde nuestros equipos los atendieron. En Ndele y Bambari, los equipos del CICR prosiguen sus actividades sin dificultades adicionales.