Myanmar: ampliación de las actividades humanitarias ante la persistencia de las necesidades
08-07-2013 Comunicado de prensa 13/124
Ginebra–Yangón (CICR) – El CICR intensifica sus actividades en Myanmar para mejorar las condiciones de detención y ayudar a las víctimas del conflicto armado y otras situaciones de violencia. Los graves disturbios ocurridos, durante el último año, en el estado de Rakhine, han perturbado la vida de la población. Cientos de miles de personas han perdido su vivienda y sus medios de subsistencia y hacen frente a una reducción del acceso a los cuidados de salud.
"El conflicto y la violencia han entrañado ingentes necesidades humanitarias en Myanmar", explicó el jefe de Actividades Operacionales del CICR para Asia Oriental, Asia del Sudeste y el Pacífico, señor Alain Aeschlimann. "Cientos de personas han muerto o han resultado heridas y muchas han sido detenidas. Miles de viviendas han quedado destruidas y las comunidades difícilmente pueden acceder a los servicios esenciales".
El CICR ha efectuado un llamamiento para solicitar una financiación adicional de 8,5 millones de francos suizos (8,82 millones de dólares estadounidenses), lo cual eleva el presupuesto total que la Institución destina a ese país a 15,6 millones de francos suizos (16,4 millones de dólares estadounidenses) en 2013. Gracias a los fondos, se atenderá principalmente a las personas más afectadas por la violencia y las tensiones entre comunidades en el estado de Rakhine, en el oeste del país. Tras la reanudación de las visitas a los lugares de detención, en enero de 2013, el CICR también está incrementando la asistencia técnica que facilita a las autoridades a fin de mejorar las condiciones de detención. La Institución estudia, asimismo, nuevos cauces para mejorar la prestación de cuidados de salud en otros lugares afectados por el conflicto, como el estado de Kachin y el estado septentrional de Shan, donde, según se ha informado, decenas de miles de personas permanecen desplazadas.
"En el último año, hemos aumentado gradualmente el alcance de nuestras actividades humanitarias para atender estas necesidades y, con este fin, hemos ampliado nuestra presencia en las zonas del país más afectadas por la violencia y hemos reanudado las visitas a los lugares de detención", explicó el señor Aeschlimann. "El viaje del presidente del CICR a Myanmar, el pasado mes de enero, durante el que se entrevistó con el presidente Thein Sein y con otros altos dignatarios, fue un acontecimiento decisivo. Actualmente, nuestro objetivo es consolidar los logros y seguir expandiendo las actividades para atender a más personas en situación de necesidad."
Asimismo, el CICR ayuda a restablecer los servicios básicos de atención de salud en los municipios más expuestos a las tensiones del estado de Rakhine, donde la violencia estalló en junio de 2012. Desde enero de 2013, equipos conjuntos del CICR y de la Cruz Roja de Myanmar han transportado a unas 900 personas de distintas comunidades étnicas y de confesión islámica de ese estado, al hospital de referencia de Sittwe, para recibir atención de emergencia y acudir a consultas. "Con frecuencia, los heridos y los enfermos no pueden cruzar los lindes de las distintas zonas comunitarias para acceder a las clínicas y a los hospitales", señaló el señor Aeschlimann. "Estamos mejorando el saneamiento y restaurando el sistema de suministro de agua, en los centros de salud, en beneficio de toda la población, independientemente de sus orígenes. Asimismo, estudiamos cómo reanudar los servicios de salud preventivos y ayudamos, por ejemplo, a las comadronas a regresar a zonas rurales de las que se habían visto obligadas a huir a raíz de la violencia".
La violencia y las tensiones entre comunidades y el temor que éstas infunden han reducido los ingresos de la población. "Cientos de personas se han visto privados de sus medios de subsistencia en una amplia zona. Las comunidades apenas se relacionan. Ello conlleva la reducción de los intercambios comerciales, la limitación del acceso a las tierras de cultivo y a las zonas de pesca y la merma de las fuentes de ingresos de los jornaleros", aseveró el señor Aeslichmann. "El CICR prevé ayudar a restablecer y a mantener los medios de subsistencia de más de 15.000 personas en el estado de Rakhine".
Se está emprendiendo proyectos de trabajo remunerado en efectivo, adaptados a cada comunidad. Por ejemplo, en los municipios de Pauktaw y de Rathedaung, la Institución se centra en la mejora de las infraestructuras como las carreteras, los estanques y las instalaciones de riego de los pueblos. Además, los ingenieros del CICR han mejorado las instalaciones sanitarias y de abastecimiento de agua en beneficio de unas 7.000 personas, en los campamentos de desplazados y en las aldeas del municipio de Sittwe, y se hacen cargo de otras necesidades urgentes a medida que surgen.
En los últimos seis meses, la Institución ha visitado seis lugares de detención en el país, para supervisar el trato que se brinda a las personas detenidas y las condiciones de detención. Durante las visitas, los empleados del CICR visitan las instalaciones y se entrevistan en privado con los detenidos que ellos mismos elijen. Con las autoridades concernidas, tratan únicamente cuestiones relativas al bienestar de los presos y presentan recomendaciones a este respecto, en el marco de un diálogo permanente y constructivo. Gracias a la asistencia que el CICR ofrece a las autoridades penitenciarias con miras a la mejora de las condiciones de vida en las cárceles, se ha podido reparar las instalaciones de abastecimiento de agua y saneamiento de cuatro cárceles que albergan un total de 14.000 detenidos. "Trabajamos en estrecha colaboración con las autoridades penitenciarias para determinar las áreas en las que nuestros conocimientos especializados resultan de mayor utilidad", precisó el señor Aeschlimann. "Asimismo, entregaremos medicamentos y suministros médicos básicos, a los responsables de la atención de salud en las prisiones, para que las personas detenidas dispongan de un tratamiento médico adecuado".
En febrero de 2013, el CICR visitó, por primera vez, Kachin, estado del norte de Myanmar afectado por la violencia, donde distribuyó material médico esencial a tres hospitales, ubicados en áreas bajo el mando de la oposición y en zonas controladas por el gobierno. "Estamos estudiando nuevos medios para apoyar los servicios médicos básicos y de urgencia en la zona y mejorar la infraestructura de salud para que todas las personas que lo precisen puedan acceder a servicios adecuados. También es necesario reforzar los servicios de rehabilitación física destinados a las víctimas de minas en la zona", declaró el señor Aeschlimann. El CICR apoya a cuatro centros de rehabilitación física, gestionados por el Ministerio de Salud o por la Cruz Roja de Myanmar, en varias zonas del país, en los que ha atendido a casi 2.000 personas desde comienzos de año.
Para más información:
Giuseppe Pogliari, CICR, Yangón, tel.: +95 94 20 10 76 06
Ewan Watson, CICR, Ginebra, tel.: +41 79 244 64 70