Filipinas: la Cruz Roja proporciona una ayuda vital
23-12-2011 Resumen de actividades
Como un ladrón en la noche, la tormenta tropical Washi, conocida también como Sendong, provocó riadas en el sur de Filipinas, alrededor de un millar de víctimas y graves daños a la infraestructura.
El agua y los alimentos se evidenciaron como las necesidades más urgentes puesto que localidades enteras fueron arrasadas y las redes de agua destruidas en las provincias más afectadas de las regiones de Mindanao y Visayas. Muchas personas pudieron conservar solo la ropa totalmente enlodada que llevaban puesta mientras lloraban por los que no habían sobrevivido.
Socorros de emergencia
En cooperación con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR envío inmediatamente 3.000 paquetes de socorros consistentes en víveres (como sardinas enlatadas y arroz), y otros socorros (mosquiteros, mantas, bidones y productos de aseo) para apoyar las operaciones de asistencia dirigidas por la Cruz Roja de Filipinas. En el término de 48 horas, se beneficiaron de esta ayuda 18.000 personas en los tres lugares más afectados: Cagayan de Oro, Iligan y Bukidnon.
"En una situación de emergencia de esta envergadura, era esencial proporcionar ayuda a las personas lo más pronto posible", dijo Graziella Leite Piccolo, jefa adjunta de la delegación del CICR en Filipinas, que coordinó la respuesta del CICR. "Dado que nuestro asociado, la Cruz Roja de Filipinas, ya contaba con una firme presencia en las regiones afectadas por el desastre, pudimos proporcionar una rápida asistencia a miles de personas durante las horas críticas, tras la tormenta tropical y la inundación."
Se envió una segunda carga de 3.400 paquetes de socorros para otras 20.400 personas, a fin de reforzar la primera asistencia enviada a Cagayan de Oro e Iligan y ayudar a los habitantes de otras regiones, como Negros Oriental y Surigao del Sur, afectadas tanto por el desastre como por el actual conflicto armado interno.
Suministro de agua potable
Es difícil conseguir agua potable en varias regiones. Si bien en Cagayan de Oro, los daños en las tuberías impiden el abastecimiento de agua, algunas de las fuentes de agua quedaron intactas. Para apoyar al equipo de gestión de desastres de la Cruz Roja Filipinas, seis especialistas en agua y hábitat del CICR encontraron la manera de suministrar agua tanto a los supervivientes en los centros de evacuación como a los residentes de las vecindades en donde hacía falta agua.
Los equipos formados por la Cruz Roja de Filipinas y el CICR incrementaron la capacidad de almacenamiento de agua, instalando tanques flexibles y conectándolos a grifos o a lugares estratégicos de recogida de agua en cinco barangays (pequeñas localidades): Macasandig, Carmen, 1315, Kauswagan y Consolación. Esta respuesta de emergencia redundó en beneficio de unas 16.000 personas, abasteciéndolas de cinco litros de agua potable por día y por persona.
Apoyo a las instalaciones sanitarias
La tormenta dañó más de 31 centros de salud y provocó cientos de heridos. Cuatro hospitales en Cagayan de Oro, Iligan, Bukidnon y Butuan utilizan los apósitos, material de cirugía y medicamentos que habían recibido antes del CICR, como parte del apoyo que la Institución les presta con regularidad. Dos hospitales en Cagayan de Oro e Iligan recibieron también un donativo de 8.000 cápsulas antibióticas.
El elevado número de víctimas plantea un problema para la gestión de los cadáveres. Por esta razón, el CICR donó las 189 bolsas para cadáveres que tenía en sus reservas en el país a la Cruz Roja de Filipinas en Cagayan de Oro.
Continuará el seguimiento y la evaluación de la situación humanitaria para cerciorarse de que la respuesta es efectiva y adecuada. EL CICR, junto con sus asociados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, está dispuesto a desarrollar en donde más haga falta una actividad neutral e imparcial.
Para más información:
Allison Lopez, CICR, Manila, tel: +63 908 868 68 84
Philippe Stoll, CICR, Ginebra, tel: +41 22 730 31 40 ó +41 79 536 92 49