Malí: miles de personas afectadas por los combates en el norte

“Los desplazados huyen de la violencia en masa, de manera precipitada y en condiciones de extrema pobreza”, explica Juerg Eglin, jefe de la delegación regional del CICR para Níger y Malí. “Estamos trabajando con la Cruz Roja Maliense y la Cruz Roja de Níger respectivamente para proporcionarles alimentos y alojamiento y mejorar su acceso al agua. Las últimas evaluaciones realizadas por nuestros equipos en el norte de Malí son especialmente alarmantes.

Cerca de 26.000 desplazados en Ménaka y sus alrededores, y otros 4.000 en la zona de Aguelhoc

En Aguelhoc, a 150 kilómetros al noreste de Kidal, en el norte de Malí, los violentos combates obligaron a cerca de 4.000 personas a huir e instalarse en las aldeas colindantes, la mayoría en condiciones muy precarias. “Algunos desplazados se han podido alojar en familias de acogida, pero la mayoría han tenido que improvisar alojamientos temporales bajo el sol abrasador de esta zona semidesértica. Carecen de alimentos, a lo que hay que añadir la pérdida de una parte de sus animales en la huida”, explicó el señor Eglin.

En colaboración con la Cruz Roja Maliense, el CICR se prepara para distribuir a los desplazados de Aguelhoc alimentos (mijo, arroz, aceite y sal) y otros artículos de primera necesidad (lonas, mantas, colchonetas, baldes, utensilios de cocina y productos de aseo). Como medida de urgencia, la Cruz Roja Maliense ya ha entregado víveres a 600 personas desplazadas cuya situación era especialmente preocupante.

Según estimaciones in situ del CICR y la Cruz Roja Maliense, en Ménaka (región de Gao), los enfrentamientos han obligado a cerca de 26.000 personas a huir en busca de mayor seguridad, refugiándose en esta localidad y en sus alrededores.

En Tessalit (region de Kidal), Léré y Niafunké (Tombuctú), otras localidades del norte de Malí afectadas por los combates, también se está realizando una evaluación de las necesidades. Según fuentes locales, el número de desplazados en estas regiones podría situarse en torno a los 20.000.
“Lo importante ahora es ayudar a estos desplazados de la manera más rápida y adecuada”, señaló el señor Eglin. “Tenemos que lidiar con un clima árido, grandes distancias y unas condiciones de seguridad muy delicadas”.

Visitas a los detenidos y atención a los heridos

El 5 de febrero, el CICR logró visitar en el norte del país a 13 soldados del ejército regular que se encontraban en manos de un grupo armado, para comprobar sus condiciones de detención y el trato que se les dispensaba. Los detenidos pudieron escribir mensajes a sus familiares.

“Proseguiremos el diálogo con todas las partes para acceder a todas las personas que se encuentren bajo su custodia”, aseguró el señor Eglin. “Este diálogo constante también es indispensable para garantizar la seguridad de nuestro personal”.

En otro orden de cosas, un equipo médico del CICR prestó atención a los heridos en los alrededores de la localidad de Ménaka.

Agua, alimentos y alojamiento para las personas refugiadas en Níger

Los combates que se libran en Ménaka y Andéramboukane han obligado a más de 15.000 personas —malienses y nigerinos — a buscar refugio en Níger, en el norte de la región de Tillabery, cerca de la frontera. El CICR, en colaboración con la Cruz Roja de Níger, distribuye víveres y artículos de primera necesidad, y se afana por mejorar el acceso al agua.

Las consecuencias humanitarias de la violencia en el norte de Malí están debilitando aún más esta región del Sahel ya de por sí castigada por las sequías y las recurrentes crisis alimentarias. Varios Gobiernos de la región y algunos actores humanitarios que trabajan en la zona ya han alertado del riesgo de que se produzca una grave crisis alimentaria y ganadera en 2012, fruto de las malas cosechas debidas a una estación de lluvias exigua.

Para más información:
Germain Mwehu, CICR, Niamey, tel.: +227 97 45 43 82
Steven Anderson, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 20 11 ó +41 79 536 92 50