República Centroafricana: decenas de miles de personas temen salir del bosque

25-11-2013 Resumen de actividades N° 13/07

Debido a la inseguridad que prevalece en la República Centroafricana, decenas de miles de personas no se atreven a salir de los bosques, donde el consumo de agua no potable las hace vulnerables al paludismo y a otras enfermedades.

"Si bien las autoridades de la República Centroafricana y la comunidad internacional procuran aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad en las provincias, la inseguridad obliga a miles y miles de personas a refugiarse en el bosque, en condiciones de vida y de higiene deplorables", explica el jefe de la delegación del CICR en este país, Georgios Georgantas. "Las autoridades tienen la responsabilidad de restaurar el orden, y su restauración permitiría restablecer los servicios públicos, especialmente en el ámbito de la salud, y mejorar las condiciones de vida".

"La situación actual es sumamente preocupante. A menudo, la población refugiada en el bosque no tiene más remedio que beber el agua contaminada o de mala calidad que encuentran y muchas personas apenas tienen que comer. Estas condiciones de vida hacen que los desplazados, sobre todo los niños de corta edad y las mujeres embarazadas, sean extremadamente vulnerables a las enfermedades", subraya el señor Georgantas. Por lo demás, el acceso a la atención médica es inexistente en gran parte del territorio.

A fin de ayudar a las personas que viven en los alrededores de Kaga Bandoro, en el centro del país, el CICR ha desplegado dos clínicas móviles, que han atendido, desde hace un mes, a más de 5.000 personas, entre las cuales 390 mujeres embarazadas y casi 1.000 niños de menos de cinco años aquejados de paludismo. "Las principales afecciones son el paludismo, las enfermedades respiratorias causadas por el sereno y la diarrea provocada por el consumo de agua no potable", explica el responsable de los programas de salud del CICR, doctor Bonaventure Bazirutwabo.

El CICR continúa su programa de atención comunitaria contra el paludismo, principal causa de mortalidad en la República Centroafricana, del cual se benefician unas 500 personas por semana. "Aparte de este apoyo directo a la población, que se presta en asociación con la Cruz Roja Centroafricana, sensibilizamos a todos los portadores de armas a no atacar las instalaciones o al personal de salud", señala el señor Bazirutwabo. La Cruz Roja Centroafricana ayda a las personas afectadas por la violencia, mediante la prestación de servicios de primeros auxilios.

En cuanto a la situación alimentaria, este año las cosechas de maíz, mijo, sorgo y caupí han sido suficientes. "La inseguridad es preocupante, ya que impide a los pequeños comerciantes dar salida a sus productos alimentarios, con la consiguiente caída de los precios, y obtener a cambio de ellos bienes de primera necesidad, como azúcar, sal o jabón, cuyos precios, por el contrario, registran marcados aumentos", explica el señor Georgantas.

El CICR distribuyó raciones alimentarias para un mes, compuestas de maíz, fríjoles, aceite y sal, en favor de las familias de acogida en Yolake y de las familias que quedaron dispersas tras las violencias registradas en la región de Gaga, a 200 kilómetros al noroeste de Bangui. En total, más de 12.000 personas recibieron esta ayuda en Bossambele, Yolake, Zawa y Bekadili.

Durante el último mes, el CICR, en colaboración con la Cruz Roja Centroafricana,

  • organizó el traslado de 12 heridos de guerra al hospital comunitario de Bangui, y de otros 14 pacientes al hospital de Kaga Bandoro;
  • reunió a 14 niños con sus familiares;
  • visitó a más de cien detenidos en la cárcel de Ngaragba, en Bangui;
  • donó más de 55.000 kilogramos de productos químicos a la empresa de abastecimiento de agua (SODECA), para tratar y potabilizar el agua del río, en beneficio de 400.000 habitantes de Bangui y sus alrededores;
  • construyó 64 letrinas de emergencia en Bossangoa y organizó sesiones para promover los buenos hábitos de higiene en favor de más de 37.000 personas;
  • distribuyó 250.000 litros de agua por día en Ndélé, en favor de más de 10.000 personas, gracias al apoyo que presta a SODECA;
  • construyó siete letrinas y rehabilitó pozos de perforación en Bouca, en colaboración con la Cruz Roja Centroafricana;
  • atendió a las necesidades de casi 2.000 personas, en las localidades de Obo y de Birao, en el este del país.

Más información:
Nadia Dibsy, CICR, Bangui, tel.: +236 75 64 30 07
Jean-Yves Clémenzo, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 22 71 ó +41 79 217 32 17

Fotos

Yaloké, República Centrafricana. Personas desplazadas y familias de acogida reunidas en un centro de distribución del CICR y la Cruz Roja Centroafricana, donde recibirán maíz, alubias, sal y aceite de cocina. 

Yaloké, República Centrafricana. Personas desplazadas y familias de acogida reunidas en un centro de distribución del CICR y la Cruz Roja Centroafricana, donde recibirán maíz, alubias, sal y aceite de cocina.
© CICR / Serge Belalengui

En el mercado central de Yaloké, que está casi vacío, las mujeres venden productos locales como mandioca y pasta de maní. 

En el mercado central de Yaloké, que está casi vacío, las mujeres venden productos locales como mandioca y pasta de maní.
© CICR / Serge Belalengui

Yaloké. Personas desplazadas y familias de acogida reciben maíz, alubias, sal y aceite de cocina en una distribución organizada por el CICR y la Cruz Roja Centroafricana. 

Yaloké. Personas desplazadas y familias de acogida reciben maíz, alubias, sal y aceite de cocina en una distribución organizada por el CICR y la Cruz Roja Centroafricana.
© CICR / Serge Belalengui