El CICR en Filipinas

20-02-2014 Introducción

El CICR estableció una presencia permanente en Filipinas en 1982, si bien la Institución ya realizaba actividades en el país desde 1959. La delegación del CICR en Manila actualmente concentra su respuesta humanitaria en las zonas aisladas del país que padecen las consecuencias, a menudo crónicas, de los largos conflictos armados.

Según las necesidades de las comunidades afectadas, el CICR lleva a cabo una serie de actividades humanitarias integradas, que abarcan acceso al agua, apoyo a los medios de subsistencia y asistencia de salud. Asimismo, propicia el respeto del derecho internacional humanitario por parte de los portadores de armas y las autoridades. Cuando se le solicita, el CICR actúa como intermediario discreto y apolítico entre grupos enfrentados. La Institución realiza numerosas actividades con la Cruz Roja de Filipinas, su principal socio humanitario en el país.

Asistencia a las comunidades vulnerables

Muchas comunidades han quedado atrapadas en medio del conflicto cíclico de una década de duración, que contribuye a la arraigada pobreza y a la falta de acceso a los servicios básicos. El CICR asiste a estas comunidades vulnerables para que recuperen o fortalezcan sus medios de subsistencia mediante proyectos agrícolas y de pesca. Además, también trabaja con los miembros de estas comunidades para restablecer y mejorar su acceso al agua potable mediante la rehabilitación y la construcción de redes de suministro de agua y la instalación de sistemas de distribución de emergencia.

El apoyo a los establecimientos de salud locales en las zonas afectadas por el conflictoe comprende diversas actividades, desde la donación de insumos médicos hasta la instalación de hospitales temporales en caso de emergencia. Por otra parte, mediante apoyo técnico y de infraestructura a la Fundación Jubilee de Davao, un centro de rehabilitación física en Mindanao, el CICR procura mejorar el tratamiento que reciben las personas con discapacidad y amputaciones, incluidas víctimas de la violencia.

Respuesta ante emergencias

Cuando ocurren desastres naturales en las zonas propensas a los conflictos, el CICR ayuda a que las comunidades afectadas se recuperen, mediante la distribución de alimentos y artículos para el hogar, la reconstrucción de los servicios esenciales y el apoyo a los medios de subsistencia. La Institución también ayuda a restablecer el contacto entre familiares separados.

Apoyo al bienestar de los detenidos

Durante décadas de conflicto interno armado en Filipinas, el CICR ha visitado a los detenidos en todo el país, en particular a las personas detenidas en relación con el conflicto armado. La Institución verifica las condiciones de detención y el trato que se brinda a los detenidos. En 2007, el CICR y las autoridades nacionales pusieron en marcha un programa denominado “Llamado a la acción”, que aborda las cuestiones jurídicas y procesales que causan situaciones de hacinamiento en los centros de detención, así como condiciones de vida y de salud deficientes para los detenidos, en particular la propagación de la tuberculosis.
El CICR cuenta con un total de 400 colaboradores locales y expatriados en Filipinas. Además de la delegación en Manila, existen subdelegaciones del CICR en Davao (Mindanao) y Guiuan (Samar), así como oficinas en Cotabato, Zamboanga y Bislig (Mindanao), Bacolod (Negros Occidental), Tacloban (Leyte) y Basey (Samar).

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