Pakistán: Manshad vuelve a vivir gracias a su nueva pierna

12-12-2011 Reportaje

Manshad Ahmed tenía 25 años cuando su aldea natal de Ghanchattar, en la Cachemira bajo administración pakistaní, fue sacudida por un fuerte sismo. Al volver en sí tras una cirugía, quedó conmocionado cuando supo que le habían amputado la pierna por debajo de la rodilla. El terremoto no sólo hizo pedazos sus huesos, sino también sus sueños. Manshad habló con el CICR acerca de la experiencia de afrontar los traumas psicológicos y físicos y superar las dificultades económicas.

"No pueden imaginarse cómo se siente no poder caminar más. Pensaba que era la persona más inútil de la tierra. En lugar de ayudar a mis ancianos padres, me convertí en una carga", dice Manshad, sentado en un banco, dentro de su tienda de comestibles.

"Recuerdo bien ese día. Salí de casa temprano por la mañana para comprar algo de leche para mis padres. De repente, todo empezó a sacudirse. No comprendí lo que estaba sucediendo hasta que vi caer los ladrillos de una pared. Una gran viga se desplomó sobre mi pierna. Pude oír el ruido de mis huesos quebrándose. Pero, ese dolor no fue nada en comparación con lo que sentí cuando supe que me habían amputado la pierna. No quería ser cobarde pero, durante semanas y semanas, lloraba todo el tiempo".

Dominando su emoción, Manshad sigue: "Había empezado a trabajar unos pocos días antes. Mi hermano mayor me había prometido que construiría mi propia casa y me casaría. Mis sueños de una vida modesta, pero feliz, quedaron hechos pedazos.  Las personas que me rodeaban también sufrieron mucho. El terremoto destruyó casas y causó la muerte de  muchos de mis familiares, pero yo seguía pensando en mi propia tragedia. Con el paso del tiempo, empecé a odiar mi cama, mis muletas, a mí mismo".

El camino a la recuperación

Mientras hablamos, Manshad toca su pierna ortopédica una y otra vez. De vez en cuando, entran y salen clientes y tenemos que interrumpir nuestra charla. Manshad se pone de pie para pesar unas arvejas para un cliente, y luego prosigue su relato.

“No pueden imaginar lo que se siente cuando uno se para de nuevo, incluso con una pierna artificial. Cuando el médico del CICR me colocó la prótesis y me puse de pie por primera vez, me temblaban las piernas constantemente. Me sentía como un niño, quería correr, correr rápido y mostrarles a todos que ya no dependía de los demás. Durante una semana, me enseñaron cómo caminar y subir con mi nueva pierna. Quería regresar a mi aldea cuanto antes. Quería que la gente me viera caminar de nuevo. ¡Era independiente!

En 2007, con el apoyo del Ministerio de Salud, el CICR abrió un centro de rehabilitación física en Muzaffarabad. El centro provee en forma gratuita prótesis, aparatos de ayuda ortopédica como sillas de ruedas, muletas y órtesis, y servicios de fisioterapia para personas con discapacidades físicas. Además, en el Centro se prestan cuidados complementarios a los pacientes registrados y se reemplazan sus prótesis con regularidad.

“Dos años después, hubo que reemplazar la prótesis. Durante mi estadía de una semana en el centro de rehabilitación física, me enteré de la posibilidad de abrir un negocio con el apoyo del CICR. Tras hablar con mi hermano y mis amigos, decidí abrir esta tienda de comestibles. Mi solicitud fue evaluada y aprobada. Tomé un curso de cinco días sobre gestión de empresas, y el CICR me trajo todo lo que necesitaba para mi tienda. Después, el personal del CICR me visitaba cada dos meses para seguir asesorándome".

La tienda de Manshad produce un ingreso pequeño pero constante, y le permite sustentar a su familia y hacer planes para el futuro.

"Estoy casado y tengo dos hijas. Tenemos casa propia, y puedo cuidar bien de mis padres. Es todo lo que quería, todo lo que soñaba".

Centro de Rehabilitación Física de Muzaffarabad

  • Entre julio y septiembre de 2011, el CICR proporcionó 125 prótesis y órtesis a 109 pacientes y admitió a 134 nuevos pacientes.

  • Desde su apertura, en julio de 2007, el centro ha prestado asistencia a casi 4.000 personas discapacitadas.

  • Desde 2008, los pacientes del Centro pueden solicitar un donativo para iniciar o ampliar una empresa de su elección, con el apoyo y el seguimiento del CICR. Entre julio y septiembre de 2011, el CICR ayudó a 50 personas discapacitadas a iniciar pequeñas empresas, lo que lleva a 732 el total de proyectos que cuentan con el apoyo de la Institución. La mayoría de los beneficiarios han optado por abrir tiendas de comestibles o de verduras y frutas, sastrerías o fábricas de velas, o dedicarse a la cría de ganado.

Fotos

Ghanchattar, Cachemira administrada por Pakistán. Manshad Ahmed camina, algo que pensaba que jamás volvería a hacer. 

Ghanchattar, Cachemira administrada por Pakistán. Manshad Ahmed camina, algo que pensaba que jamás volvería a hacer.
© CICR

Ghanchattar, Cachemira administrada por Pakistán. Manshad Ahmed atiende a un cliente en el negocio que abrió gracias al apoyo del CICR. 

Ghanchattar, Cachemira administrada por Pakistán. Manshad Ahmed atiende a un cliente en el negocio que abrió gracias al apoyo del CICR.
© CICR