Islas Falkland/Malvinas: una mirada sobre la acción del CICR, a 30 años del conflicto

30-03-2012 Entrevista

El 2 de abril se cumplen 30 años desde el inicio del conflicto que la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña mantuvieron a raíz de la disputa que tienen por las islas Falkland/Malvinas. En esta entrevista, Edmond Corthésy, quien entonces era jefe de la delegación del CICR en Buenos Aires, rememora las actividades de la Institución durante el conflicto, en especial, las acciones en favor de los prisioneros de guerra.

¿Cuál fue la principal actividad del CICR durante el conflicto del Atlántico Sur?  

Las visitas a los prisioneros de guerra, realizadas tanto en tierra como en el mar.

Tuvimos acceso a todos los prisioneros de guerra reagrupados en Port Stanley/Puerto Argentino, incluidos los oficiales de alto rango, como el comandante de las fuerzas armadas argentinas en las islas Falkland / Malvinas (1); y también visitamos y registramos los datos de unos 500 oficiales prisioneros en un ferry, donde permaneció uno de nuestros delegados hasta que los últimos combatientes capturados fueron liberados, en julio.

Con respecto a la otra parte, el CICR también se entrevistó varias veces con un prisionero británico, un aviador que había sido capturado en combate, trasladado al continente y detenido en una base de la fuerza aérea en el noroeste argentino, cerca de La Rioja; luego fue conducido a Montevideo, Uruguay, bajo los auspicios del CICR y entregado a las autoridades de su país (2).
  
En las visitas, registrábamos los datos de los prisioneros y, por supuesto, también verificábamos su estado de salud y las condiciones en que se encontraban, desde un punto de vista humanitario.

El CICR también facilitó varias operaciones de liberación. Algunas tuvieron lugar durante las hostilidades y otras, cuando éstas ya habían finalizado.

¿Participó usted personalmente en alguna de estas operaciones?  

Participé en una de las operaciones de liberación al final del conflicto, cuando más de 4.000 prisioneros de guerra llegaron en un buque inglés a Puerto Madryn. Viajé de Buenos Aires a Madryn, en la Patagonia argentina, a fines de junio; me trasladó un helicóptero que nos habían facilitado las fuerzas armadas argentinas. Entonces abordé el buque inglés. Una vez a bordo, hablé con los oficiales ingleses y luego bajé y hablé con los argentinos. Así comenzaron a desembarcar los soldados.

¿Qué otras actividades realizó el CICR?  

El día que estallaron las hostilidades, el CICR envió una nota a las partes para recordarles sus obligaciones en el marco de un conflicto armado internacional, de acuerdo con los cuatro Convenios de Ginebra de 1949.

La delegación de Buenos Aires mantuvo contacto permanente con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas argentinas, a fin de tratar todos los problemas de índole humanitaria directamente relacionados con el conflicto, como el acceso a las zonas de las hostilidades, la notificación sobre los buques hospitales y su señalización, y el intercambio de heridos y prisioneros de guerra. Por su parte, la sede del CICR, en Ginebra, mantuvo un contacto estrecho con la Misión Permanente británica en Ginebra y con los Ministerios pertinentes en Londres.

El conflicto del Atlántico Sur fue la primera vez que se aplicó el II Convenio de Ginebra, referido a los conflictos en el mar.

Uno de los propósitos por los que deseábamos estar en las islas era facilitar la designación de una zona neutral, en el sentido de los Convenios de Ginebra.

Me parece importante subrayar que ambas partes se comprometieron por escrito y de conformidad con los Convenios, algo poco frecuente en el marco del derecho internacional humanitario.

En 1991, familiares de soldados argentinos caídos en combate viajaron por primera vez a las Islas Falkland / Malvinas, bajo los auspicios del CICR, para visitar el cementerio militar de Darwin. ¿Por qué el CICR decidió facilitar esa visita?

Los familiares tuvieron la iniciativa y sugirieron que el CICR facilitara las acciones; nosotros instábamos a las partes a que se realizara la visita, para ayudar a los familiares en su proceso de duelo. Era una cuestión humanitaria.

La operación exigió una preparación de varios meses para lograr el acuerdo entre las partes sobre el modo de realizarla. En esta oportunidad, el CICR actuó una vez más como intermediario neutral.

Más de 300 personas viajaron en el Jumbo 747 de Aerolíneas Argentinas que el Gobierno argentino había alquilado. Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Port Stanley/Puerto Argentino, los ingleses habían dispuesto unos helicópteros con los que nos llevaron al otro lado de la Isla, a Darwin.

Allí estaban las tumbas con los nombres de cada uno de los combatientes caídos, aunque también había muchas sin identificar, por supuesto. Entre nosotros había tres psicólogos preparados para ayudar a los familiares a atravesar esa importante prueba, que emocionalmente era muy fuerte.

Si bien las tratativas para realizar esa visita se habían iniciado mucho tiempo antes, fue posible concretarla casi diez años después de finalizado el conflicto. Cuando llegó el momento, fue muy emocionante e importante y, por los comentarios y el agradecimiento de los familiares cuando volvíamos de las islas, fue, en cierto sentido, reconfortante.

Durante el conflicto del Atlántico Sur:

  • El CICR visitó y registró 11.692 prisioneros de guerra;
  • transmitió 800 mensajes Cruz Roja;
  • desarrolló actividades de prevención en el continente y en las islas;
  • desplegó un equipo de trabajo integrado por 11 delegados expatriados, entre ellos 3 médicos, apoyados por los empleados locales en Buenos Aires y delegados en Ginebra.

El 18 de marzo de 1991, a casi diez años de terminado el conflicto, 358 familiares de ex combatientes argentinos visitaron las tumbas de sus parientes caídos en las islas por primera vez, bajo los auspicios del CICR.

Actualmente, el CICR continúa entregando certificados de prisioneros de guerra a aquellos ex combatientes que tienen dificultades para tramitar su pensión.

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Notas:

(1) La denominación "Islas Falkland / Malvinas" se corresponde con la doctrina del CICR: en el caso de un territorio reivindicado por varias Partes que atribuyen varias denominaciones a este territorio, no es de la incumbencia del CICR tomar una decisión sobre la denominación. Utilizará entonces conjuntamente las denominaciones efectivamente empleadas por las Partes y las pondrá en orden alfabético francés.

(2)  En el inicio del conflicto del Atlántico Sur hubo soldados británicos y civiles capturados por las fuerzas armadas argentinas que fueron entregados a las autoridades de su país en Montevideo; en este caso, si bien el CICR desde abril se preocupó por la suerte de ellos, no participó de las operaciones de repatriación.   

Fotos

Edmond Corthésy fue el delegado del CICR en Buenos Aires durante el Conflicto del Atlántico Sur y dirigió las acciones humanitarias desde el continente. 

Edmond Corthésy fue el delegado del CICR en Buenos Aires durante el Conflicto del Atlántico Sur y dirigió las acciones humanitarias desde el continente.
© CICR

Puerto de Montevideo, Uruguay. El buque hospital británico HMS Hecla, 

Puerto de Montevideo, Uruguay. El buque hospital británico HMS Hecla, señalizado con el emblema de la cruz roja. El conflicto del Atlántico Sur fue la primera vez que se aplicó el II Convenio de Ginebra relativo a la guerra en el mar.
© CICR / L. Chessex / V-P-FK-D-00001-03

Islas Falkland/Malvinas. Familiares de soldados argentinos caídos durante el conflicto depositan flores sobre las tumbas de sus seres queridos. 

Islas Falkland/Malvinas. Familiares de soldados argentinos caídos durante el conflicto depositan flores sobre las tumbas de sus seres queridos.
© CICR / C. Fedele / V-P-fk-d-00006-12