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El CICR reafirma su política de "puertas abiertas" acerca de su cometido durante y después de la Segunda Guerra Mundial

17-02-1999 Comunicado de prensa 99/09

Ginebra (CICR) - El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reafirmó su política de " puertas abiertas " para los investigadores que examinan el cometido de la organización durante la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, tras el resurgimiento de revelaciones publicadas en los medios informativos, según las cuales el criminal de guerra nazi, Josef Mengele, obtuvo engañosamente un documento de viaje del CICR.

Mengele obtuvo el documento del CICR utilizando un nombre falso en Génova, en 1949, que le posibilitó sustraerse de la justicia y huir a Argentina.

Hace muchos años, los investigadores del CICR establecieron y dieron a conocer públicamente que Adolf Eichmann y Klaus Barbie también habían obtenido documentos mediante falsas identidades.

En marzo de 1992, Yves Sandoz, director del Departamento de Doctrina y Derecho del CICR, escribió en el International Herald Tribune del 10 de marzo de 1992: " Estos hombres [Barbie, Eichmann y Mengele ] y quienes los apoyaban secretamente se aprovecharon descaradamente de un servicio humanitario con el que se benefició medio millón de personas, las más de ellas supervivientes de los campos de concentración y refugiados de Europa oriental " .

A comienzos de la Segunda Guerra Mundial y de los resultantes desplazamientos masivos de población, cientos de miles de personas se quedaron sin documentos legales y, a veces, sin nacionalidad. Muchos querían comenzar una nueva vida en otro continente. El CICR ayudó a decenas de miles de esas personas procurándoles documentos de viaje de conformidad con las líneas directrices acordadas con l os Gobiernos concernidos.

En muchos casos se abusó del sistema.

" Estamos comprometidos a tratar de la manera más abierta posible las dolorosas y lamentables experiencias del pasado " , dice, hoy, Yves Sandoz. " No seríamos humanos, si no sintiéramos, por lo menos, algo de la angustia que habrán sentido los supervivientes de los experimentos de Mengele, así como sus familiares cuando se enteraron de cómo este malvado hombre logró escapar de la justicia en el caos de la Europa de la postguerra " .

Sólo hace tres años, el CICR abrió su pormenorizada y extensiva colección de archivos a los investigadores. Desde entonces, más de 150 académicos, periodistas y estudiantes han consultado documentos hechos públicos tras el periodo de 50 años.

René Kosirnik, jefe del Grupo de trabajo del CICR sobre la Segunda Guerra Mundial, dice: " Como institución que busca aprender de su pasado, el CICR tiene mucho interés en complementar su propia investigación con un análisis independiente y externo " .

En años recientes, tras haber recibido una lista de nombres falsos utilizados por los criminales de guerra y altos funcionarios nazis que llegaron a Argentina, investigadores del CICR descubrieron que, por lo menos diez -entre ellos Erich Priebke, Erich Müller y Gerhard Bohne- obtuvieron por medios engañosos documentos de viaje del CICR.

" Esto no es una ciencia exacta " , declara René Kosirnik. " Todo lo que podemos hacer es controlar si expedimos documentos de viaje que corresponden a la lista de nombres falsos que nos fue proporcionada. Algunos corresponden exactamente, otros menos. Lo que es cierto es que investigaremos nuestros archivos lo más detalladamente posible y trataremos las cuestiones que puedan plantearse " .



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