Tortura y malos tratos

26 junio 2015

La tortura y todas las demás formas de tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes están prohibidas por el derecho internacional. El CICR se esfuerza por prevenir estas prácticas y acabar con ellas donde ocurran. Asimismo, presta asistencia a las víctimas de abusos y a sus familiares. A continuación, se resumen los hechos acerca de la tortura y los malos tratos, así como la forma en que el CICR se ocupa de tales abusos.

Tortura y malos tratos – algunos hechos

  • La tortura está generalizada. Hoy en día, no existe ningún país ni sociedad que sean totalmente inmunes a una u otra forma de este fenómeno.
  • Existe una prohibición absoluta de la tortura y de todas las demás formas de tratos crueles, inhumanos, degradantes o humillantes. Esta prohibición se establece en el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.
  • La tortura es una afrenta a la humanidad. Constituye un ultraje intolerable a las propias víctimas y a la dignidad humana.
  • Las consecuencias físicas y psicológicas para los individuos pueden ser graves e irreparables. Las personas que han sufrido torturas o malos tratos necesitan rehabilitación a largo plazo.
  • Ningún argumento puede justificar la tortura u otras formas de malos tratos, incluidos los argumentos políticos, económicos, culturales, religiosos o relativos a la seguridad.
  • Las familias son las víctimas invisibles de la tortura. La tortura y los malos tratos pueden alterarlas o destruirlas.
  • La tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes pueden destruir el tejido social de una comunidad o sociedad.
  • El abuso genera odio; puede generar resentimiento profundo en el seno de las comunidades y alimentar un ciclo de venganza.
  • A fin de velar por que los detenidos no sufran tortura ni tratos crueles, inhumanos o degradantes, es esencial respetar las garantías judiciales y procesales básicas.
  • El respeto de las garantías judiciales y procesales es un paso importante hacia la prevención del abuso contra las personas privadas de libertad y la mejora de las condiciones de detención.

Qué hace el CICR en relación con la tortura y los malos tratos

  • El CICR se esfuerza por prevenir y poner término a la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en conflictos armados y otras situaciones de violencia.
  • El CICR presta asistencia a las víctimas de abusos y a sus familiares, situando a la persona en el centro de su acción.
  • Para obtener y conservar la confianza de las víctimas y sus familiares, así como el acceso a los actores responsables de presuntos actos de tortura y malos tratos o con influencia potencial para prevenir o poner fin a actos de tortura y malos tratos, el CICR trabaja de manera estrictamente bilateral y confidencial.
  • El CICR interactúa con todas las autoridades y actores influyentes con el solo objetivo de prevenir o poner fin a los abusos y garantizar un trato humano.
  • El CICR ayuda a las víctimas a recobrar la dignidad mediante visitas a los lugares de detención. Sobre la base de sus visitas, el CICR entabla un diálogo confidencial con las autoridades acerca del trato que reciben los detenidos, las condiciones de detención y el respeto de las garantías judiciales.
  • El CICR apoya a las víctimas de abusos y les ayuda en su rehabilitación, en colaboración con organizaciones que se especializan en esta materia, en particular las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
  • El CICR dialoga en forma bilateral y confidencial con las autoridades gubernamentales y otros interlocutores para ayudarles a prevenir y castigar los actos de tortura y otras formas de malos tratos.
  • El CICR también apoya los mecanismos nacionales de prevención y el establecimiento de marcos jurídicos exhaustivos y eficaces.