Fortalecer la protección jurídica de las víctimas de los conflictos armados - Consultas de los Estados y senda futura

12-05-2011 Declaración

Discurso pronunciado por el doctor Jakob Kellenberger, Presidente del CICR.

Excelentísimos Señores y Señoras,
Distinguidos Señores y Señoras:

El 21 de septiembre del año pasado, compartí con ustedes las conclusiones del estudio del CICR sobre el fortalecimiento de la protección jurídica de las víctimas de los conflictos armados. En esencia, en el estudio se llegó a la conclusión de que, en general, el derecho internacional humanitario es un marco apropiado para reglamentar la conducta de las partes en los conflictos armados, sean de índole internacional o no internacional. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, lo que se necesita para mejorar la situación de las personas afectadas por los conflictos armados es una mejor observancia del marco jurídico existente. No obstante, en el estudio del CICR también se demostró que para garantizar una mejor protección en favor de estas personas se deben afrontar las debilidades normativas mediante la vigorización del derecho en cuatro ámbitos específicos, es decir: (a) la protección de las personas privadas de libertad, (b) la aplicación del derecho internacional humanitario y el resarcimiento para las víctimas de violaciones, (c) la protección del entorno natural, (d) la protección de las personas desplazadas internas.

En mi declaración del mes de septiembre pasado, también anuncié que, los siguientes meses, el CICR entablaría un diálogo con los Estados para debatir acerca de las conclusiones contenidas en el estudio y el modo posible de dar curso a éste. Hoy, la finalidad de nuestra reunión es presentar los resultados de estas consultas y proporcionar información sobre las próximas medidas que el CICR planea emprender.

Las consultas fueron una experiencia enriquecedora. Los Estados de todas las zonas del mundo participaron y compartieron sus puntos de vista con el CICR, sobre los problemas humanitarios básicos a raíz de los conflictos armados y las posibles soluciones jurídicas. La mayoría de los Estados con los que celebramos consultas nos dieron comentarios detallados tanto en sustancia como respecto del proceso, lo que es, sin duda, un signo alentador del interés genuino en los asuntos que eran objeto de las consultas. Esto no fue una labor fácil, dado que el programa para celebrar las consultas era relativamente corto y el ámbito del tema sometido para comentarios era bastante extenso. Agradezco a todos los que participaron en este ejercicio.

Esa fase de las consultas fue un primer paso en nuestro diálogo con los Estados sobre la necesidad de fortalecer el derecho internacional humanitario. Todos los Estados, incluidos los que aún no han podido expresar su punto de vista, tendrán otras oportunidades para contribuir a este diálogo.

Ahora, permítanme hablar de los principales resultados del proceso de consultas. Los Estados con los que celebramos consultas confirmaron la conclusión general del CICR: el derecho internacional humanitario es hoy más pertinente que nunca para garantizar protección a todas las víctimas de los conflictos armados. Estuvieron de acuerdo en el hecho de que, en la mayoría de los casos, una mejor observancia del marco jurídico existente es la mejor manera de atender a las necesidades de estas víctimas. La reafirmación de que son adecuadas las normas vigentes del derecho internacional humanitario es un llamamiento a los Estados y a las partes en los conflictos armados, a fin de que renueven sus esfuerzos para respetar y hacer respetar el derecho humanitario. También es motivo de aliento para el CICR, a fin de que la Institución continúe sus actividades de promoción de este marco jurídico. Por ello, estoy agradecido.

Los Estados también compartieron nuestra evaluación de los problemas de índole humanitaria en los conflictos armados contemporáneos, como se describen en el estudio. Se reconoció generalmente que los problemas graves se plantean en la práctica, en los cuatro ámbitos deslindados y puestos de relieve en el estudio y que se debe emprender una acción. Sin embargo, las opiniones sobre cómo afrontar estas preocupaciones jurídicamente eran diversas y, por lo tanto, quedan abiertas para un debate. En particular, algunos Estados expresaron reservas a la idea de que deberían desarrollares nuevas normas convencionales en cada uno de dichos ámbitos. Así pues, el CICR considera que todas las opciones deben examinarse minuciosamente, incluida la elaboración de instrumentos de derecho indicativo, la identificación de las mejores prácticas y la facilitación de procesos de expertos para el esclarecimiento de normas vigentes. De hecho, estas son diferentes maneras de fortalecer el derecho internacional.

Además, los Estados que participaron en las consultas aclararon que no sería realista trabajar simultáneamente en esos cuatro ámbitos. Señalaron que las prioridades deben establecerse sobre la base del nivel del interés manifestado por los Estados en cada uno de los ámbitos.

La protección de las personas privadas de libertad fue claramente señalado por la mayoría de los Estados como un ámbito en el que urge seguir trabajando. En particular, reconocieron la necesidad de garantizar una mejor protección jurídica para las personas detenidas por razones de seguridad, durante los conflictos armados no internacionales. Se necesitan orientaciones inequívocas para prevenir la detención arbitraria. Algunos Estados también insistieron en el hecho de que se debe poder afrontar los peligros a los que están expuestos los detenidos, cuando son trasladados del poder de una autoridad al de otra. Otros también expresaron interés por las necesidades de protección específicas de algunas categorías de personas en detención, como las mujeres, los niños, los ancianos y los discapacitados. Así pues, esto nos ha alentado a seguir trabajando para la protección de las personas privadas de libertad.

Obviamente, en esa labor habrá que considerar otros procesos en curso sobre la protección de las personas privadas de libertad, a fin de velar por que dichos procesos sean complementarios. Algunos Estados mencionaron el Proceso de Copenhagen sobre la detención en las operaciones militares multinacionales. Sin embargo, la finalidad de una iniciativa del CICR tendría que ser más amplia, para que cubra todas las formas de conflictos armados no internacionales. Además, el CICR considera que algunos problemas de índole humanitaria no pueden resolverse debidamente en la práctica mediante una mera reafirmación de las comunes normas jurídicas operacionales. Por ende, la Institución está convencida de que, independientemente de los resultados de otros procesos en curso, es menester seguir trabajando respecto de la protección de las personas privadas de libertad.

Para un considerable número de Estados, también era prioritaria una mejor aplicación del derecho internacional humanitario. Los Estados convinieron en que muchos de los mecanismos que este marco jurídico proporciona han sido insuficientes hasta la fecha. Reconocieron en particular que los procedimientos actuales para la supervisión de las partes en los conflictos armados poco se han usado en la práctica. Es más, muchos Estados reconocieron que los mecanismos desarrollados fuera del ámbito del derecho internacional humanitario tienen limitaciones y que no se trazaron para aplicar esa rama del derecho. Algunos Estados insistieron en que era necesario enmendar las herramientas de aplicación actuales, como la Comisión Internacional Humanitaria de Encuesta, a fin de garantizar su debido funcionamiento. Otros Estados consideraron que deberían examinarse las diferentes soluciones alternativas, incluida la posibilidad de establecer un nuevo mecanismo. Cualquiera sea la solución que se decida finalmente, coincidieron en que son prioritarios los debates sobre una mejor aplicación del derecho internacional humanitario, a fin de dar más credibilidad a este marco jurídico.

Pero, en ese interés por la aplicación del derecho internacional humanitario, no parece estar incluida la cuestión del resarcimiento para las víctimas de los conflictos armados. En tanto que algunos Estados convienen en que sería útil esclarecer las normas vigentes sobre la reparación, y el CICR aún considera que esta cuestión plantea, en la práctica, grandes problemas de índole humanitaria que han de solucionarse, otros manifestaron claramente sus reservas sobre el particular y no parecen considerar que, por el momento, sea una prioridad en el desarrollo jurídico.

Por lo que atañe a los otros dos ámbitos puestos de relieve en el estudio, es decir la protección del entorno natural y la protección de las personas desplazadas internas, llegamos a la conclusión de que, en esta fase, un número de Estados no considera que sea prioritario celebrar más consultas e investigación para fortalecer el derecho. En relación con la protección del entorno natural, varios Estados manifestaron interés en el esclarecimiento de las normas vigentes al respecto en el derecho internacional humanitario. Algunos también expresaron su interés por un debate y la identificación de las mejores prácticas para prevenir daños al medio ambiente, durante las operaciones militares y la limpieza de áreas contaminadas después de terminadas dichas operaciones. Respecto de la protección de las personas desplazadas internas, el resultado de las consultas sugiere que los esfuerzos deberían centrarse principalmente en la promoción del marco jurídico existente, incluidas las normas pertinentes del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos, así como la promoción de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, aprobados en 1988. Dicho de otro modo, las consultas tendían señalar que aún no era pertinente debatir con los Estados sobre el fortalecimiento del derecho internacional humanitario en estos dos ámbitos. Sin embargo, el CICR continuará trabajando para garantizar un mejor conocimiento y entendimiento de esas cuestiones, si procede mediante la organización de reuniones de expertos.

El CICR, basándose en su experiencia diaria de los conflictos armados en diferentes partes del mundo, sigue considerando que estos cuatro ámbitos involucran graves problemas desde el punto de vista humanitario, que requieren el desarrollo del derecho internacional humanitario. Sin embargo, la finalidad del proceso de consultas era prestar atención a lo que expresan los Estados, entender sus opiniones respecto de la sustancia, procedimientos y prioridades. La conclusión del CICR, en esta fase, es que la prosecución del diálogo sobre el fortalecimiento del derecho internacional humanitario debería centrarse en la protección de las personas privadas de libertad y en la aplicación del derecho internacional humanitario. Estos dos temas son los que han despertado mayor interés por parte de los Estados. La acción futura del CICR se basará en dicha conclusión.

La XXXI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja brindará una importante oportunidad para ello. En esa Conferencia, el CICR presentará un informe con sus principales conclusiones sobre su estudio. En ese informe se reitera la posición del CICR de que el derecho internacional humanitario debe fortalecerse en los cuatro ámbitos indicados en el estudio. Explicará que su posición no compromete a otros participantes en la Conferencia. En el informe también se presentará el resultado de las consultas celebradas. Servirá de base para un debate entre los participantes. El debate brindará una oportunidad a cuantos estén interesados, incluidos los que no participaron en las consultas iniciales, para expresar sus puntos de vista. Asimismo, podrán indicar si comparten, y en qué medida lo hacen, el análisis que el CICR presenta en su informe. También será grata al CICR cualquier propuesta relativa a los aspectos sobre los que deberían versar los futuros debates de fondo y la manera de proseguir el diálogo en el futuro.

El CICR también presentará un proyecto de resolución para aprobación por la Conferencia Internacional. Este proyecto de resolución se referirá al estudio y a las consultas. En dicho proyecto se pondrá de relieve que en las consultas se refrendó la pertinencia del derecho internacional humanitario en los conflictos armados contemporáneos; se insistirá en la necesidad de trabajar para una mejor aplicación y observancia de este marco jurídico. También se propondrá que se emprenda un mayor trabajo sobre la protección de las personas privadas de libertad y la aplicación del derecho internacional humanitario.

En el proyecto de resolución no se identificará un resultado especial de la labor que se ha de realizar para fortalecer el derecho. Esta cuestión habrá de discutirse en una fase posterior, considerando los fundamentos de las varias opciones. En cambio, en la resolución se alentará al CICR a proseguir los debates de fondo, así como una mayor investigación y la celebración de otras consultas en estrecha cooperación con los Estados, a fin de identificar la manera más adecuada para resolver los problemas humanitarios en los dos ámbitos propuestos.

Las próximas semanas, el CICR pondrá en circulación un proyecto de resolución y comenzará el debate, a fin de determinar el alcance del consenso que se obtenga sobre este documento. Considero que, en preparación del debate que se realizará en la Conferencia Internacional, es esencial continuar el diálogo constructivo y transparente con los Estados sobre las cuestiones identificadas en el estudio del CICR. Es importante que haya acuerdo y apoyo en la labor que se emprenderá para fortalecer el derecho internacional humanitario.

Esta primera ronda de consultas mostró, sin lugar a dudas, que los Estados tienen la voluntad de participar en cualquier próximo diálogo sobre las nuevas maneras de fortalecer más el derecho internacional humanitario. Esto reviste mucha importancia para mí. A la larga, solo si los Estados se comprometen a hacerlo, se podrán realizar verdaderos cambios a largo plazo en el derecho internacional El CICR está preparado para contribuir a este esfuerzo, de conformidad con su cometido, que le ha sido asignado por la comunidad internacional. Confío en que podamos unir nuestros esfuerzos para hallar maneras eficientes para atender a las necesidades de las víctimas de los conflictos armados.