RD Congo: comunidades del centro-norte de Katanga sufren violencia endémica

Mpiana, provincia de Katanga. Beneficiarios de una distribución de artículos domésticos de primera necesidad realizada por el CICR.  CC BY-NC-ND / CICR

Pese a una campaña de desmovilización mediante la que se logró, en el otoño de 2013, la rendición de varios centenares de milicianos Mai Mai Bakata Katanga, persisten enfrentamientos esporádicos entre distintos grupos armados que permanecen activos y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), lo que mantiene de facto a la población en una situación de tensión continua. Además, desde enero de 2014, aumentan sin cesar las escaramuzas entre determinadas comunidades pigmeas y luba, en particular entre Kiambi y Nyunzu, en el norte del "triángulo de la muerte". 

Numerosas comunidades viven de forma errante, en búsqueda de un entorno más seguro y, ante todo, de medios de sustento básicos.
 

"Ahora constatamos la presencia en el terreno de múltiples actores armados; ello no solo dificulta la comprensión de la situación, sino que además obstaculiza la asistencia que se presta a las víctimas", explica la jefa de la subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Katanga, la señora Andrea Drury. Además, los problemas vinculados con la gestión de las canteras mineras y la escasez de empleos (consecuencia de una pobreza "estructural" en el centro-norte de Katanga) complican aún más la existencia de la población.
 

Desplazamientos constantes de la población civil

Si bien resulta difícil determinar la cantidad exacta de personas desplazadas en el centro-norte de Katanga, aún se observan movimientos pendulares de población en los territorios de Manono, Mitwaba, Pweto, Moba, Nyunzu y Malemba-Nkulu. Tras una nueva oleada de violencia, durante la que se incendiaron y saquearon numerosos pueblos, los habitantes huyeron, abandonando sus escasas pertenencias. Algunos se refugiaron en otros pueblos de la región y otros en los bosques, donde viven sin cobijo, expuestos a la intemperie.

Habida cuenta del limitado acceso a los alimentos y la atención de salud, los desplazados solo subsisten gracias a la solidaridad de los residentes, a menudo, personas desplazadas anteriormente que también sobreviven en una situación muy precaria.

Ingentes desafíos logísticos para llegar hasta las personas necesitadas

Las inestables condiciones de seguridad de los últimos meses y el deterioro de las carreteras han complicado más el ya difícil acceso a las víctimas por parte de las organizaciones humanitarias. No obstante, el CICR ha logrado recientemente reanudar sus actividades de asistencia desde las oficinas de Lubumbashi y Manono. De ese modo, la Institución ha entregado artículos de primera necesidad (lonas, esteras, mantas, utensilios de cocina, baldes, pastillas de jabón, azadas, bidones de plástico y artículos de higiene) a las personas desplazadas en Mpiana y en los alrededores. Gracias a la perseverancia del equipo, que ayudó a transportar 4.100 paquetes de artículos de primera necesidad, se logró subsanar los problemas logísticos a los que se enfrentaba la operación. Ulteriormente, los voluntarios de la sección de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo en Manono participaron con dinamismo en las actividades de distribución, que han beneficiado, a la fecha, a unos 16.300 desplazados.

En el resto de la provincia de Katanga, desde finales de enero de 2014, el CICR:
 

• prosiguió las visitas a las personas detenidas en cuatro cárceles e inició una operación de asistencia alimentaria de emergencia en la prisión de distrito de Kipushi;
• continuó las actividades destinadas al restablecimiento del contacto entre los niños (algunos de ellos reclutados por las fuerzas armadas y los grupos armados activos en la provincia) y sus parientes y registró, en un centro de tránsito de Kamina, a un centenar de niños desmovilizados de la provincia de Kivu Norte (la búsqueda de las familias está en curso);
• organizó sesiones de sensibilización sobre derecho internacional humanitario para 54 oficiales superiores de las FARDC y 44 oficiales y suboficiales de la Guardia Republicana;
• prestó asistencia financiera y técnica para dispensar formación sobre gestión de restos mortales a 20 socorristas de la sección de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo en Katanga;
• recordó a los miembros de las fuerzas armadas y los grupos armados la obligación de respetar a los civiles y la ayuda humanitaria que les está destinada.

Para más información:
Annick Bouvier, CICR, Kinshasa, tel.: +24 38 17 00 85 36
Andrea Drury, CICR, Katanga, tel.: +24 38 25 65 35 34
David-Pierre Marquet, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 25 02 ó +41 79 536 92 48