República Democrática del Congo: reanudación de la violencia en Kivu Sur

13-06-2014 Resumen de actividades N° 03/2014

Desde hace varios días, la población se ve obligada a huir ante los estallidos de violencia entre comunidades y la presencia de grupos armados, lo que acarrea graves consecuencias humanitarias para los civiles más vulnerables, en particular las mujeres y los niños.


Las mujeres y los niños son las principales víctimas de la violencia que ha golpeado a la localidad de Mutarule.CC BY-NC-ND / CICR

En la noche del 6 al 7 de junio, un ataque contra la localidad de Mutarule, ubicada en la llanura de Ruzizi (provincia de Kivu Sur), se saldó con decenas de muertos y heridos. Se ha informado sobre el incendio de una iglesia y varias viviendas. El pueblo ha quedado prácticamente desierto, puesto que sus habitantes, aterrados, han huido hacia las poblaciones vecinas.

La mayoría de los heridos llega al hospital en condición crítica, en todos los casos por heridas de bala.  

La mayoría de los heridos llega al hospital en condición crítica, en todos los casos por heridas de bala.
/ CC BY-NC-ND / CICR

"La mayoría de las víctimas de ese ataque son mujeres y niños; sin embargo, al ser estas personas particularmente vulnerables, se les debía haber protegido. Ello entraña una violación de las normas humanitarias más elementales", explica el jefe de la subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Kivu Sur, Martin Schüepp.

El sábado 7 de junio por la mañana, un equipo del CICR con base en Uvira (a unos cuarenta kilómetros) partió en dirección del pueblo. Pese a la intensa tensión imperante, este logró llegar hasta la localidad de Sange, donde se había cobijado parte de los refugiados. El CICR prestó asistencia a los hospitales de Sange y Uvira mediante el suministro de material de vendaje, instrumentos de sutura, apósitos, desinfectante y medicamentos para que pudieran atender a los heridos o estabilizarlos antes de su evacuación. Además, entregó 30 bolsas mortuorias a las autoridades sanitarias de Sange.

Gracias a las sólidas relaciones que el CICR mantiene con las autoridades y las asociaciones locales, los vehículos de la Institución pudieron circular sin impedimentos y ello pese a las manifestaciones convocadas a raíz de los actos extremadamente violentos que se habían producido.

El equipo de cirugía del CICR y el personal del hospital de Bukavu atienden a los pacientes que llegan a esa institución. 

El equipo de cirugía del CICR y el personal del hospital de Bukavu atienden a los pacientes que llegan a esa institución.
/ CC BY-NC-ND / CICR

El equipo quirúrgico del CICR y el personal del hospital general de referencia de Bukavu atendieron a 10 heridos de bala inmediatamente tras su ingreso. La mayoría presentaba un cuadro agudo. Todos los pacientes requirieron al menos tres operaciones sucesivas. "Uno de los casos más graves es el de un niño de corta edad con una bala en la cabeza. Ha perdido un ojo y la bala ha provocado daños cerebrales. Durante su traslado al hospital, apenas sentía su pulso; pensaba que no iba a llegar en vida", explica la responsable de las actividades quirúrgicas en Bukavu, Laetitia Nemouche. El equipo quirúrgico lo operó de inmediato. "Al día siguiente, le hice una visita. Cuando le dije "jambo" (término que significa "hola" en suajili) y me devolvió el saludo con un tenue pero nítido "jambo", me sentí muy conmovida y aliviada".

Las tensiones entre comunidades no son un fenómeno nuevo en Mutarule. En agosto de 2013, esa localidad fue objeto de un ataque que sesgó la vida de ocho personas y provocó la huida de los habitantes. Cuando la población regresó en febrero de 2014, el CICR distribuyó semillas a más de 5.000 personas para que pudieran reanudar las actividades agrícolas.

Fugas en la cárcel central de Bukavu

El jueves 5 de junio, al amanecer, la cárcel central de Bukavu se vio sumida en un motín durante el que, conforme indican varias fuentes, se fugaron cerca de 300 presos. Se produjeron varios tiroteos, que se saldaron con tres muertos y seis heridos. Tres heridos fueron evacuados sin demora al hospital general de Bukavu. Unos instantes más tarde, el personal del CICR acudió a la prisión para trasladar a otras tres personas en estado grave que habían quedado atrapadas en el interior de los edificios. El equipo quirúrgico atendió inmediatamente a todos los heridos. Lamentablemente, uno de ellos falleció a raíz de las heridas.

Desde principios de 2014, el equipo quirúrgico del CICR que presta servicios en esa cárcel ha atendido a 113 pacientes y efectuado 365 operaciones.

 

Entre enero y finales de mayo de 2014, en la República Democrática del Congo, el CICR:

  • frente a las constantes denuncias de violaciones del derecho internacional humanitario, recordó a los portadores de armas la protección debida a los civiles que les impone esa rama del derecho; con ese fin, efectuó unas cincuenta gestiones (por medios escritos o de forma oral) relativas a las violaciones que se había señalado a la Institución;
  • posibilitó que 240 niños no acompañados -84 de ellos reclutados en algún momento por las fuerzas o los grupos armados- se reunieran con su familia en la República Democrática del Congo o en países vecinos;
  • respaldó a siete hospitales y catorce centros de atención de salud, en los que se prestó atención médica y/o quirúrgica a 640 civiles y portadores de armas heridos de arma;
  • ofreció atención de salud primaria a unas 84.000 personas y apoyo psicosocial a 1.860 víctimas de violencia sexual y/o de traumatismos producidos en relación con los conflictos en Kivu o los violentos ataques ocurridos en la Provincia Oriental;
  • entregó artículos de primera necesidad (de forma directa o mediante el reparto de vales) a 104.000 personas desplazadas o que habían regresado a su hogar y suministró víveres a 14.500 personas en las regiones afectadas por los conflictos;
  • visitó y brindó asistencia -cuidados médicos, apoyo nutricional y entrega de artículos de aseo- a más de 17.000 detenidos y efectuó obras de renovación en varias cárceles, lo que contribuyó a mejorar las condiciones de vida de los presos.
Para más información:
Annick Bouvier, CICR, Kinshasa, tel.: +24 38 17 00 85 36
Sylvie Pellet, CICR, Bukavu, tel.: +24 38 17 11 55 60
Elodie Schindler, CICR, Goma, tel.: +24 38 17 00 77 86