Gaza, Israel y Cisjordania: el trágico balance humano del conflicto parece no tener fin

19-08-2014 Resumen de actividades N° 02/14

Dos alto el fuego han dado un cierto respiro a la población de Gaza y del sur de Israel, y avivado la esperanza de que se produzca un cese duradero de las hostilidades. En Gaza, estos paréntesis en los combates apenas han dado tiempo a la población de obtener asistencia médica, reabastecerse de víveres y agua o buscar sus pertenencias entre los escombros.


14 de agosto de 2014. Mujeres palestinas cocinan pan frente a los escombros de su casa en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza. ©Reuters/I.
Abu Mustafa

El presidente del CICR, Peter Maurer, visitó Gaza, Israel y Cisjordania del 5 al 7 de agosto. Durante su visita al barrio de Shujaia, en la ciudad de Gaza, pudo ver con sus propios ojos la destrucción masiva ocasionada por el conflicto. “Este conflicto  ha castigado de manera inaceptable a la población civil. El derecho de la guerra impone una serie de obligaciones a las partes, sin embargo, hemos sido testigos de graves discrepancias entre dichas obligaciones y la realidad sobre el terreno, Nuestra voluntad es dialogar con las partes para evitar que esto vuelva a ocurrir”, declaró. “Las partes en el conflicto y la comunidad internacional tienen la responsabilidad colectiva de propiciar un entorno que permita llevar a cabo una labor humanitaria sostenible allí donde sea necesaria. El CICR tiene la firme voluntad de ayudar a las comunidades diezmadas a recuperarse, pero dicha recuperación exige cambios tangibles: un mayor respeto de las leyes de la guerra, así como del personal humanitario y de su labor en todas las circunstancias.

En Gaza, 37 días de intensas hostilidades han dejado un balance de casi 1.900 muertos y cerca de 10.000 heridos. Según la mayoría de las estimaciones, más de la mitad de las víctimas son civiles, de los cuales hasta el 25 por ciento son niños. Los más vulnerables —niños, ancianos, enfermos y heridos— han sido los peor parados. En Israel, 67 personas, entre ellas tres civiles, perdieron la vida y 551 resultaron heridas. La vida en las comunidades del sur de Israel se ha visto trastocada por el lanzamiento diario de misiles, mientras en Gaza, cerca de 400.000 personas se han tenido que desplazar en el interior de este enclave costero densamente poblado, donde literalmente ningún rincón estaba a salvo de las hostilidades. Más de 16.000 hogares han quedado inhabitables, muchos de ellos reducidos a escombros.

La infraestructura, ya degradada antes de las hostilidades, ha sufrido graves daños, especialmente el tendido eléctrico, el alcantarillado y las redes de abastecimiento de agua. Dado que más del 80 por ciento de los hogares carecen de electricidad, la mayoría de los habitantes de Gaza dependen del agua distribuida en camiones cisterna de manera intermitente, procedente de unas fuentes cuyos niveles están decreciendo. Los hospitales están atestados de pacientes heridos que, aunque se recuperen, no tienen a donde ir. El personal de salud está exhausto, los generadores desgastados y las existencias de medicamentos y consumibles médicos están bajo mínimos.

Es fácil olvidar que cada persona que pasa a engrosar las estadísticas de víctimas es un ser humano, con seres queridos desolados, preocupados o resentidos por lo ocurrido. Las miles de viviendas dañadas o arrasadas representan la pérdida de toda una vida de esfuerzo y trabajo duro de muchas familias. La población vive constantemente atenazada por el miedo de sufrir una muerte violenta.

En Israel, miles de misiles han causado tres muertos, 77 civiles heridos, daños a bienes de carácter civil en el sur del país y el estrés constante de sus habitantes. Varias zonas adyacentes a la Franja de Gaza han tenido que ser evacuadas.

El personal del CICR que trabaja en el terreno ha trabajado a destajo durante el conflicto. La Institución ha proseguido su diálogo bilateral con las partes, recordándoles la obligación que les impone el derecho de la guerra de proteger a la población civil y los bienes de carácter civil y atender a los heridos. En Cisjordania, ha seguido examinando el uso de la fuerza por la potencia ocupante e insistido en la necesidad de que se respeten las normas internacionales para mantener el estado de derecho y la seguridad pública. El CICR también ha seguido adelante con las actividades que lleva a cabo en favor de las personas detenidas en relación con el conflicto, en particular su labor de restablecimiento del contacto entre ellas y sus familiares.

Prioridades de la labor humanitaria

Aunque el CICR hace todo lo posible por proteger y ayudar a la población civil, su labor se ve entorpecida por un entorno caracterizado por la falta de respeto efectivo de las normas y principios del derecho humanitario, así como de la labor humanitaria.

1) Salud

El traslado de los heridos y enfermos a los hospitales y el apoyo a la labor realizada en estos centros son actividades esenciales en las que el CICR está volcado las 24 horas del día. A lo largo del conflicto, el CICR ha trabajado incansablemente para velar por que la población reciba la atención médica que necesita. En particular:

  • ha brindado ayuda financiera y material a los servicios médicos de urgencia de la Media Luna Roja Palestina;
  • se ha coordinado con las autoridades en decenas de ocasiones para facilitar el paso seguro de las ambulancias a través de las zonas afectadas por el conflicto y la evacuación de los pacientes;
  • ha donado a ocho hospitales 16 botiquines de cirugía de guerra (un botiquín contiene material suficiente para tratar a 50 heridos graves o a 1.500 pacientes con lesiones de menor gravedad), medicamentos, material quirúrgico, 850 bolsas mortuorias, 20 camillas, 68 camas de hospital, 129 sillas de ruedas, 1.325 muletas, 455 andadores, suministros textiles (ropa de cama, sábanas estériles, uniformes quirúrgicos), apósitos quirúrgicos y 200 botiquines de primeros auxilios;
  • ha suministrado combustible para las ambulancias y los generadores de los hospitales y ayudado a distribuir el combustible donado por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas;
  • ha ayudado al hospital Al Aqsa tras un bombardeo, para que por lo menos pudiera dar a los pacientes un tratamiento de urgencia antes de ser trasladados por la Media Luna Roja a otros hospitales;
  • ha enviado al hospital Al Shifa a un médico del CICR especializado en medicina de urgencia y a un cirujano cardiovascular;
  • ha enviado a un equipo quirúrgico compuesto por una enfermera de quirófano, un anestesista, una enfermera generalista y un cirujano general para que ayuden a hacer frente a la afluencia de heridos;
  • ha ejercido una función protectora en favor de la Media Luna Roja y de las organizaciones de protección civil que trasladaban a los enfermos y los heridos al hospital;
  • ha procurado facilitar la entrada a Gaza de socorros médicos suministrados por el Ministerio de Salud palestino y la Media Luna Roja en Ramala, así como por otras organizaciones;
  • ha facilitado la distribución de socorros médicos, entre ellos 3.000 unidades de sangre, en siete camiones enviados por el Ministerio de Salud en Ramala con destino al depósito médico central en Gaza;
  • ha ayudado a los hospitales de Al Shifa y Al Nasser a mejorar su atención posoperatoria;
  • ha facilitado la entrada en Gaza de socorros médicos proporcionados por Médicos sin Fronteras;
  • ha facilitado la evacuación, llevada a cabo por el Ministerio de Salud, de 69 pacientes de Gaza para que recibieran tratamiento especializado en Cisjordania o Jerusalén Oriental;
  • ha donado un generador al departamento del Ministerio de Salud encargado de derivar a los pacientes fuera de la Franja de Gaza.

Asimismo, para evitar que la población civil se vea aún más castigada, el CICR:

  • ha trabajado con todas las partes a fin de evitar que las instalaciones de salud y de almacenamiento de suministros médicos sufrieran daños;
  • ha realizado gestiones ante los beligerantes en nombre de los hospitales de Al Wafa y Al Aqsa, que se vieron afectados por las hostilidades, así como de las ambulancias que trabajan en el terreno;
  • ha seguido de cerca y documentado los hechos cometidos por las partes en el conflicto durante la conducción de las hostilidades que suscitaron la preocupación de la Institución;
  • ha coordinado sus actividades con las de otras organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud y Médicos Sin Fronteras.

2) Agua y saneamiento

El CICR:

  • ha tomado medidas desde que estalló el conflicto para asegurar que unas 370.000 personas tengan nuevamente acceso al agua y a los servicios de saneamiento;
  • ha ayudado a evaluar y reparar los daños ocasionados a la infraestructura de suministro de agua (previa solicitud, el CICR también ha acompañado a los técnicos de otras entidades para garantizar su seguridad);
  • ha procurado restablecer el suministro de agua potable proporcionando combustible para alimentar los sistemas de bombeo de la ciudad de Gaza y las plantas desalinizadoras de la Franja;
  • ha elaborado planes para reparar o sustituir los generadores de emergencia de los hospitales que no tienen suficiente capacidad de generación eléctrica;
  • ha evaluado y ayudado a reparar la infraestructura eléctrica, lo que, hasta ahora, le ha permitido restablecer el 60 por ciento del suministro eléctrico existente antes de la guerra;
  • ha colaborado estrechamente con los servicios municipales de aguas para comprobar el estado de la red de abastecimiento y distribución de agua, así como el de los sistemas de alcantarillado;
  • ha habilitado tomas de agua para abastecer de agua potable a las comunidades de desplazados que regresaron a sus viviendas dañadas;
  • ha efectuado reparaciones de emergencia en Beit Hanún y Rafá para restablecer el suministro de energía eléctrica; y
  • ha suministrado agua potable al hospital Kamal Edwan para que abastezca de agua al hospital de Beit Hanún.

3) Asistencia

Desde el inicio del conflicto, el CICR ha colaborado estrechamente con la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina para satisfacer las necesidades básicas de las personas sin hogar. La intensidad sin precedentes del conflicto ha obligado a más de 400.000 personas a desplazarse en busca de un lugar seguro. La magnitud de los desplazamientos llevó al CICR y la Media Luna Roja Palestina a volcar sus esfuerzos en proporcionar ayuda de urgencia a las personas que huyeron de sus hogares, en particular artículos de primera necesidad y, si no los recibieron de otras organizaciones, alimentos. El CICR:

  • ha ayudado a la Media Luna Roja a evaluar las necesidades de las personas desplazadas que se instalaron en alojamientos provisionales (escuelas públicas o privadas, iglesias, mezquitas, etc.); y
  • ha distribuido mantas, colchones, bidones, baldes, productos de aseo y pañales a más de 17.500 personas desplazadas que se hallan en 16 alojamientos provisionales, y a otras 6.550 personas que viven en alojamientos improvisados o con familias de acogida.

El actual período de alto el fuego ha permitido al CICR y a la Media Luna Roja Palestina reanudar su evaluación de las necesidades de las personas cuyas viviendas quedaron totalmente arrasadas o resultaron dañadas por los bombardeos o los disparos de obuses. El CICR y la Media Luna Roja Palestina están elaborando conjuntamente un plan de actuación para ayudar a varios miles de familias una vez se logre el cese de las hostilidades.

4) Colaboración con la Media Luna Roja Palestina y el Magen David Adom

  • Desde que estalló el conflicto, la Media Luna Roja Palestina ha trasladado a 2.625 heridos al hospital y llevado 461 cadáveres a los depósitos de cadáveres. En más de 35 casos, el CICR hizo lo necesario para asegurar el acceso de la Media Luna Roja Palestina a las zonas más peligrosas y su protección en el ejercicio de su labor humanitaria.
  • El CICR ha puesto fondos adicionales y otros recursos a disposición de la Media Luna Roja Palestina, que ha hecho un llamamiento público para recibir importantes donativos. Hasta la fecha, ha recibido ayuda del CICR por valor de 2,73 millones de francos suizos.
  • A fin de trasladar a los heridos y enfermos al hospital, la Media Luna Roja cuenta con 42 ambulancias estacionadas en cinco lugares repartidos por toda la Franja de Gaza. Además, administra hospitales en la ciudad de Gaza y en Jan Yunis, un centro de rehabilitación en Jan Yunis y seis centros de salud más pequeños. El CICR respalda esta labor.
  • El CICR y la Media Luna Roja (más de 400 voluntarios) han llevado a cabo una operación conjunta para brindar ayuda de urgencia y alojamiento a los habitantes de Gaza desplazados.
  • El CICR y el Magen David Adom han efectuado numerosos desplazamientos al terreno para comprobar las necesidades en Israel. El CICR ha seguido documentando los incidentes que afectan a la población civil o a bienes de carácter civil.

Es primordial garantizar unas existencias estables de equipamiento y socorros médicos esenciales. Desde el inicio de las hostilidades, el CICR ha efectuado o facilitado el transporte a Gaza de:

  • 117 palés con suministros médicos (suficientes para tratar a cientos de personas) para su distribución por la Media Luna Roja;
  • 12 camiones con suministros médicos y unidades de sangre para su uso por el Ministerio de Salud.

5) Actividades en favor de los civiles y las personas detenidas

  • El CICR sigue recordando a las partes en el conflicto su obligación de acatar el derecho internacional humanitario, en particular, tomando precauciones para preservar a la población civil, los bienes de carácter civil y la infraestructura indispensable para la supervivencia de la población civil, y permitiendo y facilitando el paso sin trabas de la ayuda humanitaria. Las actividades principales del CICR, como las visitas a los detenidos y los servicios de búsqueda, se dirigen a las personas que gozan de protección al amparo del derecho internacional humanitario.
  • Durante el conflicto, el CICR ha comprobado y recabado información relativa a incidentes en los que pudiera haberse incumplido el derecho internacional humanitario. En cada caso, el CICR presenta un informe completo a las autoridades concernidas y, posteriormente, sigue de cerca la cuestión.
  • El CICR supervisa el traslado de los pacientes de Gaza a Israel y a otros lugares. También se afana por esclarecer el paradero de las personas que desaparecieron.
  • Recientemente, el personal del CICR entregó a las personas detenidas en Gaza (en su mayoría encarceladas antes de la última operación militar) más de 200 mensajes con noticias de sus familiares. La semana pasada visitó a las personas recluidas en las cárceles israelíes de Ramon, Nafha y Eshel. El CICR ha solicitado que se le notifique y se le permita acceder a las personas capturadas durante la actual operación militar.

El CICR está sumamente preocupado por los artefactos sin estallar o abandonados en las zonas que fueron escenario de los enfrentamientos. Estos artefactos explosivos se han cobrado la vida de varias personas desde el cese de las hostilidades activas. El CICR va a evaluar más a fondo la situación y, si es necesario, apoyará las medidas emprendidas por las autoridades para resolver este problema.

Para más información:
Nadia Dibsy, CICR, Jerusalén, tel.: +972 52 601 91 48
Erika Tovar, CICR, Jerusalén, tel.: +972 52 60 19 150 o +972 59 89 35 468
Ran Goldstein, CICR, Tel Aviv, tel.: +972 52 27 57 517
Nada Doumani, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 37 23 o +41 79 447 37 26