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Chad: la inseguridad crónica y la violencia localizada afectan el este del país

12-06-2009 Resumen de actividades

Más de dos años después de que decenas de miles de personas fueran desplazadas por violentos enfrentamientos en la región oriental de Chad, persisten los problemas de índole humanitaria causados por la inseguridad crónica y la violencia localizada, sobre todo en las zonas fronterizas. El CICR sigue prestando ayuda a las personas desplazadas, los heridos de guerra y los detenidos, así como a los miembros más vulnerables de la población local. En este informe se presentan las actividades realizadas por el CICR entre enero y abril de 2009.

  Situación general  

     

Según una estimación del CICR, actualmente hay 160.000 personas desplazadas en Chad oriental. En el cálculo de esta cifra se han tenido en cuenta los regresos estacionales y de corto plazo, así como el número de familias que van y vienen entre sus aldeas y el lugar donde se han refugiado. 

Varios factores impiden el regreso definitivo de miles de personas desplazadas a su hogar. En primer lugar, la criminalidad representa un problema cada vez mayor en las regiones donde la presencia y la capacidad de las autoridades de mantener el orden son limitadas. La proliferación de armas también contribuye a deteriorar las condiciones de seguridad y afectar la seguridad de los civiles. Por otra parte, resulta difícil restablecer los mecanismos de la convivencia comunitaria y de la resolución de conflictos, particularmente en relación con la tierra y el agua.

Además, la presencia en la región de unos 250.000 refugiados sudaneses agrava aún más la situación humanitaria y de seguridad.

  La respuesta del CICR  

     

En este contexto inestable, el CICR procura tener en cuenta las necesidades de los diferentes grupos: los chadianos afectados por la violencia interna, los desplazados y las personas que han regresado a su hogar en forma reciente o parcial, y los miembros más vulnerables de las comunidades de acogida.

Al igual que en 2008, las actividades del CICR se concentran en los distritos de Sila, Assoungha y Dar Tama, cerca de la frontera con Sudán, donde, debido a los niveles de violencia y el riesgo de conflicto, cada vez quedan menos colaboradores humanitarios.

  Promover el respeto de la población civil  

     

El CICR tiene presencia no sólo en el este de Chad, sino también en el sur, el centro y el norte del país. Basándose en informes de hechos de violencia proporcionados por víctimas o testigos, el CICR documenta los incidentes y los abusos que se cometen contra la población civil.

Como parte de su diálogo confidencial y permanente con las autoridades y los portadores de armas (las fuerzas armadas y los grupos armados), el CICR recuerda a éstos su obligación de respetar la vida y la dignidad de las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades, y de adoptar todas las medidas necesarias para poner fin a las infracciones, incluida la prohibición de reclutar niños en las fuerzas armadas o en los grupos armados.

El CICR también hace hincapié en que las autoridades deben mejorar las condiciones de seguridad en Chad oriental para permitir que las personas que se encuentran allí vivan en paz, prevenir nuevos desplazamientos y facilitar el regreso de las personas desplazadas. El CICR también ha fortalecido las actividades destinadas a proteger a las personas contra el riesgo que representan de los restos explosivos de guerra, que con cada enfrentamiento, contaminan zonas cada vez mayores de Chad.

  Visitas a personas privadas de libertad  

     

El propósito de las visitas a detenidos es verificar que las condiciones de detención sean dignas y que se respete la integridad física y mental, así como los derechos de las personas detenidas. El CICR dialoga periódicamente con las diversas autoridades detenedoras.

Entre enero y finales de abril de 2009, el CICR realizó 24 visitas a diferentes lugares de detención y visitó a 1.290 personas detenidas.

  Restablecimiento del contacto entre familiares  

     

El CICR identifica y registra los datos de los niños que han quedado separados de sus familiares y de otras personas vulnerables que residen en los campamentos de refugiados en Chad oriental. Luego, el CICR en Sudán busca a sus familiares para facilitar el restablecimiento del contacto entre ellos y el niño mediante el intercambio de mensajes de Cruz Roja. Desde el comienzo de 2009, la Institución ha recibido y distribuido más de 1.600 mensajes de personas separadas por la violencia.

El CICR también procura restablecer el contacto entre familiares para los ex niños soldados. En el mismo período, se recogieron ocho mensajes de Cruz Roja dirigidos por niños ex soldados a sus padres, a quienes el CICR había localizado, y se distribuyeron entre ellos seis mensajes.

  Asistencia para personas desplazadas, personas que regresan a su hogar y miembros de la población local  

Entre enero y abril de 2009, el CICR distribuyó socorros de emergencia a personas civiles en Chad oriental que habían perdido sus medios de sustento a raíz de la violencia entre comunidades, y a las personas que regresaban a sus aldeas. Más de 350 familias, en total unas 1.800 personas, recibieron artículos de primera necesidad en los di stritos de Sila y Assoungha. Algunas de estas distribuciones se llevaron a cabo junto con la Cruz Roja de Chad.

A fin de incentivar a la población desplazada a producir por sí misma lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas y, de este modo, reducir gradualmente su dependencia de la ayuda humanitaria, el CICR distribuyó semillas de hortalizas y 28 bombas de agua a 180 familias en varias aldeas del distrito de Assoungha.

El CICR proporcionó al puesto de veterinaria de Goz Beida (en Sila) más de 81.000 dosis de vacunas para el ganado de la región. Estas dosis satisfacen las necesidades de unas 1.600 familias que crían ganado.

  Atención médica para heridos de guerra  

     

El CICR se propone que el hospital de Abéché sea capaz de cumplir su cometido como hospital regional de derivación en la región oriental del país para atender a los heridos de guerra y a otras personas que necesitan cirugía de urgencia.

Durante los primeros cuatro meses del año, el equipo de cirujanos del CICR:

  • viajó dos veces a zonas cercanas a la frontera con Sudán, a fin de tratar a 62 pacientes con heridas de guerra que necesitaban atención urgente pero que no podían ser trasladados a Abéché;

  • atendió a 15 heridos de guerra en el hospital de Abéché;

  • atendió a otros 75 pacientes que necesitaban tratamiento quirúrgico en el hospital de Abéché.

Asimismo, el CICR sigue prestando apoyo al hospital La Liberté, en Yamena, mediante el suministro de medicamentos y de una reserva de materiales quirúrgicos para emergencias.

  Apoyo a centros de rehabilitación  

     

Como lógica contrapartida del programa de cirugías de emergencia, el CICR presta apoyo al centro de ortopedia y rehabilitación de Kabalaye (CARK, por sus siglas en francés), en Yamena, y al centro de Nuestra Señora de la Paz en Moundou, Chad meridional, con el objetivo de que, en la medida posible, los amputados y los discapacitados puedan nuevamente llevar una vida activa e independiente.

Desde inicios de 2009:

  • los centros en Yamena y Moundou han producido y colocado 38 prótesis (28 de las cuales fueron destinadas a víctimas de la guerra) y 19 órtesis;

  • el CICR ha derivado a 20 personas amputadas desde las regiones este y norte del país a Yamena; asimismo, pagó sus gastos de alojamiento durante el período de tratamiento;

  • en el CARK, en Yamena, se construyó un nuevo edificio para las actividades de fisioterapia;

  • cuatro técnicos chadianos han tomado un curso de formación avanzada en Adis Abeba.

  Mejorar el acceso al agua  

     

En los distritos de Sila y Assoungha, situados en la frontera con Sudán, el CICR ha profundizado, reparado o mejorado ocho de los 30 pozos que tiene previsto poner en marcha en 2009. El objetivo es asegurar que un total de 36.000 personas (entre la población residente, las personas desplazadas y las personas que regresan) tengan acceso a más agua de buena calidad.

En la ciudad fronteriza de Adré, se completaron las obras de renovación del sistema de abastecimiento de agua, que comprendieron la construcción de una estación de bombeo, un tanque de almacenamiento y un sistema de g rifos públicos. Los sistemas fueron entregados a las autoridades en enero. 

  Prevenir las infracciones del derecho internacional humanitario  

     

Los delegados del CICR prosiguieron las actividades de sensibilización acerca del cometido del CICR y de las normas del derecho internacional humanitario que protegen a las personas civiles en tiempo de conflicto armado. Se organizaron sesiones informativas periódicas en todo el país, en las que participaron militares, oficiales de policía, líderes comunitarios, estudiantes, autoridades políticas y otros grupos de la sociedad civil.

Asimismo, el CICR siguió prestando apoyo a las actividades que llevan adelante las autoridades del Chad a fin de integrar el derecho internacional humanitario en su legislación nacional y en la formación, la doctrina y los procedimientos operacionales de las fuerzas armadas y de seguridad.

  Cooperación con la Cruz Roja de Chad  

El CICR ayuda a la Cruz Roja de Chad a difundir los principios humanitarios, restablecer el contacto entre familiares y prepararse para situaciones de emergencia médica.

Desde comienzos de 2009, el CICR ha apoyado las siguientes actividades:

  • la formación permanente de colaboradores en técnicas de socorrismo;

  • la capacitación de voluntarios de la sociedad civil chadiana para actuar como " relevos " , transfiriendo a otras personas información sobre los principios humanitarios y sensibilizándolas acerca de los riesgos que representan las minas y los restos explosivos de guerra, particularmente en regiones que pueden transformarse en escenarios de enfrentamientos armados;

  • las e tapas finales de la construcción de las oficinas regionales de la Cruz Roja de Chad en Doba y Goré, en el sur del país, y en Faya, una ciudad en la región norteña de Borkou.