Libia: las municiones sin estallar dejan cicatrices en el cuerpo y en el alma

26-03-2012 Reportaje

Tras el reciente conflicto, en Libia han quedado abandonadas enormes cantidades de obuses, minas y municiones sin estallar. La tentación de jugar con estos objetos es a veces irresistible y las consecuencias suelen ser trágicas. El CICR y la Media Luna Roja Libia se esfuerzan por eliminar estos artefactos explosivos y alertar a las personas acerca de los peligros que representan. Para algunos, ya es demasiado tarde.

Una tarde de febrero, en Sirte, Libia. Hosam Aldeen Alsonosi, de 14 años, juega en la dorada luz del sol con su hermano; su pie y mano izquierdos están vendados. El hermano menor de Hosam lo cuida, ya que hace más de dos meses que Hosam está en una silla de ruedas.  

Hosam solía jugar al fútbol. Para él, cualquier cosa que encontraba en el camino era una pelota. "El 12 de diciembre de 2011, estaba jugando al fútbol cuando un objeto de plástico llamó mi atención. Lo levanté y lo arrojé contra la pared, y explotó". Hosam perdió tres dedos de la mano y dos del pie. Ya no puede correr y jugar como antes. Su nuevo juguete favorito es su teléfono móvil que le permite, al menos, comunicarse con sus amigos y jugar sin pedir ayuda.

El reciente conflicto en Libia ha cambiado la vida de las personas, como le sucedió a Hosam. Hay ciudades, como Sirte, que resultaron gravemente afectadas. Durante más de un mes, Sirte fue escenario de intensos enfrentamientos que sembraron de artefactos explosivos sin estallar toda la ciudad y las tierras de cultivo que la rodean. La arena está cubierta de vainas, pero el peligro proviene de las municiones sin estallar abandonadas en los campos y los alrededores de las casas.

Los adultos se sienten tentados a desarmar los tanques abandonados para encontrar partes que puedan vender, sin tener en cuenta el riesgo que representan las municiones que todavía se hallan a bordo. Los niños son más atraídos por el color de las municiones sin estallar. Jennifer Reeves está a cargo del trabajo que el CICR denomina "contaminación por armas" en Libia: remover los artefactos explosivos sin estallar y sensibilizar acerca de los peligros que representan. "La mayoría de las víctimas tienen entre 10 y 22 años", explica. "En una aldea en las afueras de Sirte, tres miembros de la misma familia -un niño, su hermana y su abuela- perdieron la vida cuando otro niño trajo a la casa un artefacto explosivo".

Las actividades del CICR relacionadas con la remoción de las municiones sin estallar en Libia y la educación de las personas acerca de los peligros que representan se iniciaron en abril de 2011. Los colaboradores de la Institución empezaron a trabajar en la zona oriental poco después de que cesaran las hostilidades en ciudades como Bengasi y Ajdabiya. Más tarde, un equipo se dirigió a las montañas de Nefusa y otro a Sirte.

El CICR coloca afiches y distribuye folletos en los que explica los riesgos de los artefactos explosivos sin estallar e imparte formación a los voluntarios de la Media Luna Roja Libia para que transmitan este mensaje a los demás. En una reciente campaña radial, se informó a la población acerca de los riesgos y se explicó cómo avisar a las autoridades cuando se encuentra un artefacto explosivo. Dice la Sra. Reeves: "La radio es un medio eficaz para llegar a los residentes y también a las personas desplazadas". Entre enero y fines de febrero, el equipo que trabaja en Sirte recogió 2.600 artefactos explosivos sin estallar.  

Algunas partes de Sirte siguen afectadas, lo que restringe los movimientos de las personas. No se sabe cuánto tiempo pasará antes de que la ciudad esté libre de municiones sin estallar, pero estos artefactos afectarán a los habitantes durante largo tiempo.

Mientras tanto, Hosam empieza a hacer frente a las cicatrices físicas y psicológicas, un proceso que le llevará toda la vida.

Fotos

Sirte, Libia. Hosam juega con su teléfono móvil. Perdió tres dedos de las manos y dos de los pies jugando con un dispositivo sin estallar. 

Sirte, Libia. Hosam juega con su teléfono móvil. Perdió tres dedos de las manos y dos de los pies jugando con un dispositivo sin estallar.
© CICR / X. Hu / v-p-ly-e-00320

Sirte, Libia. Los miembros del equipo de contaminación por armas y los colaboradores de la Media Luna Roja Libia cuentan los artefactos explosivos sin estallar que han recogido. 

Sirte, Libia. Los miembros del equipo de contaminación por armas y los colaboradores de la Media Luna Roja Libia cuentan los artefactos explosivos sin estallar que han recogido.
© CICR / X. Hu / v-p-ly-e-00319