Mientras cumplen su labor de salvar vidas, el personal médico, de enfermería, paramédicos, voluntarios de la Cruz Roja, y auxiliares de la salud y de atención comunitaria, enfrentan múltiples riesgos, desde obstáculos a sus funciones, amenazas, agresiones, secuestros, desapariciones e incluso homicidios.
Solo en 2024, la Mesa Nacional de Misión Médica de Colombia reportó 579 agresiones contra la misión médica. En Ecuador, medios de comunicación reportaron ese mismo año 21 incidentes de inseguridad en instalaciones y actividades de salud. En Puerto Príncipe, Haití, 70% de los centros de salud ha cerrado sus puertas como consecuencia de los enfrentamientos armados que asolan la capital. En México, el CICR ha identificado, a partir de reportes de medios de comunicación, 160 incidentes violentos contra los servicios de salud desde enero de 2024. Estas cifras, marcadas por un claro subregistro, ilustran la gravedad de la situación en América Latina y el Caribe, donde comunidades enteras se ven privadas a diario de acceso a atención médica como consecuencia de la violencia armada.
En este contexto preocupante –con el fin de promover buenas prácticas para proteger la asistencia de salud y garantizar el acceso seguro de las comunidades a la atención médica– del 6 al 7 de noviembre de 2025 se llevó a cabo el III Seminario Regional sobre la Protección y Respeto a la Asistencia de Salud en Latinoamérica y el Caribe, en Ciudad de México.
El encuentro, convocado por la Cruz Roja Mexicana y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), con el apoyo de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), la Cruz Roja Noruega, la Cruz Roja Española y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), reunió a 100 participantes de 11 países de América Latina y el Caribe, entre autoridades, personal de salud y actores humanitarios, para fortalecer la cooperación y el intercambio de experiencias.
Ante la persistencia de los actos de violencia, en el marco de este encuentro, las instituciones convocantes hicieron un llamado urgente a los Estados de la región para fortalecer el respeto y la protección a los heridos y enfermos, así como al personal, las instalaciones y los vehículos de salud.
Los equipos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja en terreno observan cada día cómo las agresiones contra el personal y los servicios de salud amenazan las capacidades para brindar atención a la población. En zonas afectadas por conflicto o violencia armada, cada vez con más frecuencia, hospitales y clínicas se han convertido en escenarios de riesgo, por situaciones como el ingreso de personas armadas para atacar a pacientes en específico, los ataques a las instalaciones, el robo de ambulancias y otros bienes, así como extorsiones e incluso asesinatos de personal sanitario. Muchos de estos incidentes no se registran oficialmente, lo que dificulta dimensionar el problema y diseñar respuestas.
“Cada vez que un trabajador, un servicio o una asistencia de la salud es amenazado o atacado, no solo se afecta su integridad, se rompe una red vital de atención que sostiene a toda una comunidad”, señaló Olivier Dubois, jefe de la Delegación Regional para México y América Central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). “Proteger al personal, los servicios y la asistencia en salud es una cuestión de vida o muerte: su seguridad es indispensable para garantizar la atención de las poblaciones, especialmente a las afectadas por la violencia, los desastres o las emergencias humanitarias.”
"El personal de salud está en la primera línea de atención cuando más se le necesita, desempeñando su labor con profesionalismo y entrega, incluso en las circunstancias más difíciles. La Cruz Roja reitera que cualquier forma de agresión, falta de respeto o ataque hacia el personal de salud es totalmente inaceptable y va en contra de los valores fundamentales que nos unen como sociedad. Trabajamos bajo los principios de neutralidad, imparcialidad y unidad, apoyando a quienes más lo requieren, sin distinción alguna, y promovemos un ambiente de respeto y colaboración para fortalecer el bienestar de toda la comunidad", mencionó Carlos Freaner Figueroa, Presidente Nacional de Cruz Roja Mexicana.
Las instituciones urgen a los Estados y autoridades competentes a hacer todo lo que está en sus manos para reforzar las medidas de prevención, recopilación de datos y coordinación interinstitucional que permitan reducir los riesgos para el personal sanitario. Asimismo, instan a respetar y proteger al personal, las instalaciones y los vehículos de salud, pues cuando un trabajador sanitario está en riesgo, toda la comunidad lo está.
Para más información y gestión de entrevistas:
Ana Langner Leyva (Comité Internacional de la Cruz Roja, México) olangnerleyva@icrc.org: olangnerleyva@icrc.org
(52) 55 37176427