Cada persona detenida merece un trato digno y equitativo, más allá de los motivos de su arresto y detención.
Todos los días, en situaciones de conflicto armado, se detiene y priva de libertad a hombres, mujeres y niños. Pueden correr el riesgo de ser víctimas de malos tratos, desaparición forzada y ejecuciones sumarias. También pueden perder contacto con sus familiares y ser sometidos a condiciones de vida inhumanas; por ejemplo, debido a insuficiencias en materia de alimentación, agua y servicios de salud. Aunque las circunstancias de captura y detención podrían variar, las necesidades humanitarias de las personas detenidas son universales. Gracias a nuestra condición de organización humanitaria neutral e imparcial con un cometido singular conferido por los Convenios de Ginebra y los Protocolos adicionales, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) puede obtener acceso a las personas detenidas en lugares en los que a otros actores les resulta imposible. Esa particularidad nos permite trabajar para que se satisfagan las necesidades básicas de las personas detenidas y para que reciban un trato humano, con respeto y dignidad.