Ciudad de México, 19 de agosto de 2025. Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en México y la Cruz Roja Mexicana hacen un llamado a proteger a las y los voluntarios y trabajadores humanitarios, así como a las comunidades a las que sirven. Ambas organizaciones subrayan que los equipos de salud y asistencia cumplen una labor esencial para salvar vidas, sin preguntar a nadie quién es ni de dónde viene.
Tras un 2024 que se convirtió en el año más mortífero para los trabajadores humanitarios, la tendencia ha continuado en 2025. Hasta el 11 de agosto, 265 trabajadores y trabajadoras humanitarias han perdido la vida en todo el mundo, según la Base de Datos sobre la Seguridad de los Trabajadores Humanitarios. Entre ellos, 17 empleados y voluntarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, fallecidos mientras cumplían su labor. Las cifras, en aumento desde 2023, reflejan una tragedia que debe terminar.
En México, miles de trabajadores, trabajadoras y voluntarios humanitarios llevan ayuda en comunidades afectadas por emergencias, desastres y situaciones de violencia. Su labor permite que la población reciba servicios de salud, agua potable, alimentos y apoyo social en momentos críticos. Sin embargo, los entornos en los que operan suelen estar marcados por riesgos que ponen en peligro tanto su seguridad como el acceso de las comunidades a la asistencia.
“En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria recordamos que valorar y proteger a nuestros voluntarios salva vidas. Si lo hacemos, siempre habrá quienes estén dispuestos a dedicar su tiempo y talento para ayudar a los demás. Hoy, más de 30 mil voluntarios de Cruz Roja Mexicana brindan asistencia ante el impacto de fenómenos naturales, emergencias y desastres, apoyan a comunidades y han estado presentes ante desafíos humanitarios mereciendo nuestro reconocimiento y gratitud por su invaluable labor”, señaló Gabriel López, Punto Focal de Acceso más Seguro para la Cruz Roja Mexicana.
En el país, el personal humanitario enfrenta desafíos cada vez más complejos al desarrollar su labor. Por ello, es fundamental garantizar espacios seguros y proteger a quienes dedican su tiempo y esfuerzo a asistir a las comunidades, asegurando que puedan cumplir su misión con respeto y seguridad.
“Cada muerte de un trabajador humanitario, cada ataque, exige actuar con urgencia y no conformarse con palabras de indignación. Los Estados tienen la responsabilidad de proteger a quienes se dedican a salvar vidas, y de garantizar su seguridad”, afirmó Miguel Ramírez, jefe de Operaciones en México del CICR.
Durante el último año, la Cruz Roja Mexicana brindó más de 686,760 servicios asistenciales en salud, inclusión social, gestión de riesgos y apoyo comunitario. La continuidad de esta labor depende de que su personal y voluntariado puedan desempeñar sus tareas sin ser objeto de amenazas ni agresiones.
Uno de los principales retos para la asistencia humanitaria en el país es asegurar que el personal, las instalaciones y la población puedan realizar y recibir ayuda en condiciones seguras. Por ello, resulta fundamental promover el respeto y la protección de los servicios de salud y del personal humanitario, de manera que la misión de salvar vidas pueda continuar.
Los emblemas humanitarios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja son reconocidos por el derecho internacional como símbolos de protección, neutralidad e imparcialidad y su uso correcto también significa proteger a los trabajadores humanitarios que los portan.
En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el CICR y la Cruz Roja Mexicana instan a autoridades, actores y sociedad a proteger al personal humanitario, pues hacerlo es salvaguardar la vida, la salud y la dignidad de miles de personas.
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CICR: Ana Langner Leyva (México)olangnerleyva@icrc.org: olangnerleyva@icrc.org (52) 55 37176427