Refugiados sirios en Jordania: la historia de supervivencia, resiliencia y esperanza de Marwa

29 julio 2015
Refugiados sirios en Jordania: la historia de supervivencia, resiliencia y esperanza de Marwa
Marwa, una refugiada siria en Jordania. CC BY-NC-ND/CICR/A. Ali

Mientras la guerra y las duras condiciones de vida en Siria obligan a miles de familias a huir a Jordania en busca de un lugar seguro, muchas personas se han separado de sus familiares. El CICR las ayuda a reencontrarse al establecer su paradero y volver a ponerlos en contacto.

Lo único que quiero es un futuro mejor para mis hijos. Rezo por eso.

Son palabras de Marwa, una refugiada siria procedente de Damasco, que las pronuncia con un brillo de esperanza en la mirada. Con ayuda del CICR, Marwa se reencontró en Jordania con sus dos hijos, Hussein, de 6 años, y Lemar, de 4, tras más de diez meses separados.

Para Marwa, la muerte de su esposo en Siria el año pasado fue el primer incidente de un periplo lleno de adversidades. "Después de esa tragedia, estuve detenida durante tres meses. Mi hermana Nisreen se llevó a Hussein y Lemar y huyó a Jordania en julio", explicó al recordar esa época. "Mi vida se desmoronó".

Tras su liberación en septiembre, Marwa decidió emprender un viaje extenuante por el desierto para reunirse con sus hijos en Jordania. Desafortunadamente, fracasó en el intento y regresó desolada a Damasco.

Pasaron más de seis meses de enorme dolor, pero Marwa nunca vaciló en su determinación de volver a ver a sus hijos. "Lloré casi todas las noches durante esos seis meses. El corazón se me salía del pecho siempre que oía las voces de Hussein y Lemar".

Durante esos meses, Nisreen pudo mantener el contacto con Marwa a través de la oficina de búsquedas del CICR, que ofrece llamadas telefónicas a los refugiados sirios del campamento de Azraq. Mientras tanto, el CICR trabajaba incansablemente para tratar de organizar una posible reunificación familiar.

Un segundo intento

Inmersa en la incertidumbre de cara al futuro, Marwa decidió en abril hacer un nuevo intento de llegar a Jordania. Le llevó dos días llegar al terraplén. Mientras esperaba a ser admitida, Marwa describió el conflicto en su interior.

Estaba dividida entre dejar a mis padres en Siria y reunirme con mis hijos en Jordania.

El CICR alegó razones de reunificación familiar para interceder ante las autoridades jordanas y solicitar que se permitiera el ingreso de Marwa al país. Cuando Marwa llegó al centro de tránsito de Rweyshid, en la zona de la frontera nordeste, el CICR le entregó la libreta de familia que había obtenido de su hermana Nisreen en el campamento de Azraq, para que tuviera lista toda la documentación necesaria para la reunificación.

"Tras ser transferida de Rweyshid al centro de registro de Raba'a Al-Sarhan, en Mafraq, mostré mi libreta de familia y mi documento de identidad a las autoridades jordanas, a la espera del permiso definitivo de entrada. Fue el momento decisivo. Me sentí tan cerca de ver a mis hijos, y a la vez tan lejos".

Volver a familiarizarse

Cuando obtuvo el permiso, Marwa fue transferida al campamento de Azraq. "Cuando llegué a la zona de recepción del campamento, Nisreen vino con Hussein y Lemar. Hussein corrió y saltó a mis brazos, mientras que Lemar se quedó quieta como si no me conociera", relató Marwa entre lágrimas. "Por desgracia, esa escena quedará grabada para siempre en mi memoria, y tal vez también en la memoria de mis hijos".

Una delegada del CICR visita a Marwa y a su hijo. CC BY-NC-ND/ICRC/A. Ali

A Hussein y Lemar les llevó un tiempo volver a familiarizarse con Marwa. "Incluso ahora, Lemar a veces me llama tía en lugar de mamá", señaló Marwa, con los ojos llenos de lágrimas. "Todavía me sorprende oírla hablar, porque cuando nos separamos Lemar era demasiado pequeña para decir una sola palabra".

"Perdí a mi esposo y a mi hermano en la guerra en Siria. Echo de menos Siria. Echo de menos mi casa y, especialmente, a mi madre", añadió. "Ahora mismo no sé lo que nos deparará el futuro, pero aquí estamos a salvo. Esta guerra es una pesadilla, pero nos despertaremos. Estoy segura de eso. Sin la ayuda del CICR, hoy no estaría con mis hijos", afirmó Marwa con alegría y alivio.