Fundación para el CICR

La Fundación para el CICR se estableció en 1931 para ayudarnos a cumplir nuestra crucial misión humanitaria tanto en tiempo de guerra como de paz.

Centro Internacional de Conferencias de Ginebra. La XXXIII Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Dos jóvenes utilizan lentes de realidad aumentada. BEN BACHIR, Jabir/CICR/Federación Internacional

Quiénes somos

La Fundación para el CICR nació en 1931 para ayudar a la institución a cumplir con su crucial misión tanto en tiempo de guerra como de paz. Ante la gran incertidumbre que reinaba durante el período de entreguerras, la Fundación se presentó como una respuesta para preservar el futuro de la acción humanitaria imparcial, neutral e independiente.

Noventa años después, el contexto en el que realiza sus actividades el CICR ha cambiado drásticamente, y los actores humanitarios no tienen otra opción más que adaptar su respuesta. Por ese motivo, desde el CICR se ha decidido dar un nuevo impulso a la Fundación.

Aceleramos la innovación humanitaria y reforzamos la capacidad que tiene el CICR, junto con sus socios, de prevenir y aliviar el sufrimiento de las personas. Con el principio de humanidad como guía, hacemos lo posible para lograr que nuestro impacto sea pertinente y sostenible para poblaciones afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia..

Qué hacemos

La Fundación tiene tres principales funciones:

1. Catalizadora: aceleramos la innovación de avanzada en el ámbito humanitario, brindando el impulso y los medios económicos para desarrollar proyectos novedosos en cuatro áreas principales:

  • Fortalecer el derecho de la guerra.
  • Aprovechar la ciencia y las nuevas tecnologías.
  • Investigar y ampliar los nuevos modelos financieros.
  • Desarrollar sostenibilidad ambiental y resiliencia.

El objetivo es probar nuevas soluciones que puedan ampliarse a todo el sector humanitario.

2. Cocreadora: prestamos servicios en carácter de "laboratorio" para ayudar a que mentes emprendedoras puedan pensar distintas alternativas y diseñar nuevos enfoques junto con expertos humanitarios. Convocamos a referentes del ámbito empresarial, académico y artístico para pensar los mayores desafíos de nuestro tiempo.

3. Facilitadora: intervenimos para que el CICR cumpla con su misión de forma neutral e independiente. Por ejemplo, cuando una emergencia requiere una movilización excepcional o en el caso de crisis olvidadas, donde hay operaciones cruciales que no disponen de los fondos necesarios. También apoyamos proyectos institucionales plurianuales con un potencial transformador.

Cómo trabajamos

El motor de la Fundación son las donaciones y los fondos específicos que gestiona. A medida que este capital aumenta y produce un ingreso anual, garantiza un flujo de fondos constante que el CICR puede invertir en innovación humanitaria de avanzada, junto con sus socios dentro y fuera del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

En 2020, la Fundación atravesó un proceso de restructuración que amplió su alcance. Ahora podemos administrar fondos de inversión constituidos por iniciativas de particulares, por ejemplo, en homenaje a un ser querido o como parte de un plan de inversión filantrópico de una familia. Las empresas u otras personas jurídicas también pueden crear estos fondos para la consecución de sus objetivos humanitarios.

Para obtener más información, póngase en contacto con la Fundación a través del siguiente correo electrónico: foundation@icrc.org

Un enfermero atiende a pacientes recién admitidos y lleva una mascarilla para prevenir la transmisión de la COVID-19. Ismail Taxta/CICR

 

"Asegurar el futuro de la acción humanitaria es fundamental. Nuestro objetivo es conectarnos con referentes de pensamiento para ayudar a mantener la capacidad del CICR de llevar a cabo su crucial misión en un mundo que cambia rápidamente y está cada vez más polarizado. Juntos podemos lograr un cambio duradero."

— Gilles Carbonnier, presidente de la Fundación y vicepresidente del CICR

Esta mujer había sido desplazada. Ahora, cuida su jardín que fue destruido durante las hostilidades. Tras su regreso, ella y su esposo lograron recuperarlo. Mari Aftret Mortvedt/ CICR