Ginebra/Damasco/Bagdad (CICR) – El Comité Internacional de la Cruz Roja insta a todas las partes en los conflictos de Siria e Irak a que respeten el principio fundamental de dignidad humana, preserven a la población civil de los efectos de las hostilidades y faciliten la acción humanitaria neutral, independiente e imparcial.
A raíz de los enfrentamientos que ya llevan años, la proliferación de grupos armados y los recientes ataques aéreos internacionales en Irak y Siria, las consecuencias que los conflictos tienen en el plano humanitario se han agravado en ambos países. Cientos de miles de personas han muerto. Millones de personas han perdido sus viviendas y sus medios de sustento, y la situación humanitaria continúa empeorando. Al mismo tiempo, para el personal y los organismos humanitarios es cada vez más peligroso prestar ayuda a quienes sufren por esta situación.
"Los conflictos en Siria y en Irak ponen en peligro a un número creciente de personas cada día que pasa", dijo Dominik Stillhart, director de Actividades Operacionales del CICR. "Conforme al derecho internacional humanitario, todas las partes en esos conflictos deben abstenerse de causar daños a los civiles; además, deben proteger al personal y las instalaciones de salud, y permitir que el personal humanitario preste ayuda."
Todas las partes en conflictos armados están vinculadas por el derecho internacional humanitario. A medida que surgen nuevas partes estatales o no estatales en los conflictos en Siria y en Irak, el CICR se esfuerza por entablar contactos confidenciales con ellas, a fin de recordarles que el derecho humanitario se aplica en ambos contextos. La Institución subraya la necesidad de respetar las disposiciones del derecho humanitario a fin de proteger a las víctimas de los conflictos armados.
"Nadie puede atacar a personas civiles o bienes civiles, como viviendas, escuelas, instalaciones médicas, ambulancias, refugios comunitarios o lugares de culto, conforme al derecho internacional humanitario. Este derecho también establece la obligación de respetar y proteger a los civiles y a las personas que no estén participando en las hostilidades, como los enfermos, los heridos y quienes hayan sido detenidos. Todos deben tratar a esas personas con humanidad y preservar su dignidad", explicó el señor Stillhart.
Además, las partes en conflicto deben proteger a todos los trabajadores humanitarios, independientemente de su etnia, nacionalidad o religión, según lo establecido por el derecho internacional humanitario. "El personal de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se encuentra en las zonas de conflicto para salvar vidas y prestar ayuda vital a las personas necesitadas. Todas las partes en conflicto deben protegerlo y no solo permitirle cumplir su labor, sino también facilitársela", concluyó el señor Stillhart.
El CICR presta ayuda a las personas que sufren los efectos de los conflictos en Siria y en Irak. Junto con la Media Luna Roja Árabe Siria, ha realizado las obras necesarias para que el 80% de la población de Siria tenga acceso al agua salubre. Por otro lado, en lo que va de este año, ha proporcionado alimentos y otros artículos de primera necesidad para más de 3,8 millones de personas en Siria. En Irak, el CICR ha entregado alimentos, agua potable y otros socorros de urgencia, además de asistencia médica, para más de un millón de personas desde principios del año. Al mismo tiempo, la Media Luna Roja de Irak ha prestado ayuda a las personas afectadas por los enfrentamientos en todo el país.
Para más información:
Ralph El Hage, CICR, Damasco, tel.: +963 930 336 718
Saleh Dabbakeh, CICR, Bagdad, tel. +964 790 191 6927
Sitara Jabeen, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 24 78 o +41 79 536 92 31