La inteligencia artificial y el aprendizaje automático en los conflictos armados
En tiempos en que el número de conflictos aumenta y los cambios tecnológicos se producen a pasos acelerados, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) necesita comprender los efectos de las nuevas tecnologías en las personas afectadas por los conflictos armados y, a la vez, concebir soluciones humanitarias que atiendan las necesidades de las poblaciones más vulnerables frente a los riesgos que suponen estas tecnologías.
En la actualidad, el CICR, al igual que muchas otras organizaciones de diversos sectores y regiones, está tratando de dimensionar qué implican la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático para su trabajo. La IA consiste en el uso de sistemas informáticos con el objetivo de realizar tareas que requieren cognición, planificación, razonamiento o aprendizaje, a menudo asociadas a la inteligencia humana. Los sistemas de aprendizaje automático son sistemas de IA que se “entrenan” y que “aprenden” a partir de datos, que son los que, en última instancia, definen el funcionamiento de los sistemas. Considerando que son herramientas informáticas o algoritmos que pueden aplicarse a muchas tareas diferentes, sus posibles consecuencias podrían ser de largo alcance y aún son, en gran medida, desconocidas.
Existen dos grandes ámbitos de aplicación bien diferenciados de la IA y del aprendizaje automático que suscitan un interés particular en el CICR: por un lado, su uso en la conducción de la guerra y otras situaciones de violencia, y, por el otro, su uso en la labor humanitaria para asistir y proteger a las víctimas de los conflictos armados.