El documento se está elaborando en conjunto con autoridades de 11 países y brindará sugerencias para adecuar la infraestructura carcelaria de la región a los principios fundamentales de las Reglas Nelson Mandela
Nelson Mandela pasó 27 años de su vida privado de libertad debido a su lucha por los derechos humanos y por la igualdad racial. Su experiencia adquirida en las prisiones de Sudáfrica inspiró a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para elaborar las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), normas universalmente reconocidas para orientar a los países respecto del trato a las personas detenidas.
Mucho antes de la sistematización de estas reglas, en 1995, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ya trabajaba por el respeto de los derechos humanos de las personas privadas de libertad. Actualmente, el CICR presta apoyo a las autoridades penitenciarias de diferentes países de América Latina en la elaboración de un manual con criterios y estándares técnicos mínimos para la construcción y la reforma de establecimientos penitenciarios centrado en la realidad y las necesidades específicas de los países de la región, promoviendo el intercambio de experiencias en esa construcción conjunta. El proyecto se denomina Criterios para Estándares Técnicos de Infraestructuras Penitenciarias (CETIP).
El CICR comenzó este proyecto en 2018 y espera finalizarlo a fines de 2023. "El objetivo es elaborar una guía que sirva como referencia regional para los países de América Latina, ayudar a reformar y crear cárceles más humanas, centradas en la rehabilitación y la reintegración de la población carcelaria y en la preservación de la dignidad de esta población", afirma Patrícia Badke, coordinadora adjunta del Departamento de Protección de la delegación regional del CICR para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y responsable del programa en favor de las personas privadas de libertad.
Badke explica que el aporte de los países del Cono Sur es vital para el proyecto. "Esperamos que este documento permita que los países de la región se unan para elaborar normas nacionales capaces de proporcionar a las personas privadas de la libertad una infraestructura adecuada, funcional y digna, de acuerdo con la realidad y la capacidad de cada país", comenta.
La guía técnica de infraestructura penitenciaria presenta un contenido que se basa en aspectos de la gestión penitenciaria y tiene en cuenta los procedimientos, flujos y recursos humanos disponibles en el establecimiento.
A pesar del cierre de muchas fronteras y, consecuentemente, de la dificultad de realizar encuentros de trabajo presenciales debido a la pandemia, el CICR aunó esfuerzos con los países para realizar tres grandes eventos con autoridades penitenciarias de América Latina en 2021, dos de ellos específicos para discutir y dar continuidad al CETIP.
"En un contexto de pandemia y frente a diferentes prioridades de los sistemas penitenciarios, fue un desafío poder mantener el mismo ritmo de trabajo del proyecto en el mundo virtual, lo cual es totalmente comprensible. A pesar de eso, mantuvimos un contacto bilateral con las autoridades responsables de los diferentes países y preservamos la continuidad del CETIP. Paralelamente, nos preocupamos por hacer un seguimiento de cada sistema penitenciario para saber cómo estaban enfrentando ese momento particularmente difícil y ofrecer nuestro apoyo técnico", señala Patrícia.
Más allá de este proyecto, explica que el cierre de las fronteras limitó la presencia del CICR en los países de la región, pero fue posible adaptarse y mantener un diálogo de colaboración técnica con los países. "Con la apertura gradual de las fronteras, logramos, a fines de 2021, realizar una primera visita regional presencial a autoridades penitenciarias del Cono Sur, después de casi dos años desde el inicio de la crisis sanitaria de COVID-19. Sin duda, poder mirarnos a los ojos y construir juntos en la misma mesa tiene su valor agregado", afirma.