La casa de la familia Zo’orb, en la zona de Naher Al Bared, Jan Yunis. La pobreza y el desempleo obligan a los pobladores a buscar oportunidades fuera de Gaza.
La casa de la familia Zo’orb, en la zona de Naher Al Bared, Jan Yunis. La pobreza y el desempleo obligan a los pobladores a buscar oportunidades fuera de Gaza.
Un grupo de jóvenes intenta sobrellevar las bajas temperaturas en Naher Al Bared, una de las zonas más pobres de Jan Yunis. El desempleo en Gaza alcanzó el 47%.
Las escasas oportunidades económicas obligan a los jóvenes de Gaza a depositar sus esperanzas en el exterior.
Dos jóvenes esperan con ansiedad la apertura de la frontera.
Un joven aguarda su turno para cruzar la frontera antes de que cierre.
Los pobladores esperan largas horas en el cruce de Rafah, con la esperanza de poder salir.
Pobladores en el cruce de Rafah buscan su equipaje para asegurarse de que sea transportado al otro lado de la frontera con Egipto una vez que abra.
Un joven palestino observa a través del alambrado que se considera el límite entre Egipto y la franja de Gaza, mientras espera a que abra la frontera.
Las personas se aglomeran con los pasaportes en la mano y la esperanza de poder salir. Nunca tienen la certeza de si van a poder abandonar el país en algún momento.
El sentimiento de desesperanza y aislamiento prevalece entre los jóvenes de Gaza.
"Tengo 33 años y nunca subí a un avión", cuenta desde Gaza Abdel Rahman Zagout, un fotógrafo de origen palestino. Hace más de diez años que la economía de Gaza está paralizada a raíz de las severas restricciones impuestas a la circulación de personas y mercancías. Casi el 70 por ciento de los graduados universitarios están desempleados.
Si bien los jóvenes de Gaza se conectan con el resto del mundo a través de internet y las redes sociales, las restricciones impuestas a la circulación los sumergen en el aislamiento. La mayoría de ellos siente que la asfixiante economía de Gaza no les ofrece ningún futuro, así que depositan sus esperanzas en las oportunidades que puedan encontrar en el exterior. Sin embargo, para gran parte de los jóvenes de Gaza, viajar sigue siendo una utopía.
En 2008, Abdel Rahman obtuvo un título en medios de comunicación en la Universidad Al Aqsa y, durante los últimos diez años, se ha dedicado al fotoperiodismo independiente y a dar clases de fotografía. Su obra intenta reflejar la cruda realidad que a diario viven los habitantes de Gaza. El proyecto, que ganó el certamen de fotografía organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja en 2008, narra una historia de ilusiones y sueños destruidos por la pobreza y el aislamiento.
La mayor parte de las fotografías fueron tomadas en el cruce de Rafah, entre Gaza y Egipto. Rafah es la principal vía de salida de Gaza, y solo se abre esporádicamente. La obra de Abdel Rahman ofrece una mirada profunda de la vida de los jóvenes de Gaza, cuyas imágenes transmiten la angustia que provoca el aislamiento.