Samira Abdul Aziz, de 41 años de edad, vive en Jan Yunis, en el sur de la franja de Gaza. Teme no tener la oportunidad de ver a sus hijos crecer y graduarse de la universidad. Los tres padecen una enfermedad renal poco común, llamada "enfermedad por almacenamiento de glucógeno".
En 1997, Samira se casó con su primo Yasser, de 44 años de edad. Dio a luz a tres niños durante los primeros cuatro años de matrimonio y, desafortunadamente, todos murieron a causa de la misma enfermedad. El primero, Hassan, murió al mes; el segundo, Mohammad, al año y medio de edad; y el tercero, Hassan junior, cuando tenía 10 años, hace seis años.
Ahora, la pareja tiene tres niños: Usama, Hassan y Ahmad, de 13, 6 y 4 años de edad, respectivamente. Todos ellos tienen la misma enfermedad que sus hermanos fallecidos.
Samira lucha para mantenerlos con vida. Ambos padres se turnan para atender a sus hijos. Durante el día, Yasser se queda con ellos para darles los medicamentos, que cuestan 600 shekels al mes (alrededor de 170 dólares estadounidenses). "No puedo dejarlos ni un minuto; por eso, no tengo tiempo para buscar trabajo", dice Yasser.
Samira se ocupa durante la noche. "Necesitamos urgentemente una solución a esta enfermedad. No puedo sentarme aquí un minuto más esperando que muera otro de mis hijos, sobre todo Usama, que ahora tiene 13 años."
Otro gran desafío que afronta la pareja son los constantes cortes de luz en Gaza. Los tres niños necesitan respiradores artificiales.
Cuando se corta la luz, Samira debe llevarlos al hospital, que queda lejos de su casa, para conectarlos a los respiradores. "En esos momentos, temo que alguno de ellos muera. Aguanto la respiración cada vez que se corta la luz", dice Samira.
La pareja se encuentra en la búsqueda desesperada de apoyo para que sus hijos puedan viajar al extranjero para recibir tratamiento.
"Mis hijos tienen el mismo derecho que los demás niños a vivir su vida con normalidad. Solo deseo disfrutar de la felicidad de la maternidad como lo hacen todas las otras madres... su alegría al ver crecer a sus hijos, un paso a la vez", dice ella.