Muchas personas desaparecen durante conflictos armados, otras situaciones de violencia y desastres.
La desaparición no sólo es dramática para las personas afectadas, sino que causa angustia a sus familiares, inmersos en un limbo al desconocer lo que les ha sucedido a sus seres queridos.
Como si su dolor no bastara, los familiares de los desaparecidos a menudo están sumidos en penurias económicas y sociales.