El conflicto palestino-israelí

Tras medio siglo de ocupación militar en Gaza, la operación más largamente sostenida de la historia contemporánea, millones de palestinos viven hoy en condiciones dramáticas y los israelíes se ven afectados por la permanente inseguridad.

El conflicto palestino-israelí. Una niña sentada frente a su casa, ubicada en las torres Al-Nada, en el norte de Gaza. CC BY-NC-ND / CICR / Mohammed Talatene

Una niña sentada frente a su casa, ubicada en las torres Al-Nada, en el norte de Gaza. Destruido durante la guerra de 2014, el edificio fue reconstruido precariamente para que la familia tuviera un techo. En una superficie de 360 kilómetros cuadrados, dos millones de personas viven en Gaza, condicionadas por duras restricciones a su propio desplazamiento y al transporte de mercancías. CC BY-NC-ND / CICR / Mohammed Talatene

En junio de 2017 los palestinos llegaron a medio siglo de vida bajo la ocupación militar más largamente sostenida de la historia contemporánea.

A lo largo de este periodo, los efectos de las políticas de ocupación han agravado los problemas humanitarios que afrontan millones de palestinos en su vida cotidiana y que les niegan toda esperanza. 

A su vez, los israelíes se han visto afectados por la permanente inseguridad.

Dado el carácter único y universal del derecho internacional humanitario (DIH), es una obligación jurídica de todas las partes en los conflictos, sin excepción, respetar y hacer respetar sus normas. Por consiguiente, el derecho soberano de Israel de resguardar sus intereses legítimos en materia de seguridad debe equilibrarse con su obligación jurídica fundamental de administrar positivamente los territorios que ocupa y de satisfacer las necesidades específicas de la población palestina.

El establecimiento y la expansión de los asentamientos a lo largo de muchos años, así como el trayecto del muro de Cisjordania, en contravención del DIH, han alterado profundamente el panorama social, demográfico y económico de Cisjordania en detrimento de la población palestina, ya que se ha obstaculizado el desarrollo del territorio como una nación viable y se han socavado sus perspectivas de reconciliación.

Conflicto palestino-israelí: más de 100.000 personas que trabajaban fuera de Gaza siguen buscando una fuente alternativa de ingresos. CC BY-NC-ND / CICR / Mohammed Talatene

Unos hombres conversan sentados en la puerta de sus casas en el campamento de refugiados Al-Shati, en la ciudad de Gaza. Más de 100.000 personas que trabajaban fuera de Gaza siguen buscando una fuente alternativa de ingresos. CC BY-NC-ND / CICR / Mohammed Talatene

Si bien cada una de estas políticas tiene consecuencias humanitarias diferentes y complejas, el rasgo común principal es la pérdida continua de tierra palestina.

En la franja de Gaza, donde Israel mantiene el control efectivo, la ocupación se siente en mayor medida a través de los efectos del cierre, con un estricto control de las fronteras terrestres y marítimas que limitan los movimientos y el acceso, lo que atenta contra el desarrollo socioeconómico de la región.

El papel del CICR en el conflicto palestino-israelí

A lo largo de los últimos cincuenta años, el CICR se ha esforzado por cumplir su misión humanitaria en Israel y el territorio palestino ocupado. Para ello, ha prestado asistencia y protección no solo a las personas que viven bajo ocupación, sino también a las personas afectadas en ambas partes del conflicto, con el único objetivo de preservar la dignidad humana y de limitar el sufrimiento.

El CICR ha instado con frecuencia, y lo hace una vez más, a todas las partes a que cumplan sus obligaciones y garanticen el respeto del DIH, sin dejar de buscar formas prácticas de mejorar la vida, la salud y la dignidad de todas las personas afectadas.