Luego de una valoración por parte del personal de salud del CICR se pudo establecer que esta persona se encuentra en buenas condiciones.
“Nuestro mandato es el de proteger y asistir, sin ningún tipo de distinción, a las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia. Nuestro interés es que se respete la vida, se proteja la integridad física y dignidad de las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades”, afirmó Manuel Duce, jefe de la subdelegación Medellín del CICR.
El CICR recuerda que su papel en estas liberaciones, como intermediario neutral, es con el único propósito de que estas personas recuperen la libertad y puedan tener la posibilidad de reencontrarse con sus seres queridos. Esto es posible por la confianza que depositan las partes involucradas en la labor humanitaria que desarrollamos.
“Agradecemos a las partes involucradas por la disposición y confianza que tuvieron para garantizar que esta operación humanitaria culminara con éxito. En las liberaciones cumplimos el rol de intermediario neutral y actuamos con el propósito estrictamente humanitario de ayudar, de manera imparcial, a las personas afectadas por los conflictos armados y la violencia”, agregó Manuel Duce.
Los ocho conflictos armados y la violencia que hay en el país siguen teniendo efectos profundos sobre la población civil. El CICR continúa promoviendo el respeto del derecho internacional humanitario (DIH) con todas las partes de los conflictos armados.
En lo corrido del año, el CICR ha facilitado la liberación de 26 personas que se encontraban en poder de grupos armados.
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