Al concluir una visita de tres días a Ruanda y República Democrática del Congo, afirmó: “Es momento de romper el círculo vicioso de un conflicto armado que ha condenado a generaciones de personas civiles al desplazamiento, y a una pérdida y un dolor sin fin. Si se toman medidas humanitarias ya mismo para proteger a la población civil, no solo se salvarían vidas hoy, sino que también se sentarían las bases para la estabilidad a largo plazo que las comunidades merecen y necesitan desesperadamente”.
En su carácter de intermediario neutral, el 30 de abril, el CICR empezó a acompañar el traslado de cientos de soldados y oficiales de policía congoleños desarmados y sus familiares de Goma a Kinsasa. Esta compleja operación, que atraviesa líneas del frente y abarca casi 2.000 kilómetros, se está llevando a cabo a pedido del Gobierno de República Democrática del Congo, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) y la Alianza Río Congo/Movimiento 23 de Marzo. Hasta el momento, más de 800 personas fueron trasladadas a Kinsasa en el marco de esta operación.
“Espero que esta operación impulse nuevos acuerdos humanitarios que propicien una reducción tangible del sufrimiento”, manifestó Spoljaric. “El CICR está dispuesto a apoyar esos acuerdos en su carácter de intermediario neutral”.
Durante su visita a la región, entre el 6 y el 8 de mayo, se reunió con autoridades de ambos países, así como con directivos y voluntarios de la Cruz Roja Ruandesa y la Cruz Roja de la República Democrática del Congo.
El conflicto sostenido ha dado lugar a una crisis más extendida en la región de los Grandes Lagos, a raíz de la cual millones de personas han tenido que abandonar su hogar y desplazarse dentro de República Democrática del Congo o cruzando la frontera. La situación humanitaria en Kivu Norte y Kivu Sur es particularmente funesta. Desde enero de 2025, se ha atendido a más de 2.000 pacientes heridos, civiles en su vasta mayoría, en instalaciones de salud que reciben apoyo del CICR. Los hospitales están desbordados, y los servicios esenciales como el agua, el saneamiento y la educación están en riesgo por los daños generalizados en la infraestructura. La amenaza de las armas explosivas y los restos explosivos de guerra en zonas pobladas, la inseguridad alimentaria general y los brotes de enfermedades agravan el peligro que corre la vida de las personas civiles.
“No debemos considerar jamás que semejante sufrimiento es una consecuencia inevitable del conflicto armado”, advirtió la presidenta Spoljaric. “Se debe respetar el derecho internacional humanitario para proteger a las personas civiles y a la infraestructura de carácter civil de la que estas dependen para sobrevivir. Poner límites a la brutalidad de la guerra también puede contribuir a allanar el camino a la paz”.
Acerca del CICR
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Ayuda a personas afectadas por conflictos armados y por otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Contactos para los medios de comunicación:
Eléonore Asomani, CICR Kinshasa, easomani@icrc.org, +221 781 864 687
Fatima Sator, CICR Ginebra, fsator@icrc.org, +41 79 848 4908