Etiopía: al reencontrarse con su madre, dos jóvenes pasan del dolor a la alegría
Dos adolescentes eritreos, cuya vida estaba en ruinas, se reencontraron con su madre en Francia gracias a los esfuerzos realizados por el CICR en cooperación con la Cruz Roja de Eritrea, la Cruz Roja Francesa y el ACNUR.
Para *Asmerete (16) y Yemane (14), el reencuentro con su madre no pasaba de ser una esperanza remota. "El dolor de la separación pasará pronto. Nuestra vida estaba llena de dolor, pero ahora hemos renacido", dijo Asmerete, expresando así la alegría de ambos hermanos en vísperas de reunificarse con su madre tras cinco años de separación.
Los adolescentes nacieron y crecieron en la pequeña ciudad de Mendefera, en Eritrea. Perdieron a su padre cuando eran pequeños. En 2010, su madre partió a Francia en busca de trabajo. Los niños, que en ese momento tenían sólo 12 y 10 años, quedaron a cargo de la abuela.
"Recuerdo la felicidad que sentía cuando era pequeña por tener una madre tan solícita y amorosa. Cuando se fue, me sentí vacía", dijo Asmerete, recordando el dolor que le causó la separación. Ella, Yemane y su abuela tuvieron que arreglárselas con el escaso dinero que enviaba su madre.
Sueños rotos
Cuando su abuela contrajo una grave enfermedad que terminó con su muerte, los niños no pudieron proseguir sus estudios. Para ellos, esto significó el fin del sueño de educarse y transformarse en personas independientes. Como ya no tenían a quién recurrir, decidieron trasladarse a Etiopía.
En 2011, emprendieron viaje sin compañía alguna. Afortunadamente, al cruzar la difícil zona del límite entre Sudán y Etiopía, conocieron a una mujer llamada Marta, que también huía a Etiopía. Acompañados por Marta, los dos menores lograron llegar a Addis Abeba tras un viaje largo y agotador.
En Addis Abeba, Asmerete y Yemane vivieron con Marta, que se encargó de cuidarlos. Cuando Marta decidió irse de Etiopía, los dejó con otra mujer que prometió ocuparse de ellos a condición de que su madre le enviara dinero.
Un nuevo comienzo
A principios de 2013, el CICR, a pedido de la Cruz Roja de Etiopía, comenzó a prestar asistencia a los menores. La Cruz Roja de Etiopía se había enterado de que los niños atravesaban una difícil situación cuando los visitó a finales de 2012.
"Durante nuestra primera visita a Asmerete y Yemane, descubrimos que se hallaban psicológicamente afectados por la separación de su madre", dijo Mulatu Gebremariam, encargado de búsquedas del CICR. "No podían ir a la escuela debido a la barrera del idioma, y pasaban todo el tiempo en la única habitación que compartían con la mujer que los cuidaba y su hija. Hicimos todo lo posible por mejorar su situación".
El proceso de reunificación se inició a principios de 2013, cuando la madre de los niños, ya reconocida como refugiada en Francia, dijo a la Cruz Roja Francesa que deseaba reencontrarse con sus hijos. La tramitación de todos los documentos necesarios para permitir que Asmerete y Yemane se reunieran con ella en Francia llevó casi dos años.
Después de mucho trabajo, los jóvenes se reunieron con su madre el 9 de octubre de 2014. "No sé qué decir", dijo Asmerete, con lágrimas en los ojos, cuando ella y su hermano partieron del aeropuerto internacional Bole de Addis Abeba rumbo a París. "Gracias por hacer realidad nuestros sueños".
* Los nombres de los niños han sido cambiados.