Justicia penal internacional: las instituciones - Ficha técnica

31 octubre 2013

Si bien la idea remonta a las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, solo en 1945 se establecieron los primeros órganos de justicia penal internacional eficaces, los Tribunales Militares Internacionales de Nuremberg y Tokio, para abordar los crímenes de guerra, los crímenes contra la paz y los crímenes contra la humanidad cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Las conversaciones en torno al establecimiento de una corte penal internacional volvieron a surgir medio siglo después, al terminar la Guerra Fría. Mientras tanto, las atrocidades a gran escala cometidas en ex Yugoslavia y Ruanda llevaron a las Naciones Unidas a establecer dos tribunales ad hoc, en 1993 y en 1994, respectivamente. Una serie de negociaciones para establecer una corte penal internacional permanente que tendría jurisdicción sobre crímenes internacionales graves independientemente del lugar donde fueran cometidos condujo luego a la adopción del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), en julio de 1998 en la ciudad de Roma. El Estatuto entró en vigor el 1 de julio de 2002, luego de que 60 países se hicieran Partes en ese instrumento donde está plasmada la resolución de la comunidad internacional de que no queden sin castigo los responsables de crímenes graves. La CPI es el primer tribunal penal internacional permanente establecido en virtud de un tratado a fin de ayudar a acabar con la impunidad de los responsables de los crímenes más graves de índole internacional. En los años posteriores, se establecieron otros dos tribunales penales mixtos, que incluyen elementos de la jurisdicción internacional y de la jurisdicción nacional, y salas especiales dentro de los tribunales nacionales, a fin de enjuiciar a los responsables de crímenes cometidos en contextos específicos.