El CICR ha inaugurado 4 salas de simulación clínica en Venezuela entre 2023 y 2025
La Delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Venezuela ha inaugurado 4 salas de simulación clínica en el país entre 2023 y 2025. En Caracas, una en la Escuela de Medicina Luis Razzeti, en la Universidad Central de Venezuela, y otra en la sede de la Cruz Roja Venezolana en el Hospital Carlos J Bello. En San Cristóbal, una en la Universidad de los Andes y por último, otra en el Módulo Docente de la Universidad de Carabobo, Núcleo Aragua
Las salas están totalmente adecuadas para que sean utilizadas de forma pedagógica, con cámara de gesell (que permite la visión desde un solo lado de la sala) y cuentan con sistema de climatización, sistema eléctrico, maniquíes de simulación, equipos médicos, cámaras, sistema de sonido, para que se asemeje a una sala de urgencias o según el escenario que se quiera simular, así como una sala de control desde donde los profesores puedes escuchar y ver todo el desempeño de los estudiantes durante la simulación.
Estudiantes de áreas de la salud, durante un ejercicio en la sala de simulación del Módulo Docente en la Universidad de Carabobo, núcleo Aragua.
El objetivo del CICR con la habilitación de estas salas es crear un espacio adecuado para la enseñanza-aprendizaje de los estudiantes del área de la salud: doctores, enfermeros, técnicos, psicólogos, etc., tanto de pregrado como de postgrado. La metodología del CICR es formar a los profesores como Facilitadores en Simulación quienes luego formarán a los estudiantes.
Entrenamiento para Facilitadores
El equipo de salud del CICR ha trabajado en conjunto con las universidades y con la Sociedad Venezolana de Anestesiología para formar a facilitadores, en técnicas para la simulación clínica. En la primera etapa del proyecto 69 profesionales de la salud, entre ellos, profesores de la Universidad de Los Andes , profesores de la Escuela de Medicina del Módulo Docente de la Universidad de Carabobo, miembro de la Cruz Roja Venezolana, entre otros, se formaron con técnicas actualizadas para la formación en este tipo de salas. Estas formaciones se enfocaron en:
-Uso adecuado de los equipos en la sala de simulación
-Herramientas pedagógicas para la formación en las salas de simulación
-Herramientas para la entrega de feedback efectivo
-Construcción de casos clínicos, etc.
Entrenamiento para formadores en la Sala de Simulación de la Universidad de Los Andes.
El rol de estos formadores ha sido fundamental para el desarrollo de las actividades porque son ellos quienes entrenan día a día a los estudiantes de las diferentes universidades y carreras, así como a los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Venezolana, en el caso de la sala habilitada en el Hospital Carlos J. Bello ubicado en La Candelaria.
“Lo que tu lees lo retienes, pero lo que haces lo sabes. La idea es que se aprenda haciendo” indica Daniel Sánchez, presidente de la Sociedad Venezolana de Anestesiología, quien ha sido formado por el CICR y ha fungido como instructor de simulación para los estudiantes de la Universidad de Carabobo.
Por su parte, Irma Agüero de Alejo, directora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo, Núcleo Aragua indica que “para nosotros los profesores ha sido un mundo novedoso. Yo sé que estas salas van a permitir formar mejor a los estudiantes de medicina”.
Con el acompañamiento del CICR, los instructores construyen diferentes casos clínicos que los estudiantes deben abordar en las simulaciones. La mayoría de los casos, están relacionados con situaciones de violencia, principalmente con pacientes heridos y politraumatizados. El objetivo del CICR es que los futuros miembros del personal sanitario tengan las herramientas y conocimientos para atender casos relacionados con situaciones de violencia en los centros de salud donde deban trabajar y que de esta manera puedan dar un trato digno y adecuado a este tipo de pacientes.
Inauguración de la sala de simulación de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela
Tanto para profesores como estudiantes, la formación en las salas de simulación se ha complementado con la instrucción en cursos dictados por el CICR como el BEC (Curso Básico de Atención en la Emergencia, por sus siglas en inglés) y el Curso Atención al Paciente Politraumatizado en la Sala de Emergencia (ERTC, también por sus siglas en inglés).
Luego de cada simulación hay una sesión de reporte en la que estudiantes y profesores reflexionan sobre las buenas prácticas durante la simulación y las oportunidades de mejora. Esta parte es tanto o más importante que la simulación en sí misma, ya que, en esta conversación el estudiante está en la capacidad de reconocer qué hizo bien y qué cosas podría mejorar, una vez pasado el fragor de la emergencia y el estrés al que se somete durante la simulación.
Hay otro factor importante en la simulación y es el hecho de que los estudiantes pueden tener el rol de familiares de los pacientes, lo que cual les permite empatizar con las necesidades de los familiares y al mismo tiempo saber cómo abordar las actitudes de quienes acompañan al paciente, que en muchos casos complejiza la labor médica. Sobre este particular, los estudiantes han reflexionado ampliamente porque entienden que su rol como personal sanitario debe ser integral, tanto en el trato con el paciente, sus compañeros de la guardia y los familiares.
Por otro lado, los estudiantes han indicado que un espacio como este les da la oportunidad de vivir experiencias muy cercanas a la realidad y se sienten más preparados para la atención al paciente.
La labor del CICR en los centros de salud
El CICR en Venezuela trabaja para proteger y asistir a las personas afectadas por situaciones de violencia. Entre otras actividades, fortalece las capacidades de proveedores de servicios públicos de salud física y mental para que las personas afectadas por la violencia tengan acceso oportuno y de calidad a la atención médica.
Con el proyecto de las salas de simulación, busca fortalecer las capacidades de los futuros miembros del personal sanitario, para que tengan más y mejores herramientas para atender a pacientes heridos y politraumatizados como consecuencia de situaciones de violencia. Hasta la fecha, han sido formados 69 profesores y 1302 estudiantes.