Salud: Asistencia en la línea del frente

Toda persona tiene derecho a recibir asistencia de salud, incluso en la guerra.

An ICRC medical staff member assists an elderly woman on a stretcher during an emergency situation.

No tomamos partido y siempre respetamos nuestros principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia en el desempeño de nuestra labor.

Trabajamos con equipos médicos para prestar asistencia a pacientes que la necesitan en el contexto de su situación local particular.

Tenemos una perspectiva de atención de largo plazo con eje en la continuidad asistencial, por lo que se sigue una secuencia de tratamientos en distintos servicios de salud.

Promovemos la confianza y la cooperación trabajando junto con las comunidades a las que procuramos ayudar.

Acceso a asistencia de salud esencial para personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia

La guerra devasta los sistemas sanitarios, a la vez que obstaculiza y priva a las personas del acceso a la atención médica, en especial, a tratamientos que pueden salvarles la vida. La atención y el cuidado de los enfermos y de los heridos en conflictos armados y otras situaciones de violencia es uno de los principios fundadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Cumplimiento de las necesidades en materia de salud en situaciones de conflictos armados y otras situaciones de violencia

Ofrecemos programas de salud de alta calidad y responsabilidad, concebidos para alcanzar las normas profesionales, por más difíciles que sean las circunstancias en las que operemos. Nuestras actividades de salud tradicionales —primeros auxilios, cirugía de guerra, rehabilitación física y asistencia de salud en lugares de detención— no han perdido relevancia; sin embargo, cada vez más, otras disciplinas —atención primaria de salud, asistencia médica hospitalaria integral, apoyo psicosocial y en salud mental— ponen de manifiesto su valor.

Primeros auxilios y atención prehospitalaria de emergencia

Para reducir el impacto catastrófico de la guerra sobre la población civil, es imperativo que las personas heridas o enfermas reciban trato humano, seguro y eficaz, así como que se las derive al lugar adecuado para que las atiendan en el futuro. Esa acción puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Atención primaria de la salud

Más vale prevenir que curar; por eso, trabajamos para proporcionar a las personas afectadas por conflictos armados un primer punto de acceso a la asistencia de salud. Incluso durante un conflicto armado, es necesario vacunar a niños y niñas, las embarazadas deben recibir cuidados prenatales y las víctimas de violencia sexual deben poder acceder a servicios esenciales, como asesoramiento para superar el trauma y protección contra enfermedades transmisibles.

Servicios hospitalarios

La prestación de cuidados de urgencia que son tan vitales durante un conflicto armado es aún más compleja cuando colapsa la infraestructura esencial de una sociedad. Desempeñamos un papel crucial en ayudar a las víctimas que afrontan esas situaciones. El apoyo que prestamos a los programas hospitalarios permite que los tratamientos que tanto se necesitan estén disponibles cerca de donde viven las personas.

Rehabilitación física

Las lesiones pueden cambiar la vida de los seres humanos; por eso, es esencial que las personas que viven con una discapacidad persistente obtengan acceso a servicios de rehabilitación física para ayudarlas a desenvolverse con más autonomía y a mejorar su calidad de vida. Ofrecemos dispositivos para la movilidad, por ejemplo, prótesis, junto con fisioterapia para que puedan aprovecharlos al máximo. Además, prestamos apoyo a las personas que se reintegran a la sociedad después de una lesión que les ha cambiado la vida.

Salud mental y apoyo psicosocial

La guerra tiene un efecto profundo en la psiquis de las víctimas. Son muchos los desafíos que pueden tener que afrontar, por ejemplo, por ser testigos de la muerte y de la violencia, adaptarse a lesiones que les cambian la vida o vivir con estrés postraumático. Nuestros programas procuran fortalecer las capacidades de los organismos locales para estabilizar y mejorar el bienestar y la salud mental de los pacientes.

Asistencia de salud en lugares de detención

Las personas detenidas tienen derecho a recibir asistencia de salud durante la detención, independientemente de los motivos por los cuales se las detuvo. Mediante la promoción de la atención sanitaria apropiada en los lugares de detención, ayudamos a mejorar la salud de toda la comunidad. Los programas que implementamos en lugares de detención tienen el objetivo de proteger y promover la vida, la salud y la dignidad de las personas detenidas.

Preguntas frecuentes

  • La violencia contra el personal médico, las instalaciones sanitarias y los beneficiarios de la asistencia constituye en la actualidad uno de los desafíos humanitarios más grandes en el mundo, aunque no siempre se lo reconoce como tal.

    Un estudio del CICR basado en datos recopilados en 16 países desde mediados de 2008 hasta finales de 2010 señala la existencia de actos de violencia que obstaculizan la asistencia sanitaria, desde ataques directos contra pacientes, personal médico e instalaciones sanitarias –incluidos los saqueos y secuestros– hasta detenciones y denegación de acceso a la atención sanitaria.

    Puede suceder, por ejemplo, que los enfrentamientos en zonas urbanas impidan al personal médico llegar a sus lugares de trabajo, que los socorristas sufran demoras innecesarias en puestos de control, que los soldados que persiguen al enemigo entren por la fuerza a un hospital para buscarlo o para protegerse de sus ataques, y que las ambulancias sean atacadas o se usen ilegalmente para llevar a cabo un ataque. Cualquiera que sea el contexto, la inseguridad en muchas partes del mundo impide que los heridos y los enfermos reciban la asistencia médica a que tienen derecho. 

    Aunque muchos actos que obstaculizan la prestación de servicios de salud quebrantan los principios básicos del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos, y pese a los esfuerzos que el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja despliega desde hace décadas para poner fin a estos actos, el problema aún subsiste. Ponerle remedio es una cuestión de vida o muerte para miles de personas.

  • Un único acto de violencia contra un hospital no sólo provoca daños materiales y muertos entre el personal; de resultas, priva a muchos pacientes del tratamiento que, en otras circunstancias, hubieran podido recibir en el establecimiento y del personal que ha muerto. 

    El asesinato de seis enfermeros del CICR y de la Cruz Roja en Novy Atagui, Chechenia, el 17 de diciembre de 1996, privó a unos 2.000 heridos de guerra al año del tratamiento quirúrgico que necesitaban. Por consiguiente, un incidente violento contra personal médico o instalaciones sanitarias puede tener repercusiones para los heridos y los enfermos y para otros cientos y miles de personas.

    Los efectos de la inseguridad crónica y aguda, sumados al persistente problema de las deficiencias en los servicios de salud, hacen que la falta de acceso a la atención sanitaria sea, probablemente, una de los problemas humanitarios contemporáneos más importantes a causa del número de personas afectadas. 

  • El concepto de "asistencia sanitaria" abarca:

    • hospitales, centros de salud, puestos de primeros auxilios y ambulancias;
    • personal de salud que trabaja en establecimientos médicos, en ambulancias o por cuenta propia;
    • todas las personas que se encuentran en los establecimientos médicos, con inclusión de los heridos, los enfermos y sus familiares;
    • los colaboradores de la Cruz Roja/Media Luna Roja que prestan servicios de salud, incluidos los voluntarios;
    • las ONG que se desempeñan en el ámbito de la salud;
    • los establecimientos y el personal médico militares.