Desde su creación, el CICR ha situado a las personas en el centro de su labor humanitaria, basándose en los Principios Fundamentales y en el principio de "no causar daño". Nuestro enfoque centrado en las personas quedó formalizado en 2018 con la adopción de un marco institucional. Este marco establece una noción común para toda la organización acerca de lo que significa la rendición de cuentas a las personas afectadas por la violencia y define los elementos clave de la rendición de cuentas con la que nuestra organización está comprometida.
Queremos que nuestra labor humanitaria fortalezca la resiliencia de las personas en situaciones de vulnerabilidad y crisis, y genere los mejores resultados posibles para ellas. Esto incluye preservar el derecho de las personas al acceso equitativo a la asistencia (en proporción a sus necesidades, prioridades y preferencias), su derecho a la información y su derecho a proporcionar retroalimentación y a participar en las decisiones que las afectan.
También utilizamos medios tecnológicos para aumentar nuestra proximidad (digital y física) a las personas, a la vez que aseguramos la protección de sus datos conforme al principio de "no causar daño”.
En las siguientes publicaciones se puede acceder a más información sobre nuestros enfoques orientados a aumentar la proximidad digital: How to Use Social Media to Engage with People Affected by Crisis, Humanitarian Futures for Messaging Apps y Using Radio as a Means of Operational Communication and Community Outreach.
Para centrarnos en las personas, debemos reconocer la diversidad dentro de las comunidades, dado que las experiencias de las personas en un conflicto armado y su capacidad para afrontar las consecuencias y acceder a la ayuda que necesitan dependen de su género, edad o discapacidad y de otros factores específicos del contexto.
Con esta finalidad, en 2020, el CICR encargó a un grupo de reflexión independiente que acompañara el desarrollo de un enfoque integral de los programas inclusivos que fortaleciera su relevancia y su eficacia, y que definiera los procesos y sistemas necesarios para implementar un enfoque de ese tipo.
En junio de 2020, aprobamos el documento Vision 2030 on Disability, que establece un objetivo colectivo y objetivos relacionados para varios departamentos del CICR. Su finalidad es promover una mayor inclusión de las personas con discapacidad tanto en nuestra respuesta a los conflictos armados y otras situaciones de violencia, como dentro de nuestra organización.
En concordancia con nuestro Código de conducta, nos proponemos prevenir la explotación y el abuso sexuales. Es una obligación ética y contractual para todo el personal del CICR y es esencial para que conservemos la confianza de las personas a las que deseamos prestar servicios.
Los compromisos establecidos en las diferentes estrategias y políticas institucionales se formularon en consonancia con diversas iniciativas del sector humanitario, entre otras la revolución de la participación en el Gran Pacto y la Cumbre Mundial sobre la Discapacidad (Global Disability Summit).
Como parte de la respuesta a la pandemia de COVID-19, redoblamos nuestros esfuerzos por interactuar con las comunidades, especialmente para prevenir la propagación de la enfermedad entre ellas y asegurarnos de que las personas ya marginadas fuesen incluidas en nuestra respuesta y no quedasen más rezagadas todavía.