El CICR es una organización humanitaria independiente, neutral e imparcial. Tenemos el cometido y la misión de ayudar y proteger a las personas afectadas por conflictos armados y violencia, o como se expresa en la declaración de nuestra misión: “otras situaciones de violencia”. Esta expresión se refiere a la violencia que no ha alcanzado el umbral de conflicto armado, pero que es perpetrada por grupos numerosos y que tiene consecuencias en el plano humanitario. El cometido del CICR le fue encomendado por los Estados mediante los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, sus Protocolos adicionales de 1977 y los Estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de 1986.
Nuestro cometido y estatuto jurídico nos distingue tanto de las organizaciones intergubernamentales (por ejemplo, los organismos especializados de la Organización de las Naciones Unidas) como de las organizaciones no gubernamentales. Este estatuto nos permite desempeñarnos con independencia de los gobiernos y ayudar, con total imparcialidad, a las personas que más necesitan protección y asistencia.