Cómo implementamos y evaluamos programas basados en evidencias

La demanda de evidencias en el sector humanitario es mayor que nunca: se necesitan evidencias para diagnosticar las necesidades de las personas afectadas por los conflictos armados, diseñar respuestas, hacer un seguimiento de los programas y evaluar su funcionamiento, y mejorar tanto la rendición de cuentas como el aprendizaje.

ICRC staff teaching children in field

Implementación de programas basados en evidencias específicas

En el CICR, reconocemos la importancia de que nuestra labor humanitaria se formule para lograr el máximo impacto positivo, es decir, que nuestros programas se basen en evidencias, se centren en los resultados y pongan como principal prioridad a las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia. Desarrollamos e implementamos procesos que respaldan este enfoque en todas las etapas de nuestros programas: diseño, implementación y evaluación final.

Como organización humanitaria, debemos demostrar nuestro impacto y nuestra capacidad de formular y adaptar programas a partir de las opiniones que recibimos de las personas a las que prestamos servicios.

La labor de nuestra Unidad de Análisis y Evidencias

Aprender de las evidencias para adaptar y mejorar nuestra respuesta es esencial. De todos modos, el CICR está integrado por muchos departamentos con diferentes áreas de especialización. La forma y los tiempos en los que recopilan evidencias y las emplean para el diseño y la implementación de programas varían. Nuestro desafío es utilizar las evidencias para que nuestra respuesta sea multidisciplinaria a la vez que ponemos a las personas afectadas por los conflictos armados como primera prioridad. 

Para dar respuesta a estas necesidades, tenemos una Unidad de Análisis y Evidencias dentro del Departamento de Protección y Servicios esenciales. La especialización de la unidad se basa en planificación estratégica, gestión basada en los resultados, análisis geoespacial, y gestión y análisis de información humanitaria. 

La unidad de Análisis y Evidencias brinda asesoramiento técnico esencial a lo largo del ciclo programático en todas las áreas, a partir de un abanico de herramientas, marcos y metodologías para cada instancia del ciclo y cada ámbito temático. Su labor consiste en evaluar y analizar las necesidades, formular y planificar programas, hacer un seguimiento de los indicadores principales de resultados y procurar que los programas sigan el rumbo correcto, evaluar los programas y aprender de ellos.

La Unidad trabaja estrechamente con otros departamentos y en coordinación con el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros socios para respaldar todas las cuestiones relacionadas con el seguimiento de la situación y los sistemas de alerta temprana, las evaluaciones multidisciplinarias de necesidades, la identificación de personas afectadas por conflictos armados y la interacción con ellas, la gestión de información operacional, los análisis temáticos, el seguimiento, la evaluación, la rendición de cuentas y el aprendizaje.

La visión de nuestra Unidad de Análisis y Evidencia

La visión de esta unidad es mejorar la calidad y la pertinencia de la respuesta humanitaria, la diplomacia y el diálogo humanitarios del CICR por medio del uso de evidencias y conocimientos para orientar las estrategias, políticas y programas de la organización.

La misión de nuestra Unidad de Análisis y Evidencia

La misión de la Unidad de Análisis y Evidencias es promover y facilitar un viraje hacia una cultura programática basada en las evidencias, orientada a los resultados y centrada en las personas, por medio del desarrollo, la planificación y la implementación de metodologías, procesos y marcos que apoyan ese viraje a lo largo de todo el ciclo programático. 

Nuestras prioridades estratégicas para programas basados en evidencias

Prioridad estratégica 1: fortalecer la toma de decisiones basada en evidencias y orientada a los resultados

Seguimos un meticuloso proceso de toma de decisiones, así se trate de decidir cómo destinar recursos a distintas prioridades o cuál es la mejor manera de responder mejor a una emergencia repentina. La Unidad de Análisis y Evidencias ayuda a que nuestros esfuerzos se centren en lograr los mejores resultados humanitarios para las personas afectadas y está respaldada por las mejores evidencias disponibles, así como las mejores reflexiones y pronósticos.

Prioridad estratégica 2: Facilitar programas multidisciplinarios, basados en necesidades y centrados en las personas

Para formular y poner en práctica programas multidisciplinarios centrados en las personas, tenemos recursos que nos permiten comprender claramente la dinámica entre personas, hogares y comunidades, así como los sistemas más amplios ambientales, institucionales y de infraestructura en los que se encuentran, incorporando, al mismo tiempo, las perspectivas y las opiniones de las personas afectadas en todo el ciclo programático.

Prioridad estratégica 3: Promover una cultura de aprendizaje

El ejercicio de identificar y documentar buenas y malas prácticas, y aprender de ellas posibilita que el personal y los encargados de los programas tomen decisiones fundamentadas, adapten los programas y eviten consecuencias indeseadas. Al tiempo que tomamos medidas rigurosas para "no causar daño", promovemos una cultura de aprendizaje para fortalecer la rendición de cuentas y la calidad de nuestros programas.

Prioridad estratégica 4: Uso del capital humano y social en Análisis y Evidencias

Nuestro personal es el principal creador de valor e impulsor de nuestros buenos resultados, al implementar soluciones para problemas complejos en entornos complicados e impredecibles. Nos valemos del capital humano y social que hemos construido en los últimos años y seguimos fortaleciendo nuestros recursos a fin de que la ayuda llegue a las personas que la necesitan.

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