Comienza una nueva etapa en Colombia, pero los retos humanitarios son aún una realidad

26 septiembre 2016
Comienza una nueva etapa en Colombia, pero los retos humanitarios son aún una realidad
Este 26 de septiembre de 2016, el Gobierno colombiano y las FARC-EP firman un histórico acuerdo de paz. Boris Heger / CICR / CC BY-NC-ND

Bogotá. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresa su satisfacción por el acuerdo entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP. El presidente de la Institución, Peter Maurer, agradeció a las partes la confianza que han demostrado en el CICR y el reconocimiento de su neutralidad, independencia e imparcialidad.

“Se trata del comienzo de una nueva era para Colombia y su población. Más de cinco décadas de conflicto armado han dejado profundas heridas. El proceso de sanación de aquellos que han sido afectados debe continuar, y el CICR seguirá prestándoles apoyo”, señaló el presidente del CICR, en un mensaje en el que saluda la firma del Acuerdo final entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).

“El CICR permanecerá junto a la población colombiana para prestar ayuda a los familiares de las personas desaparecidas, a las víctimas de minas antipersonal y otros artefactos explosivos, a las personas privadas de libertad y a las víctimas de la violencia armada en general. También estamos disponibles para ayudar en futuras negociaciones sobre cuestiones humanitarias”, puntualizó Maurer.

Al unirse a este saludo, Christoph Harnisch, jefe de la delegación del CICR en Colombia, insistió en la importancia de no bajar la guardia en la atención a las personas afectadas por el conflicto armado y otras situaciones de violencia. “Tras más de cuarenta años de trabajo permanente en el país, el compromiso del CICR con la población colombiana no termina con la firma de un acuerdo de paz. Más allá del acuerdo al que han llegado el Gobierno colombiano y las FARC-EP, persisten otras situaciones de violencia armada.”

“Llevar a la práctica lo pactado por las partes en la Mesa de Conversaciones de La Habana contribuirá sin dudas a aliviar la difícil situación que viven miles de colombianos en los campos y las ciudades. Pero no es suficiente. Persisten graves consecuencias humanitarias del conflicto que hoy ve su final, pero también hay otras producidas día tras día por otros actores y en otros escenarios”, señaló Harnisch.

Por ello, el CICR seguirá trabajando junto a las víctimas y mantendrá su diálogo bilateral y confidencial con las partes en los conflictos armados y otras situaciones de violencia persistentes, para promover el respeto de las normas del derecho internacional humanitario y de los principios humanitarios.

Para más información o gestión de entrevistas: Isabel Ortigosa Barbero, CICR, Bogotá, tel.: +57 311 491 07 89

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