AGNU: se necesita liderazgo político para resolver las crisis humanitarias
(Nueva York) – Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), encabeza una delegación que participará durante la semana de alto nivel en la Asamblea General de las Naciones Unidas, instando a los dirigentes mundiales a demostrar liderazgo político en lo que atañe a las crisis humanitarias.
"En un momento en que la diplomacia multilateral parece estar fracasando, los dirigentes mundiales deben trabajar más arduamente para reducir al mínimo el sufrimiento de las personas, tanto durante la guerra como una vez que ha finalizado," dijo Peter Maurer. "El CICR observa sobre el terreno cómo las necesidades humanitarias se mantienen constantes, incluso si las líneas del frente militares han avanzado. Esta semana, instamos a los dirigentes políticos a arbitrar nuevas soluciones para poner fin a los conflictos."
La delegación del CICR a la Asamblea General de las Naciones Unidas también estará conformada por Yves Daccord, director general; Robert Mardini, observador permanente del CICR ante las Naciones Unidas; y Patricia Danzi, directora regional para África.
El CICR participará en los paneles de alto nivel sobre Siria, Yemen, Myanmar y Sudán del Sur, entre otros temas clave, así como también mantendrá reuniones con Estados miembros de la ONU, para velar, como una prioridad, por la protección de la población civil en tiempo de guerra.
"El CICR es una organización apolítica, pero nos vemos afectados por las decisiones políticas", el señor Maurer afirmó. "Sin embargo, las personas civiles son quienes más sufren las consecuencias de las decisiones políticas: ataques indiscriminados, detenciones o malos tratos que desencadenan nuevos ciclos de violencia o el dolor de la separación familiar. Estamos aquí para exhortar a los dirigentes: pueden hacer más para poner fin al sufrimiento."
Existen maneras prácticas en que los dirigentes pueden llevarlo a cabo.
1. Lograr que las batallas no se libren como un castigo colectivo. La forma en que se conducen las hostilidades importa –ataques indiscriminados y desproporcionados en zonas urbanas, o dirigidos contra servicios e infraestructura de carácter civil ¿Cómo pueden los vencedores mantener la paz si la población siente que han violado la ley o la humanidad básica de los ciudadanos locales?
2. Propiciar la recuperación de los ciudadanos mediante la adopción de medidas decisivas que fomenten oportunidades económicas. Las personas saben la mejor manera de atender sus propias necesidades. La asistencia externa debe dejar las opciones y la decisión en manos de las personas afectadas, ya que serán quienes reconstruirán sus comunidades y reanudarán el empleo y las actividades económicas.
3. Asistir a las personas en su camino de regreso, pero con condiciones. Vemos con satisfacción el Pacto mundial sobre migración, pero recordamos que las personas deberían retornar a sus hogares si la situación de seguridad allí es estable y si eligen regresar, y solo con esas condiciones.
4. Priorizar la reunificación de familiares separados, y facilitar el flujo de información sobre la suerte que han corrido las personas desaparecidas y muertas. Los legados de algunos conflictos abarcan varias generaciones. Los dirigentes pueden actuar ahora para dar respuestas y soluciones a cientos de miles de familias con seres queridos desaparecidos.
5. Tratar a los detenidos de manera humana. Las condiciones de detención de las personas tienen una profunda importancia para el futuro. Podemos optar por interrumpir los ciclos de venganza antes de su inicio, o ignorar los malos tratos y contribuir a que haya más odio, resentimiento y violencia.
6. Los países que apoyan a las partes en conflictos armados deben emplear su influencia para obtener una actitud de respeto por el derecho internacional humanitario por parte de los beligerantes. El comportamiento lícito en el campo de batalla incumbe primeramente a los combatientes y a los comandantes, pero también a quienes les prestan apoyo, en particular mediante la provisión de armas.