Expertos de Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras Paraguay, Perú, Panamá y Venezuela debatieron sobre desafíos, ideas, lecciones aprendidas y posibles soluciones a los retos que presentan los sistemas penitenciarios actuales. Asimismo, dialogaron sobre diseño de prisiones, su funcionamiento y los estándares nacionales para estructuras penitenciarias. Los participantes estuvieron de acuerdo en que el impacto de su trabajo no solo beneficia a los privados de libertad sino a toda la sociedad.
Las cárceles hacinadas, con infraestructura inadecuada, en ocasiones improvisada, servicios de agua y saneamiento insuficientes, falta de acceso a salud, entre otros, son escenarios comunes en varios países de la región y del mundo. Esta situación tiene un impacto que va mucho más allá del ámbito penitenciario. Es un ambiente inadecuado para la resocialización de las personas privadas de libertad, que luego se reinsertarán en sus comunidades.
Estas condiciones inadecuadas generan riesgos para la salud pública, cuando las epidemias no son detenidas a tiempo; para la seguridad, cuando se presentan motines y otras situaciones por el descontento de los detenidos; y riesgo de sufrir consecuencias directas de emergencias que se inicien en los centros penitenciarios, como en casos de incendios, por mencionar algunos.
El CICR, con más de un siglo de experiencia trabajando en centros de detención, apoya a las autoridades penitenciarias para mejorar los sistemas carcelarios y las condiciones de detención de los privados de libertad, y promueve el intercambio de experiencias y conocimientos entre personas e instituciones competentes a nivel mundial. Dentro de este contexto, el CICR, en colaboración con el gobierno de Costa Rica, facilitará el próximo taller de infraestructura.
Próximo taller de infraestructura del 13 al 15 de junio de 2017 en Costa Rica.