Un colaborador de la Media Luna Roja de Pakistán se prepara para salir, tras haber pasado la noche en una escuela local. Va camino de un campamento de socorro establecido para las personas evacuadas después de las inundaciones en Gilgit-Baltistan.
Ahmed Awadalla, colaborador del CICR en Bagdad, y Paolo Pellegrin, un fotógrafo del New York Times, se preparan para salir rumbo a los campamentos para personas desplazadas en Al Khalidiya, Irak. El CICR trabaja en los campamentos desde 2014. Desde junio de 2016, más de 15.600 personas han abandonado sus hogares y se han refugiado allí debido a la violencia.
Everlyn S. Morris, de 31 años, es voluntaria en la filial de la Cruz Roja Liberiana en Montserrado, donde imparte educación sobre prácticas de higiene. Hace tres años que Everlyn trabaja como voluntaria para la Cruz Roja. “Me siento feliz al reunirme con mi gente y enseñarles cómo hacer bien las cosas”, dice sonriente.
Hajir va al trabajo en bicicleta. Se dirige a la oficina del CICR en Baidoa, Somalia, donde supervisa un centro de alimentación para niños desnutridos. El CICR apoya dos centros de este tipo, y el de Baidoa es de vital importancia para reducir las elevadas tasas de desnutrición de los niños en Somalia.
Helbert, voluntario de la Cruz Roja de Filipinas, dirige el calentamiento previo a la clase de zumba que ofrece el equipo de la Cruz Roja en Cebu. Además de crear una atmósfera propicia para la diversión y la salud, los voluntarios de salud de la comunidad vigilan los progresos de cada participante midiendo su tensión sanguínea cada tres meses.
En Sudán del Sur, quedarse sin batería puede significar perder el contacto con los seres queridos. El CICR y la Cruz Roja de Sudán del Sur han instalado una serie de estaciones temporales para la carga de teléfonos móviles, a fin de ayudar a los desplazados a comunicarse con sus familiares.
Una madre y su hija ríen después de haber recogido su paquete de alimentos. El CICR y la Cruz Roja de Rusia prestan ayuda a unas 9.000 personas desplazadas en el sur de Rusia.
Dos voluntarias de la Cruz Roja de Myanmar charlan tras haber dictado una clase de educación de salud en su aldea. Trabajan en el marco de un programa destinado a mejorar la salud maternoinfantil en esta remota aldea del estado de Chin.
Los colaboradores del CICR y de la Media Luna Roja Árabe Siria llegaron temprano al refugio para personas desplazadas de Yalda, Siria, y se toman un momento para jugar con los niños. “Esos niños me traen recuerdos de mi infancia, que tal vez ellos no tienen oportunidad de disfrutar. Por eso, jugamos y nos reímos con ellos”.
Todos los días y en todo el mundo, los niños demuestran que pueden dormir en cualquier lugar. Aquí, en un centro de salud de la ciudad nigeriana de Damboa, un bebé duerme la siesta.
Debido a violentos enfrentamientos, miles de personas huyeron a Damboa. El CICR y la Cruz Roja de Nigeria ayudan a quienes viven allí y en otras zonas mayormente excluidas de la ayuda humanitaria.
En el mar Mediterráneo, Daniela, enfermera de la Cruz Roja Italiana, y su equipo rescatan a un grupo de personas atrapadas en un barco que se hunde. El trabajo a bordo de la embarcación de salvamento es arduo, pues todos los días se rescata de las aguas a cientos de personas. Uno de los trabajos más importantes de los agentes de salud es hacer que las personas se sientan seguras y protegidas.
Georgia Nikolaou y Efryhia Staramopoulou trabajan en la Cruz Roja Helénica desde 2004 y 1997, respectivamente. Desde febrero, ambas prestan servicios de primeros auxilios en el puerto del Pireo, donde, a principios de este año, se estableció un campamento provisional para los miles de migrantes que llegaban de las islas. "En los primeros meses del año, llegábamos a atender hasta a 100 personas por día”, dice Efryhia. "La situación ha cambiado mucho. Pero estaremos junto a los migrantes todo el tiempo que nos necesiten", añade Georgia.
En momentos en que las necesidades humanitarias alcanzan un nivel sin precedentes, la colaboración es más importante que nunca. Tanto la Federación Internacional como el CICR han hecho gran hincapié en el fortalecimiento de la cooperación y coordinación en el Movimiento. Aquí, Elhadj As Sy, secretario general de la Federación, e Yves Daccord, director general del CICR, comparten un momento de distensión al final de una reunión celebrada en la sede de la Federación en Ginebra.
El perro de terapia Twm y su dueña, Sarah Disney, vuelven a casa, en Carmarthenshire, Gales, tras una serie de visitas realizadas en el marco de un proyecto de vida independiente de la Cruz Roja Británica. El proyecto Camau Cadarn (“Pasos positivos” en galés) brinda apoyo a las personas que se sienten aisladas debido a la pérdida de un ser querido, a una enfermedad o a una internación hospitalaria. Twm visita a las personas que residen en centros asistenciales y lleva consuelo a aquellas que viven en su casa pero que sufren por hallarse solas.
Voluntarias que estudian en la escuela secundaria de Takaoka, en Japón, se divierten después de haber pasado el día en un curso donde aprendieron cómo es el trabajo de enfermería en el Hospital Himeji de la Cruz Roja Japonesa.
La Dra. Dewindra Widiamurti trabaja como coordinadora clínica del sector de salud, en el marco del Programa de Movimientos de Población de la Federación Internacional en Tanzania. Hoy, Dewindra cocinó Ayam Bumbu Rujak (pollo con diferentes especias), un sabroso plato indonesio. “Cocinar es una forma de aliviar el estrés y llevar una vida normal en una misión difícil como ésta”, dice Dewindra. “Estamos lejos de casa, pero de todos modos estamos con nuestra familia. Ésta es nuestra zona de contención, que creamos para poder trabajar con eficacia”.
Los voluntarios de la Cruz Roja Canadiense en Calgary ayudan a las personas evacuadas tras los incendios que asolaron Alberta, brindándoles asistencia económica de emergencia. Esta forma de asistencia se proporcionó en los refugios y centros de recepción instalados en toda la provincia de Alberta para las personas y familias que no podían regresar a su hogar.
Ruth Isabel Carrillo Vásquez, enfermera de la Cruz Roja Salvadoreña desde 1988, atiende a una persona mayor en la clínica de esta institución humanitaria.
Los colaboradores del CICR Abraham, Héctor y Olferin trabajan de noche en su “oficina” en Noanamá, Chocó, una zona en el oeste del país situada a varias horas de distancia del centro urbano más próximo y sólo accesible por barco.
El conflicto armado en Colombia, que ya lleva 50 años, ha dejado un saldo de 8 millones de personas que necesitan ayuda en lugares como Noanamá, adonde muy pocas organizaciones humanitarias pueden llegar.
Fue un día largo para Isara Iose, delegado de la Federación Internacional responsable de agua, saneamiento y promoción de la higiene en Fiyi. Trabaja en aldeas destruidas por el ciclón tropical Winston, supervisando la construcción de retretes para la comunidad y los hogares. En algunas aldeas, quedaban en pie sólo algunas casas y la infraestructura estaba muy dañada. Mau, la esposa de Isara, y su hijo Tau, de dos años, siguen en Samoa e Isara espera que puedan viajar pronto a Fiyi para reunirse con él. Pero hasta entonces, deben conformarse con hablar por Skype por las noches, para lo cual Mau y Tau tienen que viajar en autobús hasta la ciudad, donde hay señal de Wi-Fi.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ayuda a millones de personas en todos los países, en tiempo de conflicto, de desastre natural y de crisis. Con más de 150 años de experiencia, estamos comprometidos a prestar servicios humanitarios esenciales a las comunidades vulnerables en todo el mundo. En este Día Humanitario Mundial, acompañamos a nuestros voluntarios y colaboradores sobre el terreno un día entero, de la mañana a la noche. Venga con nosotros.